Ha participado en importantes películas de Hollywood como Home Alone 2: Lost in New York, al lado de Macaulay Culkin, Un Papá Genial, junto a Adam Sandler, y Gigoló por Accidente, siendo estos tan solo algunos de sus más icónicos proyectos de comedia dentro de la industria del cine.
Es por eso que Rob Schneider es uno de los actores más queridos a nivel internacional por su gran talento como actor, pero también como director, trabajo que realizó a la perfección con la cinta ¡Qué Viaje con Papá!, en la que su esposa, Patricia Maya escribió el guión junto con Jamie Lissow.
Rob, platícanos, después de realizar esta película, ¿consideras seguir realizando proyectos bajo formato familiar?
Yo creo que sí, depende también de la recepción de la audiencia, creo que este formato es importante porque es algo más que una simple comedia, tiene un mensaje que puede mover el corazón de las personas. Creo que si puedes crear algo con estas dos cosas, comedia y emociones, sería algo muy bonito.
¿Cómo se ha logrado un buen trabajo en equipo dentro de toda esta historia?
En esta película en especial, sé que incluimos comedia porque tenemos a Mónica Huarte y las ideas de Patricia fueron el complemento perfecto para lograr esta gran historia.
¿En qué se basaron para que esta importante producción haya tenido un gran resultado?
Creo que no debes pensar tanto en marketing y dinero al desarrollar un proyecto, sino en la audiencia a la que quieres llegar; y si es algo familiar, hacerlo bien, con corazón y rodearte de colegas con esa misma visión.
Patricia, ¿cómo viviste todo ese proceso al escribir para esta gran película?
Fue un proceso de dos meses el haber terminado de escribir, pero fue un trabajo duro de dos años el que me tardé para aterrizar todas las ideas; desde el principio yo veía a Mónica en mi cabeza y dije ‘Este personaje es para ella’.
¿Cómo fue toda esa experiencia del rodaje después de que invitaste a Mónica?
Ya que estábamos trabajando en Estados Unidos tuvimos algunos problemas con los tiempos y los permisos, entonces nuestra directora de casting me dijo que debíamos tener otro plan para el personaje que hace Mónica, pero le dije que no, que yo quería a Mónica; al final todo se acomodó y salió bien.
¿Qué pasó por tu mente cuando te confirmaron que quedaste dentro del filme?
Patricia me llamó para confirmarme y me pidió que me fuera a Estados Unidos para empezar a filmar la película; yo toda nerviosa porque tenía mi visa vencida, así que empecé a preparar todos los trámites para iniciar las filmaciones y todo salió súper bien.
Mónica, ¿cómo te preparaste para este divertido papel?
Desde que leí el guión de la película me ataqué de la risa porque dije ‘¡Qué joya de personaje, parece que les va a destruir las vacaciones a los protagonistas!’, pero en realidad gocé demasiado toda la preparación, sobre todo fue más prepararme con el idioma del inglés; Patricia ya me conoce y fue realmente una buena química la que logramos.