Ella es Silvia Pinal, la última diva del cine mexicano

PERSONAJES

A la reconocida actriz, empresaria, política, productora y diva del cine mexicano de 90 años de edad, se le ha nombrado como pionera del teatro de comedia musical y de la televisión en México. ¡Conoce su historia!

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Conoce más sobre la vida de la actriz Silvia Pinal, la diva del cine mexicano (Foto: Cortesía)

Silvia Verónica Pasquel Hidalgo, mejor conocida como Silvia Pinal, nació el 12 de septiembre de 1931 en Guaymas, Sonora. Sus padres fueron María Luisa Hidalgo Aguilar y Moisés Pasquel. Su papá era director de orquesta en la estación radiofónica mexicana XEW y su mamá trabajaba en una marisquería cerca de la estación de radio, quedando embarazada de Pasquel con tan solo 15 años de edad. Su padre no la reconoció y hasta que Silvia tuvo entre nueve y diez años de edad lo conoció. Por parte de su padre biológico, Silvia tuvo tres hermanos más: Eugenio, Moisés y Virginia. Sin embargo, Pinal nunca trató a la familia Pasquel.

Cuando Silvia tenía cinco años de edad, su madre se casó con Luis G. Pinal, un periodista, militar y político veinte años mayor que ella. Pinal reconoció a Silvia como su hija y la familia vivió en varias ciudades de México como Querétaro, Acapulco, Monterrey, Chilpancingo, Cuernavaca y Puebla, para finalmente establecerse en la Ciudad de México.

Desde niña, Pinal sentía fascinación por el espectáculo, pues además del cine y la música, le gustaba escribir y recitar poemas. Estudió primero en el Colegio Pestalozzi de Cuernavaca y luego en el Instituto Washington de la Ciudad de México. A pesar de sus aspiraciones artísticas, su padre la condicionó a estudiar mecanografía. A los 14 años de edad comenzó a trabajar en Kodak como secretaria.

Comenzó a prepararse tomando clases de ópera con una profesora particular y luego con el profesor Reyes Retana, con quien participó en montajes como Las hijas de Cádiz y Madama Butterfly.

Sus inicios

Su primer paso hacia la fama fue al participar en un certamen de belleza, donde obtuvo el título de Princesa Estudiantil de México. En su coronación conoció a los actores Rubén Rojo y Manolo Fábregas, con quienes entabló una estrecha amistad. Mientras estudiaba bel canto, Silvia entró a trabajar como secretaria en los laboratorios farmacéuticos Carlos Stein. En la academia de música, Silvia audicionó para conseguir un papel en la ópera La Traviata. Sin embargo, dicha audición fue un fracaso. Entonces su profesor la alentó para tomar cursos de actuación en Bellas Artes, donde fue alumna de figuras como Carlos Pellicer, Salvador Novo y Xavier Villaurrutia. Debutó como extra en una representación de Sueño de una noche de verano, de William Shakespeare.

Silvia continuó trabajando en la firma de productos farmacéuticos, en su departamento de publicidad. Su jefe, sabiendo que ella estudiaba actuación, le dio oportunidad de participar en la grabación de algunas comedias radiofónicas en la XEQ. Debutó en la comedia Dos pesos la dejada, junto a Luis Manuel Pelayo y Carlota Solares.

En la estación de radio conoció a unos publicistas, quienes la invitaron a formar parte de una compañía experimental. Debutó en dicha compañía con un papel en la obra Los caprichos de Goya. El director de dicha obra era el actor y director mexicano de origen español Rafael Banquells, con el que Silvia inició una relación laboral y una estrecha amistad que derivó en romance.

Debutó en el cine en 1949, con un papel en la cinta El pecado de Laura, donde trabajó junto a Rafael Banquells, su esposo en ese momento. Le siguió el filme Bamba, un pequeño papel en la cinta Escuela para casadas, y finalmente la película La mujer que yo perdí (1949). En ese mismo, participó en el filme, Mujer de medianoche. En 1950, fue elegida para participar en la cinta, El portero (1950). Ese mismo año le siguieron las películas; El rey del barrio (1950) y La marca del zorrillo (1950) con Germán Valdéz "Tin Tan".

En sus inicios, Pinal participó en pequeños roles co-estelares en varias cintas, pero recibió su primer reconocimiento importante, el Premio Ariel como actriz coestelar, por su actuación en la cinta Un rincón cerca del cielo (1952) dirigida por Rogelio A. González, donde trabajó junto a Pedro Infante. En 1952 actuó con Joaquín Pardavé, Fernando Fernández y Antonio Aguilar en las comedias Doña Mariquita de mi corazón y El casto Susano. También apareció con un pequeño rol en la cinta Si mi vida, protagonizada por Lilia Michel y Rafael Baledón y repitió mancuerna con "Tin Tan" en Me traes de un ala (1952).

Llega la fama

En 1953, Silvia firmó un contrato con los estudios FILMEX, de Gregorio Wallerstein, quién le dio sus primeros trabajos estelares en cintas como Reventa de esclavas (1953), junto a Antonio Aguilar, participando junto a estrellas de la talla de Lilia del Valle, Libertad Lamarque, Carlos López Moctezuma, entre otros.

Sin embargo, Silvia alcanzó el éxito y reconocimiento en 1954, tras participar en la cinta Un extraño en la escalera, dirigida por Tulio Demicheli, y protagonizada junto a Arturo de Córdova, quien quería como coestrella a la actriz italiana Gina Lollobrigida o a la rumbera cubana Rosa Carmina, pues desconfiaba de Pinal debido a su juventud, pero con el apoyo del productor Gregorio Wallerstein, Silvia se hizo un cambio de imagen para destacar su sex appeal, lo que la ayudó a que De Córdova le diera su aprobación. El rodaje tuvo lugar en La Habana, Cuba, y la película fue un notable éxito de taquilla que consagró a Pinal como primera figura del cine.

Otro director que supo aprovechar al máximo las capacidades histriónicas de Silvia, fue Alberto Gout. Pinal también filma nuevamente junto a Pedro Infante, pero esta vez como su coestrella, en la célebre comedia El inocente (1956), dirigida por Rogelio A. González. La popularidad y el éxito de Silvia Pinal en México le abren las puertas para trabajar en España e Italia, siguiendo el consejo de Tulio Demicheli.

Musa de Buñuel

La consagración internacional le llegó a través de una trilogía de películas que marca el final de la etapa mexicana del cineasta español Luis Buñuel. Con ayuda de su segundo esposo, el productor Gustavo Alatriste, buscó a Buñuel en España y lo convenció de filmar Viridiana (1961). Este, sin duda, es su filme más famoso. Fue coprotagonizado por Francisco Rabal y Fernando Rey, y resultó ganador de la Palma de Oro del prestigioso Festival de Cannes.

A pesar del éxito y prestigio del que goza la película, en su momento fue rechazada por la censura franquista de España y por el Vaticano, acusándola de blasfema. El gobierno español ordenó su destrucción. Solo la intervención de Pinal, quien huyó con una copia a México, salvó a la película y con ayuda de Salvador Novo, la exhibió en varias salas de cine.

Su segunda cinta con Buñuel fue El ángel exterminador (1962), que Pinal protagonizó con un reparto coral. La cinta también obtuvo el reconocimiento de la crítica a nivel mundial. En 2004, el New York Times la reconoció entre las mejores películas de todos los tiempos.

Su tercer y último proyecto con Buñuel fue Simón del desierto (1964).  En la cinta Pinal realizó el primer desnudo de su carrera, algo aún infrecuente en el cine mexicano y también el primer desnudo del cine de Buñuel.


Trabajos posteriores

Después de trabajar con Buñuel, Silvia regresó al cine. De este periodo sobresale la coproducción franco-italiano-mexicana Los cañones de San Sebastián, junto a Anthony Quinn y Charles Bronson. En 1967 Pinal filma Shark, junto a Burt Reynolds y dirigida por Samuel Fuller. Esta es la única cinta de Hollywood en la que Pinal ha aparecido. Pinal alcanzó un enorme éxito de taquilla con la cinta María Isabel (1968), basada en una popular historieta de Yolanda Vargas Dulché.

Entre finales de los sesenta y principios de los setenta, Pinal realizó principalmente cintas cómicas con coprotagonistas como Joaquín Cordero, Elsa Aguirre, Angélica María, Mauricio Garcés, Julio Alemán.

En 1977 protagonizó la polémica película Divinas palabras (1977), dirigida por Juan Ibáñez, cinta donde realizó un desnudo integral.

A fines de los setenta y principios de los ochenta, Silvia filmó algunas cintas en España, Italia y Argentina como parte de un proyecto de Televisa de unificar los mercados españoles y latinoamericanos. De este proyecto surgen las cintas El canto de la cigarra (1978), Dos y dos, cinco (1979), El hijo de su mamá (1979) y Carlotta: Amor es veneno (1980).

Después de diez años de ausencia en el cine, Silvia regresó en 1992 con la cinta Modelo antiguo, dirigida por Raúl Araiza. El declive del cine mexicano y la actividad de Silvia en la televisión y otros medios (como la política), hacen que prácticamente se retire de la gran pantalla. En los últimos años, sus apariciones cinematográficas se limitan a las cintas Ya no los hacen como antes (2002), de Fernando Pérez-Gavilán, y una breve aparición especial en la cinta Tercera llamada (2013), de Francisco Franco.

Productora teatral

En 1958, Silvia fue la responsable de producir en México la primera obra musical Ring, Ring llama el amor, dirigida por Luis de Llano Palmer y representada en el Teatro del Bosque de la Ciudad de México. Uno de sus más recordados trabajos en la comedia musical fue la versión mexicana de Mame, exitoso musical de Broadway, que gracias a su éxito, Pinal montó en tres ocasiones (1972, 1985 y 1989). En 1976 también protagonizó el musical Annie es un tiro.

En 1977, para conmemorara sus veinticinco años de carrera, Pinal montó su propio show de cabaret titulado ¡Felicidades, Silvia!. El show se presentó con gran éxito, primero en el centro nocturno El Patio y luego en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la Ciudad de México. La muerte de su hija Viridiana truncó el proyecto teatral Agnes of God, que protagonizarían juntas en 1982.

En 1988, en asociación con Margarita López Portillo, Pinal adquirió el Cine Estadio, ubicado en la Colonia Roma de la Ciudad de México, transformándolo en su propio recinto teatral, el Teatro Silvia Pinal, un espacio dedicado principalmente a la comedia musical y en el cual la actriz tuvo la libertad de montar sus propias producciones. El Teatro Silvia Pinal fue inaugurado en 1989 con la tercera representación del musical Mame, con Pinal al frente del reparto.

En 1992, Pinal adquirió el antiguo Cine Versalles, ubicado en la Colonia Juárez de la Ciudad de México y lo convirtió en su segundo recinto teatral, el Teatro Diego Rivera. El Teatro Diego Rivera fue inaugurado en 1991 con el montaje Leticia y Amoricia.

En 1996, Silvia regresa al teatro musical con la segunda versión mexicana de ¡Qué tal, Dolly!, al lado de Ignacio López Tarso. La última obra que Pinal estelarizó en su teatro anterior fue Gypsy (1998), protagonizada junto a su hija, la cantante Alejandra Guzmán.

Como productora, fue la responsable de realizar las versiones mexicanas de los musicales A Chorus Line (1989), Cats (1991) y La jaula de las locas (1992). En 2000, diversos problemas ocasionaron que cerrara el Teatro Silvia Pinal, el cual dejó de funcionar para convertirse en un templo religioso.

Pinal regresó al teatro en 2002 con el montaje Debiera haber obispas. Luego participó también en montajes como Adorables enemigas (2008) y Amor, dolor y lo que traía puesto (2012). En 2014, el Teatro Diego Rivera cambió de nombre para convertirse en el nuevo Teatro Silvia Pinal.

Señora de la Televisión

Silvia Pinal incursionó en la televisión desde su aparición en México. En 1952, participó en un programa de concursos televisivos con el actor Domingo Soler llamado Con los brazos abiertos, para eventualmente realizar los llamados televiteatros producidos por Manolo Fábregas. También participó en las telecomedias Teatro Bon Soir, uno de los primeros programas musicales de la televisión mexicana, producido por Luis de Llano Palmer. Allí fue donde Pinal introdujo por primera vez el uso del playback en la televisión mexicana.

A mediados de los sesenta, Silvia estelarizó su propio show cómico-musical en la cadena Televisa titulado Los especiales de Silvia Pinal. Cuando se casó con el actor y cantante Enrique Guzmán, ambos produjeron y estelarizaron el programa de variedades titulado Silvia y Enrique (un programa cómico-musical en el estilo de The Sonny & Cher Comedy Hour), el cual duró con éxito cuatro años al aire (1968-1972). El show televisivo también llevó a Pinal y Guzmán a realizar su propio show en cabaret. Una vez separada de Guzmán, Silvia continuó con su show de variedades titulado ¡Ahora Silvia!, producido por Miguel Sabido.

En 1968, Pinal hizo su debut en las telenovelas en Los caudillos, inspirada en los eventos de la Guerra de Independencia de México. La telenovela fue producida por Ernesto Alonso. Su segunda incursión en el género fue con la telenovela ¿Quién? (1973), producida por Guillermo Diazayas y basada en una historieta de Yolanda Vargas Dulché. Su coestrella fue el actor Joaquín Cordero.

En 1982, Silvia decidió producir sus propias telenovelas, siendo su primer éxito Mañana es primavera, último trabajo actoral de su hija Viridiana, antes de morir. En 1985 también produjo y protagonizó Eclipse, junto a Joaquín Cordero, Martha Roth y Ofelia Guilmáin. Eventualmente apareció interpretándose a sí misma en algunos capítulos de los melodramas Lazos de amor (1995) y El privilegio de amar (1998).

En 1985 se convierte en productora y presentadora del programa unitario Mujer, casos de la vida real. Esta producción fue todo un éxito y duró más de 20 años al aire. Se transmitió en México, España, Italia y varios países de Latinoamérica. El programa fue cancelado en 2007.

En 2000, Pinal fue convocada para suplir a Libertad Lamarque, tras su muerte, en la telenovela infantil Carita de ángel. En 2008, apareció con un pequeño rol en la telenovela Fuego en la sangre. En 2010, tuvo un rol estelar en la telenovela Soy tu dueña, junto a la actriz y cantante Lucero. En 2017, Pinal reaparece en las telenovelas en el melodrama Mi marido tiene familia (2017) y apareció también en la secuela de ésta, titulada Mi marido tiene más familia (2018). En 2009, Silvia volvió a la televisión para participar en un capítulo de la serie Mujeres asesinas. Además de las mencionadas telenovelas que protagonizó, Silvia también produjo los melodramas Cuando los hijos se van (1983) y Tiempo de amar (1987).

Asimismo, intentó adaptar para la televisión las novelas Mujeres de ojos grandes, de Ángeles Mastretta y Las niñas bien, de Guadalupe Loaeza. Por desgracia dichos proyectos no pudieron cristalizarse. También tuvo que desistir en producir la telenovela La bastarda.

En la Política

Pero no solo la actuación llenaría su vida, pues Silvia Pinal incursionó en el mundo de la política a raíz de su cuarto matrimonio, con Tulio Hernández Gómez, quien fue gobernador del Estado de Tlaxcala. Entre 1981 y 1987, Pinal fue primera dama de dicho Estado y se desarrolló como presidenta del DIF estatal.

Bajo este cargo, Pinal influyó en proyectos culturales, como la restauración del Teatro Xicohténcatl y la zona arqueológica de Cacaxtla. Como miembro del Partido Revolucionario Institucional fue elegida para diputada federal en 1991. Más adelante, se convirtió en senadora y representante de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal de México. En estos cargos, Pinal tuvo algunos logros, entre los más destacados se encuentran el conseguir que la Ley Cinematográfica contemplara el derecho de intérprete; trabajó en la Ley de Condominios y en la Ley del Turismo, hizo tareas en favor de la ecología, promovió la difusión de libros de teatro y luchó para que la Secretaría de Hacienda bajara los impuestos al teatro.

Desde los años cincuenta, Pinal participó activamente en movimientos sindicales de los actores. Fue parte de la planilla "Rosa Mexicano", fundada por Dolores del Río. Entre 1988 y 1995, Pinal se convirtió en dirigente de la Asociación Nacional de Intérpretes (A.N.D.I.) de México. Entre 2010 y 2014, Pinal también fungió como secretaria general de la Asociación Nacional de Actores (A.N.D.A.) de México.

Pinal también es la fundadora de la Asociación Rafael Banquells A.C., encargada de brindar ayuda, no lucrativa a los actores que lo necesiten. Como presidenta de la asociación, desde 1991 Pinal es la encargada de la entrega anual de los Premios Bravo a lo más destacado en música, cine, teatro, radio, televisión, doblaje y realización de comerciales durante el año.

Pinal tuvo problemas con la justicia en el año 2000 por problemas en su gestión como líder de la Asociación de Productores de Teatro (Protea) a principios de la década de 1990. Por este motivo la actriz vivió algún tiempo en Miami, Estados Unidos. Después de once meses, la actriz fue declarada inocente y volvió a México.

Vida personal

Silvia Pinal estuvo casada en cuatro ocasiones y procreó cuatro hijos. Su primer matrimonio fue con el actor y director Rafael Banquells, quién fue su primer novio formal y le doblaba la edad. Pinal se casó con Banquells en 1947 y su padrino de bodas fue Cantinflas. Pinal reconoce que su matrimonio a una edad tan temprana se debió en parte para escapar de la represión de su padre. La pareja se divorció en 1952. La hija de ambos, Sylvia Pasquel, más adelante consolidó una destacada carrera como actriz.

Su segundo matrimonio fue con el empresario y productor cinematográfico Gustavo Alatriste. Pinal ha revelado en numerosas ocasiones que Alatriste fue el amor de su vida. Silvia conoció a Alatriste en una reunión en casa de Ernesto Alonso cuando él estaba a punto de divorciarse de la actriz Ariadne Welter. Fue gracias a Alatriste que Pinal pudo realizar sus proyectos fílmicos con Luis Buñuel. El matrimonio concluyó en 1967 debido a infidelidades de Alatriste y problemas de negocios entre la pareja. Fruto de su relación con Alatriste nació una hija, la también actriz Viridiana Alatriste (nacida en 1963). Por desgracia, Viridiana falleció trágicamente en un accidente automovilístico al sur de la Ciudad de México en 1982, con tan solo 19 años de edad.

Su tercer matrimonio fue con el cantante y actor Enrique Guzmán. Pinal y Guzmán se conocieron cuando él acudió como invitado a un show televisivo conducido por Pinal. Se casaron en 1967 a pesar de cierta resistencia de parte de Pinal al ser 11 años mayor que su marido. Su matrimonio duró nueve años, en los que trabajaron juntos y procrearon dos hijos: la popular cantante Alejandra Guzmán (nacida en 1968) y el músico y compositor Luis Enrique Guzmán (nacido en 1970). Pinal y Guzmán se divorciaron en 1976, en medio de acusaciones de violencia intrafamiliar.

Su último matrimonio fue con el político, y entonces gobernador del estado de Tlaxcala, Tulio Hernández Gómez. La pareja contrajo matrimonio en 1982, pero se divorciaron en 1995.

Además de sus matrimonios, en distintos momentos de su vida, Pinal sostuvo diversos romances. En 1954, al filmar Un extraño en la escalera, Pinal se enamoró de su coestrella, el actor Arturo de Córdova. Otros de sus sonados romances fueron con el empresario Emilio Azcárraga Milmo, el actor egipcio Omar Sharif, el actor italiano Renato Salvatori y con el empresario estadounidense Conrad "Nicky" Hilton.

Con el paso del tiempo, Silvia Pinal se ha convertido en cabeza de una de las dinastías artísticas más famosas de Latinoamérica. Sus hijas Sylvia y Viridiana siguieron sus pasos como actriz. La menor de sus hijas, Alejandra, es una de las cantantes más populares de México. Su nieta mayor Stephanie Salas (hija de Sylvia), es actriz y cantante. Su nieta Frida Sofía (hija de Alejandra) ha iniciado una carrera en la música. Sus bisnietas Michelle Salas y Camila Valero (hijas de Stephanie), son modelo y actriz, respectivamente.

Mira el video donde Silvia Pinal revela a cuánto asciende su fortuna y quiénes serán sus herederos:



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