Aunque muchos pensarían lo contrario, ser soltero sale más caro que estar en pareja. Debido al gran costo que implica pagar un “date”, regalos de aniversario de noviazgo o matrimonio, detalles, etcétera, pareciera que podría llevar unos cuantos miles de pesos más; sin embargo, un estudio británico demostró que las personas solteras aunque consumen menos, gastan más que quienes tienen pareja.
La encuesta bancaria Lloyds Bank reveló que los solteros gastan 229.50 euros más que los emparejados. Esto se traduce a 2.735 euros al año; además su capacidad de ahorro es mínima.
Una de las razones de este caso, según especialistas, se debe a que la vida se nos “venden” de manera familiar, y para ello basta ver las ofertas de 3x2, menús compartidos, así como aquellas promociones para viajes románticos en pareja, entre otras.
Mientras que los solteros deben mantenerse por sí mismos, pagando solos la renta, comida y transporte; a los casados en México incluso se les brinda facilidades para comprar sus viviendas.
Por otra parte, entre los gastos que más tienen los solteros son en objetos de cuidado personal, comida rápida y mascotas, y en cuanto a alimentos ellos prefieren consumir a granel pues buscan la calidad; prefieren productos que cuiden el medio ambiente y llevar una vida saludable. Además, son un público fiel a las marcas que les brindan un servicio excelente sin detenerse mucho por el precio que paguen.
Pese a estas estadísticas, los ‘singles’ continúan al alza pues han dejado de ser vistos como los “solterones” que se quedaron para vestir santos, y ahora son vistos como visionarios y debido a que podrían tener mayor tiempo libre o compromisos, su tiempo lo invierten en negocios propios o viajes.
De acuerdo a datos del sitio Destinia, entre 2016 y 2018, antes de la pandemia del covid-19, los solteros viajaron más que las parejas, lo que significa que desembolsaron hasta un 79% más al Producto Interno Bruto (PIB).
El 47% de los solteros, según la agencia PHD, no se identifica con el modelo de familia tradicional que muchas campañas comerciales siguen difundiendo, pues prefieren gastar su dinero en ellos mismos y tienden a las compras compulsivas, lo que los convierte en un grupo poco interesado en el ahorro.