Después de muchos años en la oscuridad, el feminismo está viendo la luz y con motivo del Día Internacional de la Mujer entrevistamos a Romina Sacre, emprendedora y autora de Sensibles y Chingonas.
En esta platica, Romina nos reveló cómo decidió crear espacios donde las mujeres mexicanas se sientan libres.
Cuéntanos acerca de tu podcast Sensibles y Chingona, ¿por qué decidiste enfocarte en temas de empoderamiento?
Desde hace unos años amo crear espacios para que las mujeres puedan vivir de manera auténtica. Sensibles y Chingonas nació a raíz del éxito de mi primer libro llamado ‘Lo sensible no nos quita lo chingonas’;quería llevar muchos de los temas que toco en mi libro hacia otro formato. Este podcast es un movimiento digital en el que hablamos de relaciones, pero enfocadas en nosotras mismas.
Como sabes, no muchas personas se atreven a tocar temas de sexualidad y relaciones, ¿qué es lo que te inspira a seguir con este movimiento?
Desde chiquita he sido muy intensa y preguntona, siempre me llamó la atención cómo un concepto aplicaba distinto si eras hombre o mujer, y lo que yo veía en mi adolescencia es que mientras mis amigas y yo deberíamos de quedarnos siendo las bien portadas y enamoradas de alguien para darnos un beso, mis amigos gozaban de otro tipo de libertad, ellos no eran juzgados por la cantidad de mujeres a las que besuqueaban o si salían con muchas, prácticamente eran más libres. Nadie nos platicó que el placer también es para nosotras y también el auto placer, que no es algo sucio, es algo normal.
En cuanto a salud reproductiva, se habla mucho de la responsabilidad de cuidarse, ¿tú qué piensas de esto?
Las dos personas deben cuidarse definitivamente. A raíz de que hicimos un capítulo con una marca de condones, recibí un mensaje que decía que la responsabilidad no era de nosotras de llevar los condones y no puedo estar más en desacuerdo. Yo tengo que elegir, yo soy partícipe de lo que va a suceder. Eso nos da un montón de poder, ya si la otra persona piensa que eres una cualquiera, ese es su problema, entonces nosotras también tenemos que empezar a exigir que vamos a tener relaciones bajo estos términos.
¿Crees que el uso del condón sea un paso más para el empoderamiento de la mujer mexicana?
Totalmente de acuerdo, es increíble ir experimentando y probando diferentes condones para saber cuál es el que nos gusta a nosotras, así como cuál es el que le gusta a la persona con la que estoy. Se nos olvida que el sexo también es diversión, exploración y si eres una mujer independiente, que vive sola y sexualmente activa, sí o sí tienes que tener en tu casa unos condones; ya debería ser parte de tu día a día, así como te llevas tu lipstick y tu celular, llévate un condón, nunca sabes lo que se te pueda presentar y si no es para ti, en una de esas hasta alguien más lo puede utilizar.
¿Cómo podemos empezar a deconstruir todas estas creencias de una sociedad patriarcal?
Es un proceso bastante largo porque encima de todo, la mujer mexicana tiene mucha culpa de todo. Hay una autora de la que soy muy fan, se llama Brenda Navarro y dice que ‘La revolución se va a hacer cuando las mujeres mexicanas nos quitemos la culpa’; no puedo estar más de acuerdo con ella. Son siglos enteros los que traemos en nuestro programa de creencias, paradigmas, de lo que significa ser mujer y cómo nos deberíamos de comportar. Honestamente, a pesar de que soy muy abierta, me entra de pronto el ‘¿Está bien?’, ‘¿Está mal?’. Sigue existiendo por lo menos en mí, esta búsqueda de sentirme libre y creo que por eso también soy muy necia hablando de esto. Lo que más me gustaría es que las nuevas generaciones estén más informadas, que alcen la voz y que lo que no sepamos, tampoco nos sintamos culpables; no debemos saberlo todo, pero sí podemos levantar la mano, pedir ayuda y preguntar. La deconstrucción nunca va a acabar, es imposible que se nos quite en seis meses o en un curso.
En cuanto al futuro del feminismo, ¿crees que con el tiempo podamos vivir en una sociedad 100 por ciento libre?
Yo quiero creer que sí. Soy muy optimista y siento que al menos el tener estas conversaciones abiertamente hacen cuestionarnos un montón de cosas y nos hacen ver nuestra sexualidad y nuestro cuerpo desde otra perspectiva. Algo que a mí me ha ayudado, es seguir cuentas de mujeres que tienen relaciones abiertas o que son poli amorosas, así como mujeres activistas del placer, a mí me enriquece mucho, siento que lo que estamos haciendo nunca sabes a quién le va a llegar y cómo le pueda ayudar.
En cuanto a redes sociales, ¿cómo impacta a este movimiento el acceso a la información?
Diferentes puntos de vista siempre estarán, incluso las personas que son muy cerradas a aceptar, también es interesante saber porqué piensan de esa manera. Definitivamente cuentas que te hagan crecer, que también encuentres valor en lo que estás viendo, si de plano ves que no te está sumando en lo absoluto o al contrario te hace sentir mal por cómo vives tu vida, la culpa no la tiene la otra persona, más bien tú dale unfollow y no pasa absolutamente nada. Eso es lo hermoso de la sexualidad, no existe correcto o incorrecto, mientras exista esta parte de consentimiento.
Por último, ¿cómo nos enfrentamos a las situaciones complicadas a la hora de vivir nuestra sexualidad?
Estos hombres que dicen que no les quedan, que no se siente igual o que confíes en ellos porque son seres especiales, ¡son foco rojo! Es súper peligroso, sobre todo cuando estás en una relación en la que no son exclusivos y están teniendo sexo con más personas. Tanto hablamos de amor propio, cuidarnos también es tener estos límites y decir que no a quien no quiera ponerse un condón y si siguen insistiendo, ser observadoras porque una persona que no quiera protegerse te va a violentar, siempre escucha tu voz interior, si algo no te late por más guapo o espectacular que esté, salte de ahí. Y hombres: no está ni siquiera en discusión, al momento que quedamos en algo y eso no se cumplió es violencia. Evitemos estos malos tragos, mejor seamos adultos responsables, divirtámonos y cuidémonos. Eso es lo más padre, pasarla increíble y que lo estás haciendo de forma correcta y que no va a pasar nada.