Siempre tuvo curiosidad por las casas, cuando era pequeño Adrián solía meterse en las construcciones y observar los detalles. Siempre le llamaron mucho la atención todos los tipos de espacio, admirando colores, formas y texturas. Se formó como arquitecto porque ha encontrado una gran satisfacción en crear algo que surge de su mente.
“Creo que la pasión que tengo por lo que hago nace de la satisfacción que da el crear proyectos y verlos hechos realidad”.
Él es originario de Ciudad Victoria, actualmente vive entre Victoria y Monterrey. Se considera una persona disciplinada, creativa y muy responsable. Entre sus pasatiempos favoritos esta el hacer ejercicio, escuchar música y desde que empezó la pandemia decidió tomar cursos de temas variados, ya que recalca que siempre es bueno conocer y aprender de otras disciplinas.
En sus ratos libres, aprovecha cada momento para disfrutar con su familia y amigos. Además, le gusta mucho viajar y conocer nuevos lugares.
Su trayectoria profesional inició cuando ingresó al Tecnológico de Monterrey en la carrera de Arquitectura, durante sus estudios se fue seis meses de intercambio internacional al Politécnico de Turín, Italia. Trabajó en el IMPLAN de San Pedro Garza García. Posteriormente, trabajó cuatro años en el despacho de Arquitectura del arquitecto José Rolando González Cruz, en donde logró tomar las herramientas necesarias para poder dirigir mi propia firma.
Actualmente dirige su propia firma de arquitectura llamada Morris Torre Arquitectos, proyecto que le da la oportunidad de crear espacios únicos, creativos e innovadores.
“Disfruto mucho de mi trabajo, la verdad es que para mí la arquitectura no es un trabajo, es mi pasión. Tengo muy claro a donde quiero llegar, siempre se me inculcó el valor del trabajo, cuando tengo una meta y un proyecto me dedico al 100 por ciento hasta lograrlo”.
Nos compartió que le gusta mucho involucrase hasta el último detalle en todos sus proyectos. Su estilo es contemporáneo, sin embargo, también ha desarrollado proyectos residenciales de un lenguaje más tradicional, una de sus fortalezas es que logra comprender la idea y los gustos de cada uno de sus clientes.
Destacó que disfruta mucho todo el proceso, desde la primera reunión con el cliente cuando le platican sus expectativas y necesidades, desde ese momento, su mente empieza a volar y es justo cuando empieza a crear.
“Cuando comienzo los trazos de las primeras líneas, el enseñarle al cliente la primera propuesta de distribución, el primer render, la verdad es que todo el proceso es muy gratificante, pero lo que más disfruto es cuando termino el proyecto y el cliente queda muy satisfecho y agradecido. Al final del día, de eso se trata la Arquitectura, de cambiar la calidad de vida de los seres humanos”.
Adrián mencionó que, todos sus proyectos le han causado mucha satisfacción, ya que cada uno es una experiencia totalmente diferente, algunos son más retadores que otros, pero aún así a todos les pone el mismo empeño y dedicación.
Entre los arquitectos que más admira de todo el mundo está; Tadao Ando por su sencillez, Zaha Hadid por sus líneas orgánicas, Norman Foster por su lenguaje high tech; siempre trata de tomar lo bueno de cada uno de ellos.
Para Adrián todavía faltan algunos sueños por cumplir, entre ellos es crear un magno complejo de departamentos con locales comerciales.
¿Qué piensas al escuchar?
Arquitectura:
Capacidad de cambiar la calidad de vida de los seres humanos
Creatividad:
Potencial de nuevas ideas
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