Es un hecho que no es controvertido – pero no por eso menos interesante– que el hombre más rico del mundo se viste terriblemente mal. Puede comprar buena ropa y tener asesores de estilo por bastante menos que un yate tan enorme que incluso hay que desmontar un puente histórico para que se haga a la mar. Pero Jeff Bezos se ve fatal. ¿Qué pasa?
Eso no quiere decir que, para tu multimillonario moderno, el problema de la ropa sea fácil de resolver. Para la mayoría de nosotros, un punto clave para vestir bien es tener un buen aspecto sin llamar demasiado la atención sobre lo bien que te ves. Pero si tienes mil millones de dólares, todo el mundo tiene su atención apuntando hacia ti, todo el día.
Por eso muchos de los superricos optan por uniformes sencillos: la inofensiva combinación de traje oscuro y camisa blanca de Elon Musk, por ejemplo. Warren Buffett lo entiende. Se las arregla para que los trajes de Zegna parezcan de Sears, y puedes estar seguro de que eso forma parte del numerito de “solamente soy el dulce abuelito del capitalismo” que ha perfeccionado.
Bezos no quiere ser el viejo dulce de nadie, y no se conforma con un uniforme. Esto fue más evidente el verano pasado, cuando hizo un poco de turismo espacial. El traje de vuelo azul brillante no fue suficiente. También llevaba unas botas y un sombrero de vaquero desgastados. Otro de los problemas es que se puso en forma y decidió que su ropa debía resaltar sus músculos, empezando por usar ropa ajustada. La combinación irradia incomodidad; todas esas pobres y tensas costuras.
El inconveniente es su afán por hacer que su ropa de negocios destaque, cuando debería ir en sentido contrario. Los enormes nudos de corbata son una especialidad. También apuesta por la trágica combinación de pantalón de mezclilla y blazer que tanto en ricos como en pobres busca parecer informal.
Es un poco injusto burlarse del atuendo de Bezos de la víspera de Año Nuevo de 2021: unos jeans blancos de Brunello Cucinelli y una camisa ajustada y brillante estampada. Sus lentes de sol con forma de corazón dejan claro que se trata básicamente de un disfraz. Se está divirtiendo a lo tonto. Y eso es todo. Bezos es un nerd recién divorciado con un montón de dinero. ¿No tiene derecho a vestirse como tal? ¿Dónde radica el daño?
A riesgo de ponerme serio en un contexto básicamente trivial, creo que puede, de hecho, haber algún daño. Bezos no es un tipo rico cualquiera. Controla una compañía que afecta todos los aspectos de la vida estadounidense. Emplea a 1.6 millones de personas. Hay algo en el estilo bobalicón y ligeramente chabacano de Bezos que choca con el enorme papel que sus decisiones desempeñan en tantas vidas. Una vez más, de forma inesperada, la ropa resulta ser bastante importante.