La armonía entre la naturaleza, la creatividad y el bienestar se conjuntan en esta edición, donde conocemos la historia de Valentina Cristante, quien a través de la expresión artística y el amor por la vida, nos habla sobre su trayectoria y cómo la fotografía ha sido un pilar fundamental para encontrarse con si misma; y para esta sesión, nos trasladamos a un santuario ubicado en Valle de Bravo, donde el ambiente sereno nos conectó con el entorno.
Curiosa y creativa, Valentina siempre busca encontrar la belleza en lo cotidiano y crear a partir de ella. El lente es uno de sus aliados, a través del cual busca transformar e inmortalizar la belleza de lo natural y transmitirla a través de imágenes. Al inicio de su carrera como fotógrafa profesional le costaba mucho encontrar un lugar donde sentirse cómoda, hasta que empezó a trabajar haciendo sesiones con caballos en el Caballie Club Ecuestre, hipódromo en el que entrena a día de hoy. Allí pudo enriquecerse como profesional y tuvo la oportunidad de conocer a muchas personas.
Su pasión por la equitación comenzó cuando tenía alrededor de 11 años, siempre le habían gustado los caballos, pero nunca había tenido la oportunidad de convivir con ellos. “Después de tomar una clase de equitación, quedé enamorada de la conexión que se establece entre el caballo y su jinete; sin embargo, tuve que dejar de entrenar poco después, y retomé la práctica hace algunos años. Para convivir con los equinos, es crucial desarrollar un vínculo físico y emocional con ellos, este proceso te enseña que el respeto debe ser recíproco, lo que construye una conexión profunda y una armonía tanto contigo mismo como con el entorno”, comentó.
“A través de esta experiencia, comprendes que el caballo no es simplemente un objeto de entrenamiento, sino tu compañero, e implica comprender sus necesidades y comunicarle las tuyas de manera clara”, dijo. Otra de las actividades mediante la cual encuentra paz y armonía es la música, pues le gusta tocar la guitarra y expresarse a través de melodías que la conectan con el mundo que la rodea. “Mi interés por este instrumento surgió cuando mi hermana mayor se compró su primera guitarra.
Comencé a buscar los acordes más fáciles y aprendí por mi cuenta. Años después, conocí a quien hoy es mi mejor amiga, Emma, quien me enseñó nuevos punteos y me inspiró a continuar con mi hobby”, aseguro. Desde siempre, tuvo cierto gusto por las artes, pues se refugiaba en la pintura, la escritura y la fotografía, encontrando en ellas un lugar seguro donde podía expresarse a su gusto y forma, así que decidió estudiar Artes Visuales, un campo que le permite influir en el mundo en el que vivimos, donde puede expresarse de forma libre.
¿Qué te llevó a especializarte en fotografía de fauna y naturaleza?
Encuentro serenidad en la naturaleza, pero lo que me llevó a especializarme en fotografía de fauna y paisaje fue un libro de fotografía animal que encontré entre las pertenencias de mi mamá. En cuanto vi las fotos, quedé totalmente maravillada, como si fueran de otro mundo. Ahí me di cuenta de que si prestamos un poco más de atención a la naturaleza, encontramos su belleza en todas partes.
¿Qué deseas transmitir a través de las imágenes que capturas?
La vida en toda su complejidad y simplicidad simultáneas, así como las emociones cotidianas que a menudo pasan desapercibidas, dándoles su merecido reconocimiento y haciéndolas más tangibles.
¿Consideras que la fotografía de naturaleza te lleva a experimentar una armonía con ella?
Absolutamente, para capturar la esencia de la naturaleza, es crucial apreciar cada uno de sus detalles más mínimos; se trata de sumergirse en los sonidos y las texturas que nos brinda, de sentir la paz que emana. Fotografiar la naturaleza es conectar con nuestras raíces, con aquello que nos hace sentir plenamente vivos. Es también aceptar su frialdad y su carácter desafiante, tal como lo hacemos con la vida misma.
¿Podrías hablarnos sobre tu próxima galería que estás por inaugurar?
Es un proyecto que busca convertirse en un espacio multifacético para la expresión artística, y estará dedicado principalmente a promover y exhibir el arte local en todas sus formas. Además, planeo incorporar una sección especial dedicada a la fotografía, donde exhibiré mis propios proyectos fotográficos. No solo se trata de exhibir imágenes, también quiero explorar técnicas fotográficas antiguas y poco comunes, como la Cianotipia y el Antotipo.
¿Y qué temas deseas explorar en ella?
Mi enfoque estará en la fotografía de desnudos, buscando desafiar el tabú que lo rodea y promover una percepción más natural y menos morbosa. Quiero mostrarlo como nuestro estado más vulnerable pero también más auténtico, donde nos conectamos con nuestra feminidad o masculinidad, celebrando lo que nos hace únicos y nuestra conexión con nosotros mismos.
¿Cuál ha sido el mayor desafío en tu carrera?
Mi edad, aunque no tengo la misma experiencia que otros, he tenido que demostrar que tengo las mismas capacidades. Me esforcé por superar esto y demostrarme a mí misma que soy capaz de lograr lo que me proponga. Otro desafío ha sido la lucha contra la falta de creatividad, enfrentándome a veces al bloqueo mental; sin embargo, he aprendido a superarlo buscando inspiración en diferentes fuentes y perseverando en mi búsqueda de nuevas ideas.
¿Momento histórico que capturarías si viajaras en el tiempo?
Mi edad, aunque no tengo la misma experiencia que otros, he tenido que demostrar que tengo las mismas capacidades.
Me esforcé por superar esto y demostrarme a mí misma que soy capaz de lograr lo que me proponga.
Otro desafío ha sido la lucha contra la falta de creatividad, enfrentándome a veces al bloqueo mental; sin embargo, he aprendido a superarlo buscando inspiración en diferentes fuentes y perseverando en mi búsqueda de nuevas ideas.
¿Momento histórico que capturarías si viajaras en el tiempo?
La Convención de Seneca Falls, pues fue el primer congreso dedicado específicamente a discutir los derechos de las mujeres.
¿Lugar que aún no has fotografiado pero te gustaría?
El Serengueti, en Tanzania, por su asombrosa biodiversidad y paisajes únicos.
¿Experiencia que cambió tu perspectiva fotográfica?
Definitivamente, la primera vez que fotografié un combate de boxeo.
¿Historia detrás de tu foto más significativa?
Aquella que tomé de Vandor, uno de los caballos con los que entreno. Cuando lo soltamos en el ruedo, parecía que posaba para la cámara, saltando y relinchando con alegría, lo que me mostró su personalidad única y me inspiró profundamente.
¿Colaboración ideal para una serie de fotos?
Con Shaaz Jung, mi fotógrafo de fauna favorito.