El confinamiento fue agridulce para Sandra Echeverría. Por una parte nos confiesa que la cancelación de proyectos debido a la pandemia le afectó, pero por el otro, pudo disfrutar más tiempo con el hijo pequeño que tiene con su esposo, el cantante Leonardo Lozanne, quien la apoyó mucho.
“Este año de pandemia lo he vivido como todos, con altas y bajas, con esa incertidumbre de no saber qué va a pasar, además de tratar de sacar a mi hijo adelante, mantenerlo entretenido, que siga aprendiendo y no se quede estancado en un nivel de educación fue difícil”, nos dijo en entrevista la compositora y cantante, quien a pesar de los retos que se presentaron al tener que componer en casa, aprovechó el confinamiento para trabajar en un nuevo álbum.
“Me encanta hablar del desamor y nos concentramos mucho en que las letras fueran realmente intensas, fuertes y muy feministas y empoderadas. Yo espero que las mujeres se sientan identificadas”, dijo.
Además habló de su sencillo “Desaparecer”, que lanzó recientemente. “Estoy muy emocionada y feliz, esta canción habla de las relaciones tóxicas que no te hacen nada bien, de las que te liberas y al final prefieres estar sola’’, explica la también actriz, que en los últimos años se ha abierto camino en la música.
En 2019 lanzó Instinto, un disco de covers de música ranchera que la llevaron a presentarse en escenarios de Los Ángeles y varias ciudades de México. Sandra nos contó que desde los nueve años se enamoró del mariachi gracias a su abuelita y que a los 14 ganó un concurso cantando ranchero, por eso aprovechó su regreso a la música para seguirse enfocando en este género.
“Tras Instinto me quedé emocionada y de repente viene la cuarentena, nos apagan todo y me quedé vestida y alborotada. No veo la hora de subirme a los escenarios y sentir esa emoción de cantar en vivo con el mariachi que no me lo da nada más”, agregó.