Valeria Villarreal es una apasionada del séptimo arte, cuya dedicación la ha llevado a convertir un simple pasatiempo en una profesión dedicada a capturar emociones de manera fílmica en bodas.
Valeria, el camino del fotógrafo viene con sus propios desafíos, ¿qué pasaba por tu mente cuando decidiste adentrarte en este mundo, más allá de simplemente considerarlo como un negocio?
Siempre fue para mí una actividad muy natural, era un hobby que yo tenía desde chiquita, ahí nació esa pasión. Mi amor por el cine y las películas contribuyó enormemente a esta inclinación. Para mí, el mundo del cine es simplemente fascinante, el poder crear y expresar emociones a través de videos es una experiencia gratificante. Tomando en cuenta que estas capturas de videos son más que simples imágenes en movimiento, son recuerdos vivos, momentos únicos en la vida.
A medida que el tiempo avanzaba, ¿qué te impulsó a hacer la transición de la fotografía a convertirte en una cineasta de bodas?
La verdad es que siempre fue algo que tuve en mente, me fascinaba la idea de hacer videos de boda. Sabía la responsabilidad y compromiso que esto representa, por eso me empecé a capacitar desde hace varios años, así que me hice de experiencia y con el mejor equipo de video para ofrecer la mejor calidad siempre.
Comenzar a hacer bodas fue como esa idea que pensaba ‘que increíble hacer eso algún día’, hasta que viví mi proceso personal y todo lo hermoso que es ser parte de cada momento, decidí compartir mi visión.
¿Cuáles fueron tus primeros trabajos y cómo lograste ganarte la confianza de las personas? A menudo, al ser novato en la industria, es común enfrentar dudas sobre nuestro trabajo, ¿no es así?
Estudié Ingeniería en Innovación y Desarrollo, en el Tec de Monterrey, y Journey Films comenzó como un proyecto que me permitía expresar mi creatividad. Tras graduarme, comencé a trabajar en una empresa de tecnología, donde asumí una gran responsabilidad. Dedicaba mi máximo esfuerzo a ese trabajo, sin saber en qué momento Journey Films se convertiría en mi profesión principal.
La primera vez que hice un video de luna de miel era porque a mí me encantaba regresar de mis viajes y hacer videos de estos, me pidieron hacer uno y poco a poco empezaron a pedirme cada vez más. Realmente mis clientes, que muchas de ellas comenzaron por ser de mis amigas, fueron las que me impulsaron muchísimo a seguirlo haciendo, valoraban mucho mi trabajo y siempre obtuve comentarios muy positivos sobre estos videos.
Cuando regresé de mi luna de miel, decidí renunciar a mi trabajo para enfocarme de lleno en Journey Films. Ahí fue cuando la idea de hacer videos de boda se volvió más real y tenía una sensación muy positiva que estaba en el camino correcto.
“Estar presente en el día más feliz que vive una pareja y ser parte de este recuerdo, es realmente un honor, es algo que no tomo a la ligera y que siempre lo voy a dar todo con mucho cariño y profesionalismo”.
¿Cómo fue para ti ingresar al mundo de las bodas y, más importante aún, cómo lograste destacarte y marcar la diferencia?
Fue muy interesante dar este paso, cuando me sentí realmente ya preparada para hacerlo, no dudé y algo muy padre que me pasó fue que la primera persona que me habló, fue la misma primera que me contrató. Siempre intento ponerle mi sello, algo que creo que destacó en mis videos es la edición, es algo que me apasiona poner de mi identidad en cada trabajo.
Basándonos en tu trabajo, notamos un estilo distintivo que emplea filtros y una estética cinematográfica, ¿cómo describirías tu enfoque y tu obra en base a esta característica?
Mi personalidad va en hacer videos cinematográficos, sin perder la esencia tradicional de lo que para mí representa un video de boda. Siempre estoy en búsqueda de las nuevas tendencias que pueden llamar la atención, claro, sin perder lo clásico y dándole mí toque personal basándome en la historia de cada pareja.
Al ser amante del cine, para mí ver una película es estudiar cada escena: los colores, las transiciones, la música, los efectos, los sonidos, realmente me fijo en todo para seguir siempre innovando en mis videos.
Considerando tu pregunta anterior, ¿te sometiste a algún estudio especializado o diplomado para perfeccionar tus habilidades y lograr un enfoque más cinematográfico en tu trabajo?
El primer curso de foto y video que tomé fue en Nueva York. Desde entonces, he continuado mi educación participando en varios cursos de edición y producción. Actualmente, estoy por iniciar un nuevo curso en línea de cinematografía en London Film Academy, lo que representa una emocionante etapa en mi trayectoria profesional y me tiene muy entusiasmada.
Finalmente, ¿cuál es el significado más profundo que Journey Films tiene para ti?
Journey Films se ha convertido en parte de mi identidad y es un reflejo de muchas cosas muy bonitas que han pasado, que me han ayudado a transmitir esa felicidad y de las que me siento muy agradecida en mi vida. Agradecida con mi esposo, mi familia, mis amigos y, sobre todo, todos los que han confiado en mí, espero poder seguir siendo parte de muchos más momentos.
Conoce su trabajo
Instagram | @journeyfilms.vvr