Madre e hijas comparten su pasión por la plástica y continúan el legado de la educación artística en su Academia La Pintura.
Adelina
Adelina Soto de Alba, junto a su esposo Julio Pérez Luethje, formó una familia de cuatro hijos: Adelina, Andrea, Ana Isabel y Julio, familia que ha seguido creciendo con los matrimonios de sus hijas, llegando sus yernos Daniel, Salvador y Ricardo y, con ellos, sus cuatro nietos Valentina, Santiago, Salvador y Patricio.
Afirma que su pasión artística viene desde la infancia, gracias a su mamá Carmen Huguette, a quien le gustaba mucho la pintura, era muy creativa y siempre estaba pintando o haciendo cosas para la casa. A Adelina le encantaba ayudarla y disfrutar de todo lo que hacían juntas.
Empezó por tomar clases de dibujo, de pintura y de grabado en su adolescencia y continuó tomando lecciones con diferentes maestros, para aprender diferentes técnicas, estilos y tendencias. Actualmente pinta abstracto: “Descubrí que a través de la pintura puedes sanar heridas, transformar vidas, sorprenderte de lo que puedes crear y, sobre todo, sentirte libre”, dice Adelina.
Comparte que la Academia La Pintura fue fundada por su hermana Carmen Soto, pero tuvo tanto éxito que invitó a su mamá y a ella a trabajar ahí. Cuando su hermana se fue a vivir al extranjero, ellas se quedaron al frente de la escuela:
“Ahí me di cuenta de que otra de mis pasiones era ser docente, ya que me llena enseñar y trasmitir a mis alumnos todas las bondades de la pintura. Siendo ya maestra de arte mis hijos me acompañaban desde bebés. Cuando crecieron, tomaban las clases y aprendían junto conmigo. Poco a poco, cada una de mis hijas se fue integrando al equipo de maestros de la academia, donde aportan sus conocimientos y experiencia para hacer de la academia un lugar especial”, señala.
Su hijo Julio también pinta, pero él con una técnica especial y no da clases en la academia, aunque su carrera como artista plástico sigue adelante.
Con casi 33 años enseñando a niños y adultos y más de 30 exposiciones colectivas en diferentes museos, teatros y universidades de Torreón, el reto de Adelina es y seguirá siendo el introducir a sus alumnos al arte, dándoles las herramientas para que puedan desarrollar y disfrutar haciendo sus propias obras y con esto crear nuevos artistas.
Sus indispensables en la pintura
1. Lugar cómodo
2. Un espacio con mucha luz
3. Un kit de pinceles
4. Colores básicos en óleo y acrílico
Adelina
Adelina Pérez Soto estudió la carrera de Ciencias de la Educación, así como Casa de Niños y Taller I y II Montessori. Se encuentra felizmente casada con Daniel y es madre de Santiago y Patricio.
Al igual que sus hermanas, desde muy pequeña acompañaba a su mamá y abuelita mientras daban clases de pintura por las tardes, siempre observaba cómo pintaban y lo mucho que lo disfrutaban.
“Algunos días también tomaba las clases, me gustaba combinar colores y hacer mis propios diseños. Conforme fui creciendo empecé a involucrarse más y así comencé formando parte de la organización de los cursos de verano y de los talleres de arte que daban a lo largo del año, mientras simultáneamente estudiaba la carrera en Educación e incorporaba a nuestros cursos y talleres todo lo que iba aprendiendo sobre el trabajo con los niños”, comparte Adelina.
Al graduarse de la licenciatura y de los diplomados Montessori trabajó ocho años en un colegio en el área de Preescolar, lo cual fue una experiencia muy enriquecedora para ella, ya que aprendió mucho sobre el desarrollo de los niños, a acompañarlos y guiarlos, así como la importancia del cuidado de sus emociones, entre muchas otras cosas.
Al tener a su primer hijo, Santiago, decidió dedicarse por completo a la Academia La Pintura, llevando con ella toda la experiencia del trabajo que realizó con niños: “Me gusta mucho trabajar en familia, ya que hacemos un buen equipo, nos apoyamos y el que cada una tenga una personalidad muy diferente y aporte sus conocimientos al grupo es maravilloso”, comenta.Ella aporta sus conocimientos como educadora, Andrea como psicóloga, Ana Isabel como diseñadora y su mamá, toda la experiencia en el arte de pintar: “Tenemos en común que somos muy organizadas y nos gusta hacer muy bien las cosas. La pintura me otorga paz, me relaja y me hace creativa aportando nuevas ideas en el día a día”, comparte.
Finalmente, Adelina refiere que su meta es seguir fomentando el arte en los niños: “como una herramienta para que crezcan felices, que a través de él desarrollen su creatividad y expresen sus emociones”, concluye.
Sus indispensables en la pintura
1. Un espacio con buena luz
2. Pinceles de varios tamaños
3. Poner horario para pintar
4. Una buena playlist
Andrea
Andrea Pérez Soto estudió Psicología en la Ibero Torreón, formó una familia con Salvador Ordaz, compuesta por Valentina y Salvador. Considera que el arte es parte de su historia de vida, su abuela, tía, tío, mamá y hermanos, ya que todos pintan.
“Desde que tengo memoria, mi mamá nos llevó a clases de pintura, lo que me encantó, porque cuando pinto me desconecto y se pasa el tiempo volando”, asegura.Se siente feliz y considera una súper experiencia el trabajar junto a su familia en la clases de pintura, por lo que entre sus metas está el seguir dando clases: “Me encanta ver la evolución de mis alumnos, su emoción al ver su primera obra terminada y ver cómo la enseñan a sus papás con orgullo. Es muy motivante ver el empeño y las ganas que tienen de aprender más, de superar su técnica”, indica.
Finalmente, Andrea señala que el arte es terapéutico, pues ayuda al descubrimiento personal, a tener el control y libertad, relaja y ayuda a expresar lo que siente sin tener que usar palabras.
Sus indispensables para iniciar en la pintura
1. No tener miedo a experimentar
2. No comparar tu obra con la de alguien más
3. Un buen playlist siempre ayuda a inspirarte
4. No importa si te equivocas, la pintura se seca y se puede pintar arriba
5. Sal de tu zona de confort y pinta cosas diferentes
Ana Isabel
Ana Isabel Pérez Soto cursó la carrera de Diseño Industrial, pasó un año en el ITESO de Guadalajara y el resto en la Ibero Torreón. Le encanta su profesión, pues la aplica en todo lo que hace y siempre está en constante búsqueda de cursos para seguir aprendiendo de arte y diseño.
En su vida personal se encuentra feliz, casada con Ricardo Rodríguez y actualmente se acaba de mudar a Ciudad Victoria, Tamaulipas, donde abrió su propia academia de arte.
Confiesa que su pasión por el arte empezó desde que tiene memoria: primero acompañando a su mamá a dar sus clases, después tomándolas ella misma, hasta terminar dando clases en la academia.
“Siempre tuve el ejemplo de mi abuelita Carmen que pintaba todo el tiempo, ella se enfocaba en pintar cosas súper realistas y eso me impresionaba. Mi tío Alonso de Alba es un gran ejemplo con su carrera artística, al igual que otros de mis tíos y primos, que son pintores o músicos”, agrega.
Para Ana Isabel, haber trabajado con su familia fue maravilloso: “porque convivimos mucho más, todos tienen diferentes profesiones y eso nos complementa, pero estamos en el mismo canal y buscamos los mismos intereses”, asegura.
Finalmente, indica que su meta es seguir pintando, mantener la academia creciendo y desarrollando nuevas ideas y proyectos.
Sus indispensables en la pintura
1. Buenos pinceles
2. Paleta o godete para preparar tus colores
3. Vaso de agua o solvente (depende de las pinturas que estés usando)
4. Una superficie para pintar (puede ser lo que sea)
5. Trapito
Créditos:
FOTOS: JESÚS MARÍN FOTOGRAFÍA @CHUY_MARIN_FOTO
M&H: BENDITA 22 SALÓN @BENDITA22
LOCACIÓN: ACADEMIA LA PINTURA
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