Fendi atraviesa por una pequeña renovación. No sólo no participará en la Semana de la Alta Costura en París en junio, sino que también está en camino una reorganización ejecutiva: el director ejecutivo de la marca durante seis años, Serge Brunschwig, pasará a desempeñar un nuevo cargo.
Este pronto se anunciará en LVMH, la matriz; su lugar en Fendi lo ocupará Pierre-Emmanuel Angeloglou, quien también conservará su cargo actual como director general del Fashion Group de LVMH (la división que alberga marcas como Pucci, Kenzo, Stella McCartney y Marc Jacobs).
Pero mientras surgen dudas sobre la dirección futura de Fendi en medio de cambios más amplios en LVMH, Silvia Venturini Fendi, miembro de la tercera generación de la familia Fendi y también directora artística de accesorios, ropa masculina y moda infantil, desea que el centenario de la compañía, que se celebrará oficialmente el próximo año, no se vea eclipsado.
Su línea de visión, hablando desde la sede de Fendi en Roma, es corta.
“Si tienes una idea, debes hacerlo de inmediato porque la moda cambia muy rápido. (Nos exige) vivir el momento. Si te fijas en nuestra historia y las cosas que hemos hecho, queda demostrado que siempre estamos abiertos a nuevas aventuras”, dice, refiriéndose a las colaboraciones recientes, con los productos totalmente vendidos, con la franquicia de juegos Pokémon y la marca de ropa urbana Fragment de Hiroshi Fujiwara.
“Y por el momento, tenemos esta celebración”. La celebración a la que se refiere Venturini Fendi es la nueva línea de siete fragancias de Fendi, presentada durante un evento de dos días la semana pasada en Roma.
El lanzamiento crea un nuevo punto de entrada para los clientes que, según ella, ya expresaron un claro interés por las fragancias. Y Fendi no se detendrá ahí.
“Creo que la belleza, incluidas las fragancias, el maquillaje y el cuidado de la piel, es muy importante hoy en día, muy relevante, y creo que también será genial. Pero veamos, empecemos con (el perfume)”.
Fendi es la cuarta marca de moda más importante de LVMH, de acuerdo con las estimaciones de HSBC, y sus ingresos provienen principalmente de accesorios y artículos de cuero, según los analistas (fue Venturini Fendi quien diseñó el Baguette de 1997, ampliamente considerado como uno de los primeros bolsos “it” del mundo).
Sin embargo, es una de las últimas casas propiedad de LVMH que no vende productos de belleza, lo que la convierte en una anomalía entre pares como Loewe, que lanzó su primer perfume en la década de 1970, y Celine, que reintrodujo fragancias en 2019 y lanzó su primer línea de cosméticos en marzo.
Anteriormente, la marca italiana autorizó licencias de fragancias como Fendi by Fendi, L'Acquarossa y Fan di Fendi.
“(Ellos) también tuvieron mucho éxito, pero con el tiempo los dejamos de producir”, dice Venturini Fendi, negándose a comentar cuándo cesaron la producción. Su último paso hacia la belleza marca “un nuevo capítulo” para Fendi, ya que sus nuevas fragancias de 300 euros se fabrican totalmente de forma interna, sin la ayuda de un socio de fabricación más grande como L'Oréal o Estée Lauder.
Una caja rectangular abierta con un diseño oscuro y una franja dorada alrededor de todos los bordes. Hay dos candados dorados en la tapa abierta. En el interior de la mitad inferior de la caja se pueden ver las tapas de tres botellas multicolores.