Wendy Cabrera es una mujer que desafía los estereotipos, pues cuenta con más de 15 años de experiencia en la industria pecuaria, forjando un camino de éxito y respeto en un sector tradicionalmente liderado por hombres.
Pero más allá de sus logros empresariales, la empresaria se describe como una mujer de familia, con el corazón bien plantado en su hogar, en sus tres hijos y en su esposo, a quien considera su “roble” y su mayor pilar.
Wendy Cabrera es una mamá genial
Wendy considera que desde pequeña ha sido una persona tenaz, soñadora, llena de amor y alegría. Aunque ha tenido momentos que la han marcado, su fe y amor siempre han estado presentes. Su historia de maternidad es tan profunda como conmovedora: “Ser mamá fue un regalo que me llegó de una manera hermosa”, comparte.
Cuando Wendy se casó con Mario Rigel, llegó a su vida Hannia, una pequeña de tan solo cuatro años de edad: "Desde ese momento, no tuve dudas, era mi hija, mi primera hija. Hannia ha sido una bendición. Crecimos juntas, aprendimos juntas, y hoy, el verla con 17 años me llena de orgullo”, dice con una amplia sonrisa.
En 2016, un nuevo amor llegó a su corazón: Rigel, su hijo varón, un niño muy esperado por toda la familia y con el que afirma: “Viví la experiencia de la maternidad desde otra perspectiva. Ser mamá de un niño me enseñó nuevas formas de amar, desde la etapa de gestación y su nacimiento".
Pero la vida le tenía preparada una sorpresa más, hace 11 meses llegó la pequeña Helen, una bebé que vino a completar esta familia “muégano”, como ellos mismos se definen, ya que les encanta estar juntos en el día a día, disfrutar la sobre mesa, platicar mucho, las vacaciones, las comidas, las pequeñas escapadas, todo es planeado como equipo y, lo más importante, disfrutan cada momento unidos.
Conoce a una empresaria exitosa
Además de ser mamá y esposa, Wendy lidera con pasión su empresa transnacional dedicada a productos alimenticios en el ramo de los alimentos para ganado y camarón. Con más de 15 años de experiencia en el mundo ganadero, destaca la calidad superior y precios competitivos: “Siempre busco innovar. No se trata solo de vender, sino de dejar huella”, asegura.
Actualmente, está a punto de lanzar un nuevo producto creado bajo su propia marca, con tecnología de punta y en la misma rama. Además, comparte uno de sus sueños a futuro es fundar un centro para niños con discapacidad intelectual: “Quiero ayudar a la educación de los niños, que son el futuro. Ese es uno de mis grandes sueños”, comparte con emoción.
Wendy cree firmemente que la fe y el amor son los motores de su familia. Su meta como madre es tener hijos felices, apasionados de hacer lo que les guste y con valores firmes: “Quiero que amen a Dios, que hagan lo que los llene y vivan con propósito”, agrega.
Además del trabajo y la familia, encuentra tiempo para sí misma, ya que es amante de la gastronomía, los buenos vinos y la convivencia social. Se define como una mujer muy amiguera, ya que le encanta compartir, reír, disfrutar y aprender de otros. Para ella, el dinero no es un fin: “El dinero sirve para hacer felices a quienes amas, si no, ¿para qué?”, reflexiona.
Finalmente comenta: “Estoy agradecida con la vida por cada etapa, por cada aprendizaje. Hoy, más que nunca, me siento plena”, concluye.
Créditos:
FOTOS: JOS ALVAREZ @ JOSALVAREZB
M&H: SOFÍA VALDÉS MUA @SOFIAVALDES.MUA