Ni todo el maquillaje puede ser más hermoso que tu belleza natural. Tus pecas, tus labios finos, tu piel morena, todo te hace única. Poco a poco hemos comenzado a ver como el modelaje se aleja del estándar para abrirse a la diversidad de la humanidad y mostrarnos que existe algo más allá del estereotipo que nos han enseñado por décadas. Este es el caso de Xueli, una joven albina proveniente de China que se ha robado los reflectores del mundo.
Su historia comienza tristemente en un orfanato cuando fue abandonada por sus padres, quienes decidieron dejarla por su apariencia física; el personal del lugar la bautizó con el nombre de Xueli, Xue significa nieve y Li, hermosa. Por suerte solo estuvo tres años aquí, pues fue adoptada por una familia que la llevó a vivir a Países Bajos.
En China ven al albinismo como una maldición, pero no lo es, más bien es una condición genética que provoca una falta de pigmentación en la piel y el cabello que hace que sean extremadamente pálidos y por consiguiente sean susceptibles al sol, además de tener una vista sensible. Esta creencia ha llevado a las familias de China a abandonar a sus hijos, encerrarlos o teñirles el cabello de negro para disimular su apariencia.
Sin embargo fue este aspecto el que la llevó a convertirse en modelo, protagonizando más de una campaña publicitaria de reconocidos diseñadores, incluyendo aparecer en la revista Vogue a sus 16 años.
Cuando tenía 11 años inició en el modelaje, todo por simple casualidad. Su madre adoptiva estaba en contacto con una diseñadora proveniente de Hong Kong que se encontraba trabajando en una campaña llamada “Imperfecciones perfectas”, que incluía ropa elegante para su hijo, quien tenía labio leporino y buscaba que Xueli se integrara.
A partir de entonces todo cambió, comenzó a ser invitada a sesiones de fotografía y al poco tiempo se sumó a las filas de Zebedee Talent, una agencia de modelos que busca visibilizar a las personas con discapacidades en la industria de la moda.
En el modelaje, tener una apariencia inusual es toda una bendición, para ella esta es una herramienta para hacer conciencia sobre el albinismo, alzar la voz para decir que no se trata de una maldición, sino de un desorden genético. La joven de 16 años busca que sean mostradas como personas y no como ángeles o fantasmas.