Experimentar vidas ajenas fue una de las convicciones que impulsaron a Gaby Mellado para incursionar en el mundo de la actuación desde muy temprana edad, una idea que se fue alimentando al mantener un gusto por la lectura donde lograba cierta aproximación con cada personaje.
Con tan solo 14 años se mudó junto con su familia desde su natal Veracruz a la Ciudad de México para iniciar su preparación profesional, y aún siendo integrante del Centro de Educación Artística de Televisa se le presentó la primera oportunidad dentro de la telenovela En Nombre del Amor.
“Cuando llegas a un set es teoría aplicada, era la primera vez a un nivel profesional y me di cuenta de que tienes que manejar muchas cosas en escena como las cámaras o el apuntador, estuvo lleno de aprendizajes”, platicó sobre su debut en pantalla chica resaltando lo agradecida que ha estado siempre por la confianza que le tuvieron.
Una vez egresada del CEA consiguió una nominación dentro de la categoría Mejor Actriz Juvenil en los Premios TvyNovelas por dos años consecutivos gracias a su trabajo en Zacatillo y en Amorcito Corazón, experiencia que la acercó más al gremio artístico.
Con el deseo de seguir aprendiendo dentro de esta rama artística, en el 2015 se trasladó a Los Ángeles, California para estudiar actuación, coyuntura que la hizo instruirse a lado de un coach que ha trabajado con figuras como Meryl Streep y Natalie Portman.
Durante los últimos años Gaby se ha enriquecido con cada una de las mujeres que ha encarnado para las producciones en la que ha colaborado, siendo algunas de las más entrañables Ana Perla Sánchez con la que compartió la pasión por la vida, Soledad “Solita” Olivares con la que aprendió el lenguaje de señas y Clara Ochoa, personaje que este 2021 vemos en la telenovela mexicana La Desalmada.
“Es una chava que viene de un mundo oscuro pero decide no quedarse en ese pasado; tendrá una transformación muy bonita a una mujer fuerte que ya no le da miedo enfrentarse a esos errores”, confesó y añadió que el reto mayor fue estar luchando con sentimientos de culpa, desesperación o vergüenza que demuestra el personaje envuelto en temas de prostitución y trata de personas.
La historia que representa guarda un importante mensaje para todas las mujeres cargado de fortaleza, motivación y valentía donde persiste la noción de no avergonzarse de lo que te haya pasado en algún momento de tu vida para no conformarse con lo que nos lastima.
También celebra que pertenece a la generación de actrices que están logrando cambiar los estereotipos de belleza al poseer cuerpos reales y sanos, priorizando siempre el talento con la adaptabilidad que se requiere para cada papel.
En próximos meses la seguiremos viendo en la obra de teatro El Marido Perfecto que posiblemente salga de gira por el país, y en una película que tentativamente se estrenará en el mes de noviembre, compaginando su carrera con proyectos de emprendimiento y las clases que brinda de indoor cycling.