“El cáncer de mama no es sinónimo de muerte. En la Fundación hemos sido testigos de que si son diagnosticadas en etapas tempranas, con el tratamiento adecuado y su debida continuidad, pueden tener calidad de vida y un pronóstico de curación.
Muchas de las pacientes de la Fundación son mamás solteras y tienen todo mi respeto. Son las proveedoras de su casa, las que sacan adelante a sus hijos y, al encontrarse con un diagnóstico así, su vida y la de su familia cambian por completo.
Para nosotros es muy satisfactorio dar la mano a la paciente desde que toca nuestra puerta o cuando nos la refiere algún hospital. Llega con nosotros y no la soltamos, la vamos llevando por este camino.
Es lo que más me ha tocado el corazón en este tiempo: el aprendizaje sobre cómo se sienten las pacientes, pues se abre una comunicación muy humana, real y auténtica.
Este cambio de gobierno representa una oportunidad enorme para mejorar la atención integral a las pacientes, no solo del cáncer de mama, sino de todos los tipos de cáncer. En la Fundación confiamos en que, con la capacidad y la experiencia que tienen las personas que han sido nombradas titulares de la Secretaría de Salud y otras dependencias, se podrá garantizar el acceso integral, equitativo y de calidad a todos los pacientes con cáncer.
Creo que los esfuerzos deben enfocarse en hacer más eficientes los recursos que van destinados al sector salud. El cáncer es una enfermedad que desafortunadamente no desaparecerá por muchos años.
Pero me mantiene positiva todo el avance científico, médico y de inteligencia artificial que ayudan a acelerar los tiempos de diagnóstico y tratamiento. Eso mejora mucho el pronóstico del paciente, aunque no menos importante es la red de apoyo que tengan ellas con sus familias, amigos y en fundaciones como nosotros.
Aunque la principal arma que pueden tener ellas contra el cáncer de mama es definitivamente la información, que conozcan los factores de riesgo y también la importancia de una detección temprana temprana con un estudio de mastografía y un ultrasonido.
Desafortunadamente el principal problema con el que nos topamos es que los casos llegan ya en una etapa muy tardía. Y algo que es también fundamental es que las mujeres aprendan a autoexplorarse para identificar cualquier bolita o anomalía.
Me encantaría felicitar a las pacientes y sobrevientes por el gran compromiso y responsabilidad que tuvieron para tener la fortaleza de enfrentar el cáncer y superarlo.
Lo vivo con las pacientes de fundación y es un camino difícil, doloroso, sombrío y retador. Las felicito porque se necesita fortaleza y muchas la descubren en el camino”, nos compartió Rebecca en entrevista.