Más allá de ser una destacada actriz, empresaria, mamá y esposa, Salma Hayek es una mujer que se ama tal cuál es, y por ello ha confesado en público que nunca se ha hecho cirugías estéticas y que ama a sus arrugas.
En entrevista para medios internacionales, la protagonista de “Eternals” expresó lo que piensa sobre el someterse a tratamientos quirúrgicos para transformar la belleza, tales como son la rinoplastia, botox, inyección de labios, rellenos con ácido hialurónico, microneedling, entre muchos otros.
De hecho, la actriz veracruzana comentó en la charla con la productora y directora estadounidense Jada Pinkett Smith en Red Table Talk, que la menopausia le agrandó el busto de manera “natural” y no una cirugía estética, como muchos han rumorado al respecto.
Si bien a sus 55 años, Salma sigue manteniendo una figura y rostro impecable, resultado de llevar a cabo hábitos saludables así como usar productos para el cuidado de la piel como el agua de rosas que es una de sus favoritas. Y con esto, deja entrever que el bisturí no ha pasado por su rostro.
E incluso, en la charla se le preguntó qué significa para ella ser un estandarte de belleza latina, y la esposa del empresario francés François-Henri Pinault respondió: “Un poco de presión… conforme pasan los años espero no defraudarlos”.
“No los quiero decepcionar, pero tampoco quiero tener esta presión a los 50 o a los 60, yo no me voy a hacer cirugía plástica, no voy a acabar como momia. Hay que envejecer con dignidad y gracia, pero también hay que dejarse envejecer tantito”, agregó.
En dicha conversación, la actriz comentó que, conforme pasen los años, tendrán que acostumbrarse a ver algunos cambios en su físico.
Orgullo latino
Cabe mencionar que Salma Hayek está en uno de sus mejores momentos de su carrera artística, pues sigue triunfando en el mundo de la actuación estadounidense, ahora con dos películas que protagoniza: “Eternals” y “House of Gucci”, mismas que prometen ser todo un éxito.
Pero además, la actriz mexicana recibió su estrella en el Paseo de la Fama del Hollywood Boulevard, donde fue arropada por toda su familia, entre ellas su hija Valentina Paloma Pinault y su esposo François-Henri Pinault, así como de sus fans a quienes les dedicó este reconocimiento.
“Quiero decir a todos los que están aquí, mis queridos fans, que fueron ustedes los que me dieron el valor para que me quedara aquí. Aunque no me conocían en los estudios de Hollywood, todos los latinos en Estados Unidos sabían quién era, entendían que había venido con sueños como ellos. Estos fans han estado conmigo durante 37 años. En los tiempos duros, ellos me dieron el valor”, dijo durante la ceremonia en el Walk of Fame.