En los últimos años Luis Miguel se ha mantenido en el ojo de su público debido a las revelaciones de su vida privada en la serie de Netflix que protagonizó Diego Boneta, y aunque el cantante no ha dado a conocer nueva música, sus éxitos continúan reproduciéndose en diferentes plataformas digitales.
Otra de las situaciones que han dado de qué hablar ha sido su problema económico que aseguran ya quedó en el pasado, pero fue una difícil racha para el intérprete de “Ahora te puedes marchar”.
“El Sol”, como es conocido por su público, se mantiene nuevamente en una polémica al revelarse que no deja a sus empleados verlo. Esto salió a la luz luego de que una ex trabajadora del cantante asegurara que les indica que deben mirar a la pared cuando él está presente.
“Mi primer trabajo en conciertos fue Luis Miguel, imagínate. Empecé a trabajar con otra empresa que está ligada a Ocesa, que es empresa de conciertos…Como para prueba me dijeron ahorita estamos con Luis Miguel en su residencia que hizo en el Auditorio Nacional”, mencionó Ana Villarín.
La ahora tiktoker aseguró que el carácter de Luis Miguel es difícil, por lo que tuvo que firmar un acuerdo de confidencialidad que él mismo solicitó.
“Les puedo dar como, a grandes rasgos, pero detalles no, o sea, hasta tienes que firmar tu acuerdo de confidencialidad. Casi ningún artista te hace firmar eso, así que desde ahí red flag, pero te digo era mi primer trabajo, yo no sabía que no era lo normal, pero ya que empecé a ir con más artistas, más famosos aparte, capaz no en México, pero en el mundo, no te piden lo mismo y dices ‘mmm, qué extraño’“, dijo.
Ana Villarín aseguró que los empleados ya sabían qué posición tomar cuando Luis Miguel estaba por llegar.
“Algo que se me hizo… que yo nunca entendí, es que cuando llegaba Luis Miguel, que aparte llegaba tardísimo, por eso siempre empezaban tarde los conciertos, nadie podía estar viéndolo porque no le gustaba, entonces todos nos teníamos que voltear hacia la pared”, reveló.
Aunque en un principio Ana pensó que esto sería sólo en las primeras veces, después se enteró que así debería de ser durante toda la temporada de sus conciertos, algo que calificó como “terrible”.
“De verdad yo no entendía, era horrible, como de: ‘ya va a llegar, todos voltéense a la pared para que no lo vean’ y yo te juro: ‘no nos importan sus…’ y más ya es como el tercer día, o sea ya se pasó toda la emoción que podrías tener y paras el trabajo de todo el mundo, terrible”, recordó.