Con cada rescate, Vannia se llena de puras cosas buenas. “Todo lo que ayudo, tarde o temprano se me regresa”, asegura. Ella recoge perritos callejeros por satisfacción personal. Siempre ha sido así, pero ahora lo ha llevado a la formalidad, como una forma de vida, como su vocación.
Desde hace cinco años, participa con la agrupación Hopeful Pachuca. Al principio solo apoyaba a los refugios, pero ya tiene el suyo, lo llama santuario. Está a tope, su capacidad máxima es de 16 inquilinos. “Cuando hay muchos perritos, no les puedes ofrecer la atención que requiere cada uno, por eso tengo ese número máximo”, explica.
De esos 16, cuatro son de Vannia, ya no están en adopción. Entre ellos está Giorgio, quien la acompañó en este shooting por el centro de Pachuca. Pero su favorita es Acadia. “A ella la rescaté súper chiquita, bebé; básicamente la crié, le di mamila, fórmula, papilla”, recuerda.
Cada rescate tiene su complejidad, pero el más difícil para ella fue el de “Los Tabachines”. Así los nombró, porque los encontró en la calle Tabachines de Villas del Álamo. “Eran perros que habían sido abandonados desde hace meses. Fue muy complicado porque estaban en un domicilio. La rehabilitación costó mucho, eran perros agresivos, se comían su popó. Al final todos tienen un hogar y están en buenas condiciones”, cuenta.
El santuario lo sustenta prácticamente con sus propios recursos, con las ganancias de su empresa DogSpa. “Nació precisamente para generar el recurso que necesitamos para croquetas, el mantenimiento del lugar, etc”, indica. Sí hay donatarios, pero son esporádicos, depende de qué tan visible sea cada rescate.
Por eso Vannia tiene su estrategia en redes sociales, principalmente en Instagram, en donde está creando una comunidad importante. Su meta es tener muchos seguidores para conseguir donativos y poder aligerar la carga que significa dar bienestar a estos animalitos.
Ella usa su belleza como ventaja: genera tráfico, sube contenido de su vida privada y aprovecha para concientizar. No se considera influencer, no es el objetivo; pero sí quiere generar una comunidad consciente de que el maltrato animal existe y que se puede aportar y sumarse a la causa.
“Por lo que me han dicho, creo que sí hemos tenido impacto. Las personas se acercan mucho a decirme: Muchas gracias, eres una inspiración, por ti empecé otra agrupación. Creo que al final si se genera conciencia sobre lo que pasa”, dice.
OTROS FRENTES
Vannia también pertenece a la Red Mundial de Jóvenes Políticos, en donde es coordinadora estatal de Cuidado y Protección Animal. Además, es miembro activa del Club Rotaract Valle de San Javier, funge como directora de Proyectos de Servicio al Club. “Ahí ando haciendo de todo un poco, todo con el objetivo de sumar a esta causa del bienestar animal”, explica.
En Rotaract, su función es básicamente tener iniciativa para generar proyectos, eventos y redes de apoyo. Hace apenas unos días, la nueva presidencia tomó protesta, y se esperan grandes cosas de esta nueva generación. “Todos somos jóvenes con muchas ambiciones, cada quien con su tema. Me encanta estar en este tipo de proyectos, en donde seamos varios los involucrados en generar un cambio.
“No perseguimos algún fin político, lo que buscamos es sumar, ayudar. Estamos muy decididos a hacer mucho por Pachuca y por Hidalgo”, comparte. “Muchas veces nos quejamos de la situación en la que como estado y país nos encontramos, pero muy pocos estamos dispuestos a generar un cambio”.
“Sé el cambio que reclamas”.
CONÓCELA MÁS
1. Le encanta dibujar, sobre todo con técnica de acuarela.
2. Ama los carros, le gustan los arrancones.
3. Su auto favorito es el Mustang, en todos sus modelos.