“La verdadera guerra no está allá afuera, sino dentro de nosotros. Ese vacío, los cambios en las dinámicas familiares, el no saber qué hacer con tu vida y toda esa lucha que está teniendo el ser humano por sentirse bien son una batalla constante.
Pues todos llevamos una vida tan acelerada que, forzosamente, requerimos del celular para estar entretenidos, aunque en realidad eso es solo un distractor de la gran oportunidad que tiene la humanidad de despertar...
Debemos entender la importancia de conectar espiritualmente con nosotros mismos y con los demás, y asimilar que, por medio de la espiritualidad y de esta inteligencia que fluye en todos los seres humanos, es como realmente podemos vernos como una sola conciencia y un solo mundo, pues lo que me afecta a mí también le va a afectar a todos los que me rodean.
Soy muy respetuosa en lo que las personas deciden creer, pero, en mi caso, no encontré en la iglesia la satisfacción y la plenitud que necesitaba. Sentí que no había la suficiente información, me faltó una guía para realmente poder experimentar un cambio dentro de mí y encontrar la fe.
Sentía que verdaderamente era posible cambiar mi vida, ser feliz y transformar la carencia en abundancia, por ejemplo; pero lo que en el fondo buscaba era espiritualidad, no religión. Y la encontré.
Yo la llamo energía crística porque, al final, la energía de Cristo son enseñanzas basadas en el amor, el agradecimiento y la aceptación... Tú no puedes manifestar una nueva vida desde el enojo, el victimismo o la agresión, así que, primero, tienes que sanar, contar tu pasado, pero no de una manera trágica, sino de una forma agradecida.
Hay que dar gracias por todo lo que te ha sucedido, pues eso es lo que te ha llevado a este momento... De ahí mi deseo de que todos empiecen a percibir, a darse una oportunidad de eliminar todos esos tabúes que hemos dejado crecer en nuestra mente y que comencemos a sentir esta energía, porque va a tener un profundo impacto en nosotros”, nos compartió la fundadora de la plataforma Zertú.
¿Qué es la energía crística?
Es una energía que nos eleva a la vibración, que eleva tu pensamiento hacia el agradecimiento en lugar de quejarte de las circunstancias que han sucedido en tu vida, y empiezas a ser agradecido por ello. Te empiezas a dar cuenta cómo marcaron tu existencia, cómo te llenaron de fuerza, de valentía y de claridad.
Me llama la atención que hablas sobre cómo esta energía crística no tiene que ver con religión. ¿Qué es para ti la religión y cómo esta práctica es independiente de la creencia religiosa?
Bueno, las religiones fueron inventadas, creadas por los hombres. El maestro Jesús nunca habló de una religión. Su única religión es el amor. Nosotros confundimos la religión con espiritualidad y no tiene nada que ver. Sí, Jesús es un símbolo del cristianismo, del catolicismo, pero no tienes que ser cristiano para poder creer en la energía de Cristo. Para mí había mucha falta de información y de guía para que realmente pudiera haber un cambio en mi ser y pudiera existir la fe, este poder de creer que es posible cambiar tu vida, que sí es posible ser feliz y que es posible transformar la carencia en abundancia. Por eso le puse energía crística, porque la energía de Cristo son enseñanzas basadas en el amor, en el agradecimiento y en la aceptación. A veces el alma está llamándonos para que pongamos atención, para que entremos en nosotros y descubramos y expandamos esta luz. Entonces, si esto que estoy hablando te resuena en los oídos, es que esto es para ti. Permítete esta oportunidad de conectar contigo, de sanar tu pasado, de volver a empezar, De tener un nuevo inicio en tu vida y de saber qué quieres, hacia dónde vas y qué es lo que necesitas manifestar.
¿Cómo se puede aprender más de la energía crística?
Si bajan la aplicación gratuita de Zertú en el App Store pueden encontrar prácticas, rituales, talleres y el manual de la energía crística. Si esta luz te llama la atención, no es casualidad pues las casualidades no existen. La luz siempre está en nuestra vida y está en nuestra alma, no es algo afuera de nosotros.