Risueña y espontánea son las primeras dos palabras que me vienen a la mente luego de conocer a Paulina Goto.
El estreno de la segunda temporada de Madre solo hay dos nos reúne para platicar sobre su trayectoria y los muchos proyectos que tiene en puerta, pero también me da la oportunidad de conocer a Paulina Gómez Torres, la mujer que ha trabajado desde hace más de una década y que ha construido una carrera muy sólida en la actuación y la música.
Nacida en Nuevo León y criada en Tamaulipas, esta joven que el 29 de julio cumplió 30 años, se mudó a la Ciudad de México acompañada de su abuela, quien la trajo a cumplir un sueño: estudiar actuación.
Así lo hizo, se graduó del CEA en 2009 y un año más tarde el productor Pedro Damián le dio su primer protagónico en Niña de mi corazón, una telenovela de Televisa basada en Mi pequeña traviesa, en la que compartió créditos con Erick Elías y Osvaldo de León.
“Siempre soñé con hacer una telenovela, porque era lo que veía mientras crecía”, nos comparte en entrevista. Y vaya que se cumplió su sueño. Luego de su primera producción en grande, continuaron los éxitos televisivos con Miss XV y Mi corazón es tuyo, que le trajeron mucho reconocimiento del público y un gran número de seguidores que la apoyan hasta la fecha.
Pero claro que no podía quedarse solo con papeles de adolescente. Esta regiomontana necesitaba seguir creciendo y diversificando su carrera. “Siempre estoy en busca de retos nuevos, quiero hacer muchísimas cosas y soy de las que siempre aspira a más”, asegura. Con esto en mente, Pau ha tenido participaciones en exitosas obras de teatro y hace casi dos años protagonizó la película Veinteañera, divorciada y fantástica. Pero a su vida profesional le faltaba algo: una serie.
“La evolución de mi trabajo se ha dado de una manera muy natural, creo que cada proyecto y cada etapa de mi vida han sido perfectos y me siento muy feliz en este momento con lo que he estado haciendo”, comenta sobre su proyecto actoral más reciente que nos tiene emocionadas a miles de personas en todo el mundo: la serie Madre solo hay dos, que el próximo 24 de diciembre estrena su segunda temporada en 190 países a través de Netflix.
La producción cuenta con la participación de Ludwika Paleta, quien junto a Paulina protagonizan la historia de Ana y Mariana, respectivamente, dos mujeres que se enfrentan a la maternidad desde mundos e historias de vida muy diferentes, pero que, por azares del destino, tienen que hacerlo unidas.
“El tema de la maternidad es algo que aún no me ha tocado vivir en carne propia y fue muy interesante y divertido el proceso para construir el personaje. He aprendido mucho, estoy feliz de darle vida a Mariana”, platica Pau, y asegura que después de hacer este papel se ha convencido todavía más de sus anhelos de convertirse en madre algún día. “Siempre he sabido que quiero ser mamá, pero sin duda el contacto con las bebés de la serie lo despertó más. Me dieron más ganas, pero, a la vez, también me dio un poquito de terror”, bromea.
Sobre su rol en la primera temporada, cuenta que el papel le vino como anillo al dedo. “Me encanta que me haya tocado ser una mamá joven y primeriza, porque el hecho de que no supiera cargar bien a la bebé o darle de comer, hacía que todo se notara más natural para mi personaje”, dice entre risas.
“LA MATERNIDAD NO ES SOLO LA PARTE ROMÁNTICA”
Es momento de platicar sobre la nueva temporada, la cual tardó más de 11 meses en estrenarse y que busca dejar un mensaje positivo. “La serie retrata la realidad de las mujeres que son mamás y que también quieren ser profesionistas y desarrollarse en otras áreas; habla de lo complicado que puede ser y el poco apoyo que existe para ellas. Se siente como si al momento de ser mamá ya eres menos útil para una empresa”, sentencia la actriz.
Habrá muchas que se sientan identificadas, ya que Madre solo hay dos no solo representa la idea romántica de la maternidad. “También muestra sus retos, dificultades y sacrificios. Creo que ver a estas mujeres sentirse vulnerables y pasar por todos estos retos las hace muy cercanas al público”, agrega.
“Algo primordial de esta temporada es hablar sobre la red de apoyo que necesita una mujer al ser madre. Mi personaje es una persona independiente que tiene que enfrentarse a nuevos retos, como empezar a buscar trabajo, tener que dejar a su bebé en una guardería y el miedo que esto le genera”, comparte.
Este trabajo le ha ofrecido a la actriz grandes aprendizajes de vida y asegura que se identificó con la personalidad de Mariana, “principalmente porque quiere lidiar con todo ella sola, sentirse la súper mujer, cuando en realidad no se puede hacer todo y tampoco vale la pena. Es válido pedir ayuda y nadie debe sentirse culpable por hacerlo”, afirma.
Al hablar de esto es inevitable preguntar cómo es la relación con su mamá y, con la sonrisa más grande que le hemos visto durante nuestra plática, cuenta que “siempre ha sido mi mejor amiga y el amor de mi vida, tengo una relación súper buena y cercana, y después de hacer esta serie puedo entenderla mucho más y puedo comprender esta idea de que las mamás siempre hacen lo mejor que pueden con lo que tienen. Cuando somos niños siempre vemos a nuestros padres como superhéroes, y sí lo son, pero también se equivocan y está bien”, dice.
“ES UNA FORMA DE TERAPIA”
Para esta talentosa mujer, la música también es fundamental en su vida. “Siempre me ha acompañado y me gusta mucho. Desde mi primer proyecto, en Niña de mi corazón, me tocó hacer un papel en el que cantaba y justo en esas fechas saqué mi primer disco”, recuerda.
Luego de este álbum se unió al grupo Eme XV, que surgió a partir del proyecto que protagonizó junto a Natasha Dupeyrón. “En esta etapa tuve la oportunidad de hacer una gira, y no solo en México, también en otros países, y aunque después decidí enfocarme un poco más en mi carrera como actriz, hace unos años retomé este lado de mi vida”.
Cuando lo hizo, fue porque tenía la necesidad de expresar sus sentimientos y qué mejor que hacerlo con pluma y papel. “Estaba viviendo momentos complicados y tomé esta disciplina como una forma de terapia, de transformar el dolor y las cosas que me estaban sucediendo en algo positivo y que pudiera compartir con mi gente allá afuera. Así me empecé a probar como compositora, como cantautora”, confiesa.
Sin dar demasiados detalles, Paulina Goto reitera que esta parte musical de su carrera apenas está arrancando. Con letras juveniles, pero también más maduras, nos va contando una historia muy personal que próximamente presentará nuevos capítulos.