Roberto Fernández y la importante labor de leer el corazón de los pacientes

PERSONAJES

El médico electrofisiólogo revela su gran pasión por estudiar y entender el corazón humano, así como las dificultades que ha traído la pandemia de Covid-19 al desarrollo de su imprescindible labor

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Roberto Fernández habla de su pasión por estudiar el corazón humano (Fotos: Jaime Jiménez)

Roberto Fernández es cardiólogo electrofisiólogo, estudió en la escuela de Medicina de la UAdeC, después viajó a Europa por tres años, donde estudió Cardiología y Electrofisiología Diagnóstica en el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, así como Electrofisiología Terapéutica en el Hospital Clínico San Carlos en Madrid, España. Dice sentirse feliz con su profesión y con su familia, que es el punto de soporte para poder llevar una vida plena.

Comparte que sus padres siempre le ofrecieron todo su apoyo y estuvieron con él en los momentos importantes y también en los más duros. Junto a Violeta su esposa, también médico en especialidades virales e infecciosas, ha formado una hermosa familia con dos hijos fenomenales, atentos, nobles y excelentes estudiantes: Roberto, que entrará este año a Medicina porque quiere ser cardiólogo, y Victoria, una niña de 8 años, que sueña con ser veterinaria.


VERDADERA VOCACIÓN

El médico afirma que la personalidad de su abuelo fue la que lo atrajo a elegir su profesión, ya que fue un hombre reconocido en el medio de la Medicina, no solo por sus pacientes, sino también por sus compañeros.

Roberto destaca que su facilidad para las matemáticas lo condujo a la especialidad de Medicina en Electrocardiograma, pues afirma que ésta fue fascinante, aunque está consciente de que a muy pocos médicos les gusta y aunado a que el corazón y sus patologías son tan atrayentes, influyeron en él de tal manera, que desde que empezó a leer de este órgano le fue imposible dejarlo.


SU ESPECIALIDAD

"La electrofisiología trata los problemas arrítmicos del corazón, los cuales pueden curarse mediante la realización de un cateterismo a través de la ingle del paciente, con el cual se cauterizan los circuitos arrítmicos, para dejar a la persona libre de problemas, sin necesidad de cirugías, de una estancia prolongada en el hospital y con un mínimo riesgo", destaca.

Indica que también existen la enfermedad severa cardiaca, donde tiene que implantar dispositivos similares a los marcapasos, pero más especializados, los cuales favorecen la contracción del corazón, para expulsar mayor cantidad de sangre. Además, se puede rescatar a los pacientes de la muerte súbita con resincronizadores y desfribilizadores, en el caso de presentar arritmias cardiacas graves.

"En Torreón se ha formado un grupo cardiológico fuerte, completo, en el cual podemos tratar todas las patologías cardiacas para las cuales antes era necesario ir a la CDMX, Monterrey o los Estados Unidos. Desde hace algunos años hemos ayudado en la formación de los residentes de Cardiología con excelentes resultados a nivel nacional, lo cual implica un mayor crecimiento médico en la región. No tengo la menor duda de que la Cardiología en La Laguna es una de las más fuertes a nivel nacional", señala el especialista.


EN LA PANDEMIA

El doctor Fernández revela que la situación de la pandemia ha afectado mucho su trabajo, destacando que con la fácil diseminación de la infección, todos sus procedimientos como implantes de marcapasos, ablación de arritmias, se tienen que realizar con redobladas medidas de precaución, usando trajes especiales, aún si el paciente es positivo de Covid-19 o no.

"Si antes se tomaban protecciones, hoy se extreman, esto es porque en el área de cardiología persisten las urgencias, como infartos, bloqueos, síncopes malignos, es complejo, sin embargo hay que adaptarse a operar con todo el equipo personal necesario y el compromiso como médico está siempre presente, para ayudar a los pacientes en todo momento", asegura.

Igualmente, agrega que por los informes diarios de la pandemia se puede ver que aún se está en ascenso el número de personas infectadas y fallecidas, y que no hemos llegado al punto más alto de la curva, por lo cual todos debemos aprender a vivir con las medidas de sanidad, para evitar la propagación de la enfermedad.

Sabe que como médico siempre tiene que estar listo para las urgencias, pero el tiempo en familia lo disfruta mucho. Por ejemplo, Roberto disfruta de cocinar en la parrilla, siendo el ahumador su consentido para la carne asada. Además le gusta jugar padle y procura hacer cardio extra en casa.

La frase que sin duda ha tomado como propia se inspira en el doctor Ignacio Chávez, que motiva a ser mejores: “El médico no es un mecánico que debe arreglar un organismo enfermo, como se arregla una máquina descompuesta. Es un hombre que se asoma sobre otro hombre, en un afán de ayuda, ofreciéndole lo que tiene, un poco de ciencia y un mucho de comprensión y simpatía”, finaliza.


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