Tras el fallecimiento de la Reina Isabel II en septiembre de 2022, surgieron múltiples interrogantes sobre lo que pasaría con su impresionante colección de joyas, sus propiedades privadas y su legado afectivo dentro de la familia real británica.
Con más de 70 años en el trono y una fortuna personal sustancial separada de los bienes de la Corona, su testamento se convirtió en una fuente de especulación, rumores y, según algunos informes, incluso de tensiones internas. Pero, ¿cómo se dividió su herencia? Y, más que nada, ¿qué le dejó a Kate Middleton?
La herencia que la Reina Isabel le dejó a Kate Middleton
Radar Online reportó que Kate Middleton heredó aproximadamente 110 millones de dólares en joyas pertenecientes a la colección personal de la Reina, una selección de alrededor de 300 piezas que no estaban vinculadas a la Corona, sino que eran propiedad privada de Isabel II.
Desde tiaras hasta broches con historia, esta colección fue cuidadosamente curada por la Reina, quien, según fuentes, hizo ajustes de última hora en su testamento para reflejar su afecto por la ahora Princesa de Gales.
Esta decisión, según se comenta, provocó cierto malestar en la ahora Reina Consorte Camilla, quien habría sentido que Kate era la clara favorita. Y es que, la relación entre ambas mujeres, aunque cordial públicamente, habría estado marcada por una rivalidad silenciosa, pues Isabel veía en Kate a una figura clave para el futuro de la monarquía.
Entre las joyas no incluidas en la colección estaba la famosa tiara Spencer, perteneciente a la familia de la princesa Diana, que ya tiene una heredera designada: la princesa Charlotte. De este modo, la Reina no solo pensó en Kate, sino en las futuras generaciones que continuarán con el legado Windsor.
La herencia que la Reina Isabel le dejó al Príncipe William
A William le fue confiado uno de los activos más emblemáticos y valiosos de la realeza británica: el Ducado de Cornualles, una propiedad privada valorada en más de 1,200 millones de dólares.
Este extenso patrimonio, que antes pertenecía a su padre, el entonces Príncipe Carlos, abarca más de 56 mil hectáreas y se utiliza para financiar las labores oficiales, benéficas y personales del heredero al trono.
Más allá de la herencia económica, el Ducado también representa una carga de responsabilidad: proveer estabilidad financiera a la familia real y mantener viva la tradición que comenzó en 1337.
Y es que, la fortuna que ahora administra William será clave para financiar, tanto las causas públicas, como la vida personal que comparte con Kate y sus tres hijos. Según reportes, el Ducado genera ingresos anuales considerables, como los 28 millones de dólares que recibió Carlos antes de ser Rey.
Una parte sustancial de esos fondos se destina a actividades oficiales, otra a impuestos y lo restante, a gastos personales y de los hijos del difunto matrimonio de Carlos y Diana. Así, William no solo hereda una gran riqueza, sino el deber de usarla con visión y equilibrio.
La relación de la Reina Isabel y Kate Middleton
Más allá de las joyas y propiedades, la verdadera herencia de la Reina Isabel a Kate Middleton fue su confianza. Desde su ingreso a la familia real, Kate contó con el apoyo constante de la monarca y, con el tiempo, su relación se fue estrechando hasta que la monarca se convirtió en su mentora.
En el documental "Kate y la Reina: Una Relación Especial", expertos reales describen cómo Isabel II tomó a Kate bajo su ala, enseñándole desde los protocolos más estrictos hasta los matices emocionales de ser una figura pública.
En entrevistas, la Princesa de Gales ha mencionado cuánto significó para ella ese acompañamiento, describiéndolo como una guía serena, pero firme, lo cual fue retratado en múltiples momentos y eventos públicos.
¿Lo sabías?