Aunque Shakira y Piqué están viviendo unas semanas de mucha turbulencia en sus vidas, la ex pareja ha protegido a capa y espada la integridad de sus hijos Sasha y Milan, a quienes educaron como toda una familia durante el tiempo que duró su relación.
La colombiana y el futbolista iniciaron relación hace 12 años y aunque nunca se casaron, sí vivían como marido y mujer, y así fue la forma en que criaron a sus hijos, quienes ahora podrían tener un futuro distinto al que tenían previsto, pues tras la separación de sus padres, ahora se está decidiendo quién se quedará con la custodia de sus pequeños.
Por un lado, el jugador del Barcelona planea que hagan su vida en Barcelona, sin embargo la cantante quiere dejar la ciudad cuanto antes e iniciar una nueva vida, aparentemente en Miami.
A pesar de que han manejado muy discretamente todo este asunto, sus hijos siempre estuvieron expuestos a los reflectores, pues ambos compartían frecuentemente algunas aventuras en familia, así como los logros de Sasha y Milan, y ha sido por medio de sus redes sociales que nos hemos dado cuenta cómo han crecido y el talento que han heredado de sus famosos padres.
Milan Piqué Mebarak
El primogénito de la pareja nació el 22 de enero de 2013 en Barcelona, España, y llegó a sus vidas dos años después de tres años de que se conocieran en medio de mucha expectativa sobre el destino de su relación.
En los últimos meses, la colombiana ha demostrado en sus redes sociales que su hijo mayor, de 9 años, ha heredado su talento en la música, pues toca muy bien el piano y la batería, pero también entiende muy bien el lenguaje de su padre en los deportes, ya que tiene habilidad para el surf y las artes marciales, además del fútbol, por supuesto.
De hecho, hace unos meses debutó como comentarista deportivo junto al famoso locutor Ibai Llanos.
Sasha Piqué Mebarak
El menor llegó el 29 de enero de 2015 y también nació en Barcelona, España. Sasha, al igual que su hermano mayor ha demostrado gran habilidad en los deportes y también toma lecciones de surf y artes marciales.
Con siete años de edad, el pequeño de Shakira y Piqué se perfila para seguir los mismos pasos de su padre, pues es un gran admirador del fútbol y juega baste bien con la pelota.