Rigoberta Menchú es una mujer que defendió los derechos de los pueblos indígenas a costa de la persecución política y tuvo que refugiarse en México. Participó en la elaboración de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas en la ONU, fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO y en 1992 fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz.
¿Por qué se le otorgó el Premio Nobel de la Paz a Rigoberta Menchú?
Fue el 10 de diciembre de 1992 cuando Rigoberta Menchú recibió el Premio Nobel de la Paz, convirtiéndose así en la primera indígena, y en la más joven, en recibirlo.
Con el dinero que recibió en este premio decidió crear la Fundación Vicente Menchú para continuar con su misión y velar por los derechos humanos, especialmente de las etnias.
La activista guatemalteca ha desarrollado diversas iniciativas y estrategias para responder a las demandas de pueblos de Mesoamérica en el área educativa.
Entre estas iniciativas se encuentra el Diagnóstico de la Realidad Educativa de los Pueblos Indígenas de la Región Mesoamericana, donde se consultó a 174 comunidades de la región para conocer su realidad y necesidades educativas, teniendo como resultado el desarrollo de programas de profesionalización a maestros indígenas del área rural.
“Considero este Premio, no como un galardón hacia mí en lo personal, sino como una de las conquistas más grandes de la lucha por la paz, por los derechos humanos y por los derechos de los pueblos indígenas, que a lo largo de estos 500 años han sido divididos y fragmentados y han sufrido el genocidio, la represión y la discriminación”, mencionó Rigoberta Menchú al recibir el Premio Nobel de la Paz 1992.
En la actualidad Rigoberta Menchú sigue trabajando para promover el diálogo y la justicia social en Guatemala y buscando alternativas para reforzar la participación activa de los pueblos indígenas en la toma de decisiones sobre sus necesidades y sus derechos.
Además, es integrante activa de la Iniciativa de Mujeres Premio Nobel de Paz.