Es posible que un suceso inesperado sea una gran oportunidad para beneficiar a otros, tal como ocurrió con el político estadounidense Bernie Sanders.
Su popularidad creció después del día de la investidura de Joe Biden, un evento al cual se presentó vistiendo una chaqueta color verde y un par de guantes tejidos a mano.
Una fotografía del hombre de 79 años de edad donde está sentado con los brazos cruzados se volvió viral en las redes sociales, sobreponiendo la imagen en innumerables lugares.
El senador y su equipo, lejos de mostrar alguna molestia por el meme, supo cómo sacar provecho de la situación para crear una campaña altruista.
Ahora se puede adquirir un suéter color negro de cuello redondo por 45 dólares con la foto impresa, y todas las ganancias serán donadas a organizaciones benéficas.
“Jane (su esposa) y yo quedamos asombrados con toda la creatividad de tanta gente durante la última semana, y estamos contentos de poder usar mi fama en Internet para ayudar a los habitantes de Vermont que lo necesitan”, compartió a través de un comunicado.
Algunas de estas instituciones que se verán beneficiadas son Meals on Wheels que ofrece comidas nutritivas a ancianos y personas con capacidades diferentes en hogares sociales, el banco de alimentos Feeding Chittenden, y Chill Foundation, organización que intenta reintegrar a los jóvenes en la sociedad a través del deporte en nieve.
A la fecha ha recaudado 1.8 millones de dólares, una cantidad igual se sensacional que las creaciones artísticas que se han derivado a partir del famoso como un muñequito de lana o una piñata.
El muñeco creado por Tobey King fue subastado en eBay por la cantidad de 20 mil 300 dólares con el objetivo de que el dinero recaudado sea donado a una de las instituciones sin fines de lucro que apoya Sanders.
Por otra parte los muralistas Ben Runco y Jonas Never pintaron en paredes de Kentucky y de Los Ángeles al político envuelto en su abrigo marca Burton Snowboards, con sus grandes guantes de lana.
La acuarelista Daisy Melville de Vancouver, Canadá hizo un retrato del político, cuya imagen imprimió en camisetas que están a la venta con la promesa de que todos los ingresos se donarán a bancos de alimentos de su ciudad.
En Arizona, Sandra Marshall creó una pieza con plantas y verduras, en específico berenjenas, papas y coliflor, misma que encantó al escritor Stephen King, quien ayudó a la difusión de la foto en sus redes sociales.
En nuestro país circularon cientos de intervenciones digitales, algunas acompañadas por los pintores Francisco Toledo y Frida Kahlo, consideradas por propios y extraños como obras de arte.
Sumándose a la sensación, museos de todo el mundo como el Ashmolean Museum de Oxford, Reino Unido y el Soumaya, en la Ciudad de México, colocaron a Sanders y su silla entre sus obras, contenido humorístico que les brinda mayor publicidad.