Desde que se dio a conocer la noticia del fallecimiento del príncipe Felipe, la reina Isabel había guardado silencio, durante las ceremonias luctuosas la monarca se mostró reservada, pero ya han pasado casi seis meses de aquel 9 de abril que marcó luto en la corona británica y la reina por fin se siente lista para mirar hacia atrás y recordar con mucho cariño a su difunto esposo.
Fue durante la ceremonia de apertura de la sexta sesión del Parlamento Escocés que la reina Isabel II aprovechó el momento de su discurso para recordar el amor que ella y el duque de Edimburgo compartieron por este país.
"He hablado antes de mi profundo y permanente afecto por este maravilloso país, y de los muchos recuerdos felices que el príncipe Felipe y yo siempre hemos tenido de nuestro tiempo aquí", dijo la monarca.
La reina quiso hacer énfasis en el significado que tiene esta nación para ellos, pero también lo importante que es su gente. La última vez que visitaron este país fue en agosto de 2020 en plena pandemia para refugiarse en el Castillo de Balmoral.
"A menudo se dice que son las personas las que hacen un lugar, y hay pocos lugares donde esto sea más cierto que en Escocia, como hemos visto en los últimos tiempos", agregó.
De esta manera la reina recordaba algunos momentos que vivió con su difunto esposo, el príncipe de Gales, con quien compartió su vida por 74 años, siendo el más duradero en la historia de la familia real británica.
Fue el pasado 9 de abril en el Castillo de Windsor que el duque de Edimburgo falleció a los 99 años, a solo dos meses de llegar a su centésimo cumpleaños. Mientras que la reina este año llegó a los 95 años de edad y se prepara para llegar a los 70 años en el trono, tras un episodio muy amargo.