Una de las muertes más impactantes de este 2021 fue la del cantante mexicano Vicente Fernández, quien falleció el pasado 12 de diciembre a sus 81 años tras ser hospitalizado debido a una inflamación en sus vías respiratorias.
“El Charro de Huentitán”, como era conocido, dejó un gran legado en el mundo de la música que lo colocó como un ícono de la música ranchera.
En sus últimos minutos de vida, el cantante estuvo rodeado del amor y cariño de sus hijos y su esposa Cuquita Abarca.
"Estaba toda la familia reunida y rezamos, le puse los santos óleos. Yo se los puse cuando llegó al hospital y cuando se fue, o sea, ocho horas antes o nueve, algo así, de que Dios lo llamara, porque fue el día 12, muy significativo", mencionó el sacerdote Óscar Sánchez Barba, quien estuvo presente en hasta el último minuto del “Charro de Huentitán”.
El religioso aseguró que Vicente Fernández y su familia mostraron ser personas de fe al despedirse tranquilamente del cantante, especialmente su esposa María del Refugio Abarca, quien fue un ejemplo de fortaleza.
"Estaban los nietos y le decían: 'ahora le vas a cantar en el cielo a Dios'... son momentos muy fuertes que tuve el privilegio de estar ahí porque ellos me llamaron. "Yo creo que estaba consiente porque le hablaban al oído y él hacía señas de que entendía. Por ejemplo, Cuquita le decía: 'vámonos a casa' y él hacía con la boca 'casa', 'te amo', fue un momento muy fuerte", mencionó el sacerdote.
¿De qué murió Vicente Fernández?
Los problemas de salud del cantante comenzaron en agosto tras sufrir una caída en su rancho Los Tres Potrillos que le ocasionó un traumatismo raquimedular en la columna cervical, por lo que estuvo varios días en cuidados intensivos y sedado. En septiembre se confirmó que Vicente Fernández padecía el síndrome de Guillain-Barré, que causa debilidad y hormigueo en el cuerpo, principalmente en las extremidades.
Aunque el cantante se recuperó por un tiempo y los médicos reportaban su estado de salud estable, tenía que permanecer en observación médica, rehabilitación física y pulmonar, y se alimentaba por una sonda gástrica.
En noviembre le fue retirada la ventilación mecánica y parecía que todo iba mejorando; sin embargo, tuvo una recaída que lo regresó al hospital donde el pronóstico ya no fue favorable pues sus vías respiratorias estaban inflamadas.
Fue el 12 de diciembre, a las 6:15 horas, cuando se dio a conocer el fallecimiento del “Charro de Huentitán”.