Fue a finales de la década de los 90 que Matt Groening, el creador de algunas de las series animadas más populares en la historia, empezó con la creación de ‘Futurama’, la cuál, a pesar de que fue cancelada durante años, sigue teniendo un gran impacto hasta la actualidad, pero ¿te has preguntado cuál es la verdad detrás del episodio más desgarrador de la serie?
La misma se estrenó el 31 de diciembre de 1999 y se trata de la historia de Philip J. Fry, quien es un gentil repartidor de pizzas, pero esto lo lleva a caer en una trampa que lo hace regresar a la pizzería donde trabaja,por lo que recibe el año nuevo ahí; sin embarazo, por cuestiones del destino cae en una cápsula criogénica, lo que lo hace adelantarse mil años.
Es por ello, que el público empieza a ser testigo de la aventura que vive en la ciudad de Nueva York y obviamente, también en toda la galaxia a través de las bromas sarcásticas que tanto la caracterizan, agregando un toque apto para adultos, pues tiene violencia en diferentes tipos, así como doblaje en doble sentido.
El episodio más desgarrador de Futurama
Una de las creaciones más impactantes de la serie, es que, en el segundo episodio de la quinta temporada, el cual se llama Ladrido Jurásico, o Jurassic Bark, en inglés.
Fry se entera de que gracias a que un grupo de arqueólogos está en busca de algo importante, logran encontrar la pizzería en donde trabajaba, por lo que se dispone a investigar con Bender; y ahí logran encontrar restos de su mejor amigo, quien era su perro, mejor conocido como Seymour Asses, o Seymour Diera en latinoamérica.
Es por ello que tiene un flashback sobre todo lo que vivieron juntos y descubre que murió por problemas de su edad, a los 15 años.
Es gracias a que se da cuenta de que tuvo una gran vida después de que él se fue, que no decidió clonarlo, y es que se enteró de que encontró una familia que lo cuidó muy bien.
Sin embargo, lo más triste fue que se dio cuenta de que el can esperó durante 12 años, que regresara por él, pues lo encontró acostado en la entrada de la pizzería, hasta que murió, algo bastante similar a lo que ocurrió con Hachikō, el perro japonés.
La realidad es que para quienes han experimentado el dolor de perder a una mascota, es bastante triste; o incluso si no lo han hecho, pues ¿a quien no le causaría una tristeza profunda imaginar que algo así pase?.
La realidad es que es recordado como uno de los episodios más tristes de toda la serie, a pesar de que logran abordar temas bastante sensibles a lo largo de la misma, pero ¿ya lo habías visto?.