A sus 39 años y pese a las críticas por su edad, Sandra Sánchez logró colgarse la medalla de oro en la competencia de Karate de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, siendo éste el primer oro de la historia en la modalidad de kata, una exhibición de golpes y defensas sin combate con otro adversario.
Sandra se ha colocado como un ejemplo de perseverancia para sus seguidores, pues en un principio su carrera no fue sencilla y ella misma no creía que pudiera llegar hasta el punto donde hoy se encuentra.
Su pasión por el Karate lo descubrió desde niña, cuando a los 4 años, mientras sus papás la inscribían a clases de baile, ella sólo quería estar con su hermano, quien practicaba Karate.
"Siempre le tenía como referencia y, a partir de entonces, empecé a hacer Karate y nunca más lo dejé", mencionó la atleta el año pasado a la Federación Mundial de Karate.
Fue hasta los 33 años cuando logró ingresar a la Selección Nacional, pero las críticas por su edad seguían.
"Ganas el Campeonato de España y aun así hay un montón de gente a tu alrededor que te dice que eres mayor … dicen: ‘sí, le damos la oportunidad en este Europeo, pero si realmente no tiene una proyección a largo plazo, ¿de qué sirve?’ Menos mal que al final se arriesgaron", contó.
Sánchez viene ganando títulos en Europa desde hace seis años de forma consecutiva. En marzo de 2018 la Federación Mundial de Karate la reconoció como la mejor de todos los tiempos al llevar tres años como la número uno del mundo, lo que también la llevó a entrar en el Libro Guinness de los Récords por sus 35 triunfos consecutivos en la Karate 1 Premier League, entre enero de 2014 hasta febrero de 2020.
A sus 20 años, Sandra tuvo la oportunidad de entrenar en el Centro de Alto Rendimiento; sin embargo, debido al cáncer que sufría su mamá en ese momento, prefirió regresar a casa para cuidarla, haciendo una pausa en su carrera. Tras finalizar la carrera de Ciencias del Deporte, se mudó a Australia, donde dio clases de karate a niños en Brisbane y su pasión por este deporte volvió a surgir y volvió a España.
Ahí, conoció a Jesús del Moral, actual seleccionador nacional y karateca español reconocido, quien actualmente es su entrenador y esposo con quien hoy celebra el triunfo olímpico y cinco años de matrimonio.