Fue en junio del año pasado que Katya Echazarreta se convirtió en la primera astronauta mexicana en viajar al espacio y en la mujer más joven en la historia en hacerlo.
Con tan solo 27 años, Katya, quien es originaria de Guadalajara pero a los siete años se mudó con su familia a San Diego, tomó ahí la decisión de regresar a México para revolucionar la industria espacial mexicana.
Hoy, su sueño dio sus primeros pasos y acaba de terminar en su ciudad natal el primer campamento que su fundación brinda a jóvenes, el primero de su tipo en Latinoamérica, y que incluyó la simulación de una misión a Marte con trajes espaciales cien por ciento mexicanos.
“Estamos trabajando para crear las oportunidades necesarias en México en la industria, pero también es necesario empezar a preparar a estos jóvenes para que estén listos”, me cuenta en entrevista.
Katya, quien estudió ingeniería eléctrica en la Universidad de California y posteriormente trabajó en la NASA, y quien organizará con su asociación este campamento de forma anual, tuvo la idea de su primera experiencia de niña con el espacio, misma que fue la que eventualmente detonaría su carrera.
“De niña tuve la oportunidad de estar en un campamento en un museo en Estados Unidos. Nos dieron un examen y nos separaron en grupos dependiendo del resultado y me tocó ser científica para una misión espacial. Recuerdo que quedé fascinada, estaba en primaria, y le dije a mi mamá: “¿cómo es posible que exista un trabajo donde puedes construir tecnología espacial, viajar al espacio y que aparte te paguen?”, recuerda.
Y, si algo destaca Kat Voltage, que es como se le conoce en redes (el nombre artístico que adoptó previo a su viaje espacial pues publicaba contenidos de ingeniería y la NASA), es que el principal reto en el país ha sido la falta de conocimiento sobre la industria y sus innumerables beneficios, algo que explica a detalle más adelante en la plática. “Entiendo que muchas de las cosas que digo suenan como ciencia ficción o como algo que pasaría en 50 años en México. Pero, lo único que pido es que crean en el proyecto y en nosotros”, agrega.
Katya, además, se muestra feliz de compartir estas fotos, que tal vez a primera instancia, y para quienes no la conocen, resultarían un acercamiento distinto a la imagen que se tiene de una astronauta. Y justo esa es la idea. “No creo que choquen con el ser ingeniera, más bien creo que chocan con el estereotipo de cómo ‘debería verse’ una ingeniera. Quiero que las mujeres vean esas fotos y se sientan bienvenidas en esta industria junto con su feminidad", dice.
Todo en uno: la primera mexicana en el espacio y la más joven en el mundo. Será una trayectoria muy interesante de seguir y apoyar.
¿Qué es lo que quieres lograr con este campamento?
Creo que esta es la semillita para los próximos astronautas mexicanos y los próximos científicos e ingenieros espaciales. Estos jóvenes nos van a sorprender… a mí no, porque sé exactamente lo que pueden lograr si los apoyamos y si creemos en ellos. Ellos ya tienen la capacidad, ellos ya sienten esa pasión y ese amor y quieren aportar. Aquí lo único que estamos haciendo es apoyar algo que ya poseen.
¿En este momento qué te encuentras haciendo con tu fundación?
Acabamos de iniciar una vez más con toda la planeación de nuestra reforma espacial. La reforma espacial es muy importante para poder abrir las puertas de la industria espacial en México. Con esta vamos a poder lograr dos cosas: le vamos a dar prioridad a las actividades espaciales en México, por primera vez en la historia, y la segunda es que le vamos a otorgar facultad al Congreso de la Unión. En este momento la industria espacial no tiene regulación. Por ejemplo, si queremos una base de lanzamiento, cohetes y astronautas mexicanos entrenados aquí, no podemos hacerlo así porque las leyes necesarias no existen. Entonces con esta reforma crearíamos la base legislativa para poder construir y empezar. Mucho antes de pensar en crear una industria y en traer inversión tenemos que tener la parte legislativa.
¿Cómo te has sentido en México?
Al inicio, cuando decía que iba a crear una fundación espacial y que buscaba que los jóvenes mexicanos se pusieran trajes espaciales, cuando todo esto no existe, obviamente me veían raro. Ya con este primer proyecto muchas personas se dieron cuenta de la magnitud del proyecto, pero más allá de eso, de que sí logramos lo que decimos que vamos a lograr. Definitivamente ya muchas más personas, municipios y empresarios nos voltearon a ver, así que espero que para el próximo campamento contemos con nuevo apoyo.
¿Qué marco de tiempo ves para México?
Definitivamente creo que con el apoyo necesario vamos a poder tener un resultado muy grande a nivel nacional relacionado con esta industria en los próximos cinco años.
Al aprobarse la reforma espacial mexicana, ¿cuál sería el siguiente paso para tu fundación?
Vamos a darle facultad al congreso para que puedan comenzar a regular la industria. La industria no está regulada en lo absoluto, por lo que es muy importante empezar a crear todas estas leyes necesarias para poder abrir las puertas de la industria y eso va a ser un trabajo muy largo y pesado. Pero, es muy importante crecer con la industria cuando se vaya aprobando una ley porque es ahí cuando vamos a poder comenzar todo nuestro trabajo relacionado con cohetes. Y cuando se aprueben todas las leyes relacionadas con entrenamiento humano para misiones espaciales, entonces es cuando vamos a comenzar todo nuestro trabajo para poder seleccionar y entrenar a los próximos astronautas mexicanos. Nuestra fundación y nuestro trabajo va a crecer con la legislación.
¿Cómo surgió el nombre de Kat Voltage que utilizas en redes?
Se dio porque en la NASA yo no veía muchas mujeres ingenieras, sino más bien áreas como contabilidad, fotografía, secretarias, en la cafetería y también en limpieza. Así que al ver esto me puse a investigar para ver si podía encontrar a alguna mujer que publicara algo relacionado con su trabajo en ingeniería electrónica, o ingeniería en general, y no había muchas y mucho menos latinas. Entonces comencé a publicar yo y hablaba de mi trabajo en la NASA, de ingeniería y explicaba temas de electrónica. Me empezó a ir muy bien con esta divulgación y ya a nivel un poco más profesional en redes fue cuando tomé la decisión de darme un nombre artístico relacionado con mi carrera, pues el voltaje es muy importante y de ahí salió el Voltage. Poco tiempo después de esto es que sucede todo lo demás.
Fotografía: @marthalvarezbernal
MUAH: @bridelmx
Styling: Guillermo Arriaga @coolhunter
Producción: Bernardo Carreño @carrenocare