Hace poco, la Reina Isabel II se dirigió al público en lo que sería el cuarto discurso televisivo de su reinado. Es un momento duro para todos, y la monarquía no es la excepción. Es por eso que la monarca habló con palabras esperanzadoras sobre el futuro que se avecina.
"Aunque hemos enfrentado desafíos antes, este es diferente. En esta ocasión nos unimos con todas las naciones del mundo en un esfuerzo común, utilizando los grandes avances de la ciencia y nuestra compasión instintiva para sanar."
"Tendremos éxito y ese éxito pertenecerá a cada uno de nosotros. Tomemos consuelo en que aunque todavía hay mucho por enfrentar, los mejores días regresarán. Estaremos con nuestros amigos de nuevo. Estaremos con nuestras familias de nuevo. Todos nos volveremos a ver".
Además de eso, agradeció a la NHS, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, así como a los trabajadores de atención y quienes siguen desempeñando sus respectivas funciones esenciales.
Pero más allá de las palabras de aprecio, la Reina ofreció otra señal de solidaridad hacia aquellos doctores, enfermeras y profesionales médicos que están trabajando arduamente en salvar al mundo de esta pandemia.
Para su discurso, que fue filmado en el Castillo de Windsor, la monarca eligió un vestido de color turquesa. Ese color es usualmente utilizado en uniformes médicos, y dada la naturaleza del discurso (y el gran detalle al clóset de la Reina), es difícil creer que sea una coincidencia.
El color verde turquesa también tiene otros significados; en ropa significa comunicación y claridad, ayudando así a las líneas de comunicación. Además transmite calma y tranquilidad, complementando así el mensaje de la monarca.
La Reina Isabel II siempre ha sido una monarca popular, y este discurso personal deja pocas dudas sobre su determinación de desempeñar durante esta crisis. El país enfrenta uno de los mayores desafíos de su reinado, pero como lo expresó perfectamente en su discurso: "Nos volveremos a ver".