Rachel McAdams está celebrando su cuerpo en una sesión de fotos cruda y mínimamente editada que muestra su belleza natural, con todo y vello en las axilas. La actriz de "Mean Girls", de 44 años, no se dejó intimidar por los estándares de belleza que poco a poco van cambiando, mientras posó para la portada de la revista Bustle.
Según el artículo, se realizó una edición mínima de las imágenes a pedido de la propia Rachel. Y, aunque a ella sí le respetaron su petición, a comparación de Karol G, las imágenes recibieron muchísima atención, incluyendo halagos, pero al mismo tiempo, críticas hacia la actriz.
Rachel, que comparte un hijo y una hija con su pareja Jamie Linden, le dijo a Bustle: "Con esta sesión, estoy usando ropa interior de látex. Pero he tenido dos hijos. Este es mi cuerpo, y creo que es muy importante reflejarlo en el mundo. Está bien lucir lo mejor posible, trabajar en ello y estar saludable, pero eso es diferente para todos", agregó.
Rachel actualmente está promocionando su próxima película "Are You There God? It's me, Margaret" o "¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret", una adaptación cinematográfica del popular libro de Judy Blume con el mismo nombre.
En la portada de la revista Bustle, Rachel apareció con un traje de color amarillo que tenía la camisa abierta para mostrar su brasier. Sin embargo, las fotos que llamaron más la atención fueron en las que utilizó un vestido sin mangas para mostrar sus axilas con vello. En una de ellas usa un vestido blanco y en la otra, la que más se ha viralizado, está acostada sobre un sillón rojo con los brazos abiertos.
En su larga entrevista con Bustle, Rachel McAdams admitió que todavía se sentía "culpable" por tomarse un descanso de dos años de Hollywood, en el apogeo de su carrera a mediados de la década de 2010, para "mantenerse cuerda".
Mientras reflexionaba sobre su impactante decisión de rechazar los papeles protagónicos en "The Devil Wears Prada", "Casino Royale", "Mission: Impossible III", "Iron Man" y "Get Smart", la actriz reveló que su descanso la hizo preguntarse si estaba "desechándolo todo".
"Me sentí culpable por no capitalizar la oportunidad que se me estaba dando, porque sabía que estaba en un lugar tan afortunado", confesó. "Pero también sabía que no encajaba con mi personalidad y lo que necesitaba para mantenerme cuerda".
A pesar de que en ocasiones se arrepiente de no aceptar un papel, la nominada al Premio de la Academia dijo que siempre da un paso atrás y piensa: "Era la persona adecuada para eso". Durante su breve pausa en la actuación, la madre de dos hijos dijo que inicialmente no sabía "por qué" se estaba tomando un tiempo libre.
"Me tomó años entender lo que estaba haciendo intuitivamente", explicó Rachel a Bustle, asintiendo con la cabeza para priorizar su salud mental mientras lidiaba con navegar por la fama a una edad temprana.
Ella continuó: "Supongo que siempre tuve la sensación de que estaría bien; o va a funcionar o no lo hará". En última instancia, ella le da crédito a sus descansos actorales a lo largo de los años por ayudarla realmente a sentirse empoderada: “Me ayudó a sentir que estaba recuperando algo de control. Y creo que me permitió entrar por una puerta diferente”, agregó.
Más tarde, la intérprete declaró que convertirse en un nombre familiar después de sus papeles en "Mean Girls", "The Notebook" y "Wedding Crashers" la hizo sentir como una sensación de la noche a la mañana: "No vas a la escuela de teatro para aprender cómo lidiar con eso. No hay un libro sobre cómo navegar por eso", dijo, refiriéndose a ser reconocida en público y que los fanáticos pidan selfies.
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