Encontrar el balance y relajarse son algunos de los beneficios que ofrece la terapia de sonido. Conocida como sound healing, esta es una técnica cuyas frecuencias armónicas sirven como una herramienta de sanación y transformación que puede traer beneficios a nivel emocional, energético y hasta físico.
En nuestro país, una de las principales exponentes de esta disciplina es Paulina Landa, quien descubrió la terapia de sonido cuando buscaba embarazarse. En medio de la incertidumbre del proceso, los baños de sonido se convirtieron en una vía para reconectar con su cuerpo, calmar su mente y equilibrar sus emociones.
La experiencia personal de Paulina con el sound healing la llevó a especializarse y sumergirse de lleno en las propiedades de las frecuencias armónicas.
“Me certifiqué como terapeuta de sonido, empecé a estudiar, tomé cursos y fue algo que me acompañó durante todo mi embarazo, que me ayudó a relajarme, a conectar con mi bebé, a meditar y bajar el ruido mental de todas las preocupaciones”, comparte en entrevista la también yoga teacher training de Nike México.
“Nosotros somos energía, todo es energía y el sonido también es energía. Para que haya un sonido se requiere una vibración, entonces, cuando escuchamos sonidos armónicos, por ejemplo el de los cuencos, que es lo que principalmente se usa en la terapia, esa vibración se expande y todo nuestro cuerpo la recibe”, explica la experta, quien recomienda este tipo de tratamiento para aquellos que buscan mejorar su descanso y reducir el ruido mental.
La ciencia detrás del sound healing recae en las frecuencias sonoras, en cómo resuenan en el cuerpo y su poder transformador.
“Es como cuando echas una piedra en un estanque y se forman ondas, esa es la vibración. Cuando tocas el cuenco se empieza a expandir el sonido, choca con todo lo que encuentra y, por el principio de resonancia, hace que eso que lo escucha entre en la misma frecuencia. Si yo estoy muy alterada y escucho un baño de sonido, empiezo a autorregularme”, dice Paulina, quien también cuenta con estudios en reiki, tapping y otras técnicas holísticas.
“Lo que buscamos con una terapia de sonido con frecuencias armónicas es entrar en un estado de homeostasis, lo que significa médicamente que todo entre en armonía y todo funcione”, señala la especialista, quien destaca que es posible participar de estas sesiones en línea, a través de su web.
Para tomar un baño de sonido solo hay que recostarse en el piso, cerrar los ojos y concentrarse en respirar, mientras se escuchan los instrumentos. En sus sesiones, Paulina usa cuencos de cuarzo.
El gong, el arpa y la voz también pueden formar parte de las terapias. No deben faltar el agua, ya que ayuda a mantenerse hidratado y mover la energía, así como un propósito.
“Siempre es importante poner una intención, porque, junto con el sonido, es lo que nos va a ayudar a sanar. Puede ser dormir mejor, relajar el cuerpo, agradecer, conectar, liberar estrés... He visto muy buenos resultados, por ejemplo, en personas que tienen depresión y ansiedad, porque te lleva al momento presente”, indica.
Q&A con Paulina Landa
¿Para quién se recomienda la terapia de sound healing?
Es súper recomendado para personas que no duermen bien, para quienes sienten que sus mentes nunca están tranquilas y para quienes quieres bajar ese ruido mental. También a los niños les funciona muchísimo para irse autorregulando.
¿Hay alguna edad recomendada para asistir a un baño de sonido?
Lo que me gusta del baño de sonido es que no hay edad. Estando embarazada tocaba el baño de sonido y mi hija ha ido creciendo con el sound healing. No está contraindicado con ninguna edad y a los niños les fascina.
¿Hay contraindicaciones de este tipo de terapia?
Está contraindicado con personas con epilepsia porque ciertas vibraciones podrían detonar un ataque epiléptico, sin embargo, también conozco personas con epilepsia que toman baños de sonido. No te diría que hay un estudio específico, sin embargo, es bueno mencionarlo. En el caso de personas con una depresión muy profunda se recomienda que vaya de la mano de su terapeuta porque a veces entramos mucho en las emociones.
¿Con qué frecuencia recomiendas que una persona reciba baños de sonido para obtener los mejores resultados?
Yo les recomiendo que una vez a la semana tomen un baño de sonido, ya sea virtual o presencial. Y recomiendo diario escuchar un baño de sonido grabado. Estos baños de sonido pueden ser desde cinco minutos y también los puedes poner como de fondo, por así decirlo.
En Spotify pueden encontrar varios baños de sonido que he subido. Para hacerlos grabados es muy sencillo: Mi recomendación es acostarte o ponerte en una postura cómoda, cerrar tus ojos y llevar tu atención a la respiración. Cualquier pensamiento que llegue regresa a tu respiración, a inhalar y exhalar, porque así te vas metiendo en el momento presente mientras escuchas el baño de sonido. Algo importante es dejar el juicio de lado.
¿Qué consejos le darías a alguien que esté considerando convertirse en terapeuta de sonido?
Uno, que tome sesiones de baños de sonido para identificar también qué instrumentos le gustan. Saber qué instrumento es el que quieres aprender, es clave para identificar también con qué terapeuta te gustaría certificarte o aprender.
También el verlo como una herramienta personal, creo que eso es súper importante porque entre más lo veas como una herramienta personal, más lo vas a usar para ti, te vas a enamorar y vas a querer compartirlo. Yo la formación que doy la hago completamente en línea y eso me gusta muchísimo porque hay personas de otros lados del mundo o de otras ciudades y también te permite tener esta versatilidad de tomarlo en donde sea que estés. Eso a mí me gusta muchísimo.
Habiendo dicho eso, al ser online no le quita potencia a tu certificación, no tiene que ser presencial. En octubre vamos a tener la última certificación del año, de manera virtual, en www.paulinalanda.com.
Otra cosa que siempre les digo, es que hay que practicar, como todo, ya que aprendiste a tocar los cuencos, para poder dar sesiones, requieres practicar y conocer tu instrumento para sentirte cómodo tocándolo.