Estudió Mercadotecnia en la Ibero, y el año pasado concluyó un Mater in Business Innovation impartido por el CEDIM, sin duda una gran experiencia de networking. Cuando estaba por salir de la carrera, Ricardo tomó una de las decisiones más importantes de su vida, en donde el contexto y un extraño arraigo por toda la parte visual-comunicativa lo llevaron a arrancar su propio proyecto, “the branding people”; un estudio de diseño fundado en el 2010 especializado en construir sistemas de comunicación visual.
Este estudio tiene una característica muy propia, y es que surge de este “blend” entre diseño y marketing que es esencial en cada proceso creativo; en la industria del diseño de una u otra forma se va dejando una firma visual a los resultados. La idea es lograr adaptarse a lo que el cliente necesita comunicar, siendo su mensaje el eje rector de su trabajo, funcionando como mero “traductor” de la esencia de marca.
the branding people, tiene un “mini-mantra” y es que: “todo proyecto debe ser a la vez estético, funcional y elocuente, esto último es lo que le da sentido a todo lo demás, es la parte complicada de llevarlo a cabo y al mismo tiempo su verdadera razón de ser”, dijo. Contando con clientes como Tech Startups, restaurantes, hoteles, bares, retail abriendo un campo súper versátil a cualquier área que lo necesite.
“El proceso creativo empieza después de dar el banderazo de salida a un proyecto, lo primero que se hace es adentrarse en el brief del cliente, muchas veces completísimo y concreto, muchas otras convertido en la puerta creativa que invita a reinterpretar junto con el cliente sus ideas, miedos y expectativas”, expresó.
La segunda parte del proceso se compone de un clavado necesario en el mar-diseño, donde hay mil ideas, referencias, rutas que seguir o que evitar, un sin número de posibilidades que la dirección creativa, la de arte y el diseñador a cargo tratan llevar a buen camino.
Pasado el proceso de las ideas y los trazos llega la parte de presentarle al cliente lo que en base a la experiencia es la mejor alternativa para que su marca consiga conectar verdaderamente con su audiencia: el logotipo y el Master Graphic, es decir; el pequeño sistema de diseño que nutre toda la marca.
Los ajustes muchas veces temidos pero necesarios llegan después de este punto, mismo que marca la pauta para la entrega de todas las aplicaciones que tuvo el proyecto: packaging, ilustración, papelería institucional, social media templates, web, etc.
Para Ricardo lo más difícil de ser diseñador, sin duda es salir de las tendencias marcadas, pues a veces quien diseña busca ser diseños únicos y creativos seguir una idea que está triunfando en otro lugar, ganar un premio que acredite su “coolness” y su bandera “rompe-esquemas”. El reto es justo no hacerlo y serle fiel al concepto, a la marca, al mensaje.
He aquí la importancia de un buen branding, en este mundo pandémico y saturado de estímulos, es súper importante que los mensajes se cuenten de la forma correcta, el diseño funge como facilitador de esta ecuación, ayuda a que no se pierda la esencia, a que fluya de una forma más eficiente el intercambio de ideas, a mostrar lo que se es en realidad. “El branding es a la marca lo que los ojos a al cuerpo, es el espejo del alma”, dijo.
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