La familia real ha tenido un fin de semana de fiesta, además de histórico, con el doble bautizo de los hijos de Eugenia de York y Zara Tindall, un encuentro en el que la reina Isabel fue el miembro más esperado y en el que finalmente se dispuso a asistir pese a los rumores que indicaban que podría estar ausente.
Hace una semana la monarca sufrió una lesión en la espalda que la obligaba a cancelar de última hora su asistencia en las celebraciones del Día del Armisticio, hecho que sucede semanas después de que tuviera que cancelar su visita a Irlanda del Norte y tuviera que pasar una noche en el hospital, situación que sin duda encendió las alarmas en el Palacio de Buckingham. Sin embargo, tras un estricto seguimiento médico, la reina se dispone a retomar sus deberes reales, incluyendo los eventos familiares.
Eugenia de York y su esposo Jack Brooksbank y el matrimonio formado por Zara y Mike Tindall recién celebraron el bautizo de sus hijos en la Capilla Real de Todos los Santos del Castillo de Windsor. A nombre de los pequeños se ofició una misa y se ofreció un banquete.
"El Palacio de Buckingham ha confirmado que August Brooksbank y Lucas Tindall han sido bautizados conjuntamente en un acto privado en la Capilla de Todos los Santos, Royal Lodge, Windsor, hoy", se lee en un comunicado emitido.
Actualmente el nieto del duque de York tiene nueve meses y el nieto de la princesa Ana, ocho meses.
Si bien la reina no fue captada cerca de la familia real, nos dimos cuenta de su asistencia debido a que fue captada a su salida del lugar portando un traje muy elegante en color verde y un sombrero a juego, la monarca viajaba en el asiento trasero de una Range Rover color negro que era conducido por su equipo de seguridad. Por su parte Eugenia de York y su esposo fueron captados también a bordo de otro auto de mismo modelo, al igual que la hija de la princesa Ana y su esposo lo hicieron por separado.
La hija menor de los duques de York vestía un vestido blanco de corte midi y una diadema, mientras que la hija de la princesa Ana lucía un look clásico en color negro que complemento con accesorios de perlas.
Si bien, originalmente el bautizo del pequeño hijo de Eugenia de York estaba programado para julio tuvo que ser cancelado debido a un posible contagio de uno de los asistentes, motivo que la orilló a finalmente tomar esta decisión para estrechar lazos familiares. Aunque la salud de la reina Isabel está siendo cuidada muy minuciosamente, el personal ha informado que la monarca se siente con energía para continuar con sus deberes reales.