Paulina Abascal tiene una historia de amor igual de emocionante que su carrera culinaria. La chef pastelera se casó con el empresario Valentín Girón luego de más de dos décadas de conocerse y varias desilusiones amorosas que los llevaron a darse el "Sí, acepto".
Ambos siempre han sido muy entregados en sus profesiones, por un lado la cocina y por el otro los negocios, sorprendentemente sus caminos se cruzaron y decidieron darse una oportunidad como novios, una relación que duró varios años antes de atreverse a dar el siguiente paso con una boda de ensueño.
La original propuesta de matrimonio
Tras años de noviazgo, el empresario le pidió matrimonio en Nueva York. Ambos se encontraban en el Hotel St. Regis cuando se le ocurrió una forma muy original de entregarle el anillo de compromiso.
“Como no quería que le descubriera el anillo porque ya él sentía que yo se lo iba a cachar, me metí a bañar y, saliendo de la regadera, en la sala había champagne, macarrones, quesos y en la copa de champagne estaba mi anillo”, dijo a la revista Quien en 2019.
La propuesta se dio un día después del cumpleaños de Girón, el 28 de febrero de 2018. Para el empresario unirse en matrimonio era muy importante, pues significaba un compromiso mayor.
“Nos conocemos hace más de 20 años por la familia. Después de llevar muchos años de noviazgo, él me pidió matrimonio porque para él era muy importante que yo llevara su apellido”, dijo a la publicación.
La espectacular boda de la chef Paulina Abascal y Valentín Girón
Fue el 2 de marzo de 2019 cuando la pareja decidió darse el "Sí, acepto" con una lujosa boda en la Ciudad de México. La recepción fue en Bosque Real y los acompañaron 200 invitados, entre familiares y amigos, que fueron testigos de la unión de su amor.
El lugar estaba lleno de romanticismo gracias a una decoración de velas, 76 mil flores y pétalos blancos a cargo de la florista Paty Kishigami y la wedding planer Paola Perdomo.
Grupo Matute amenizó la noche, pero también contaron con música de DJ y el grupo Cumbia Live que hizo de la velada la más divertida de sus vidas.
La cena de la noche por supuesto que estuvo bajo la supervisión de la chef, que aunque su especialidad son los postres y pasteles, conoce muy bien las habilidades culinarias por lo que contaron con un Oyster Bar de Vicky Cherem y cuatro estaciones de comida.
Tras la celebración tuvieron una luna de miel por Asia en la cual visitaron Corea del sur, China y Japón.
Hoy en día la historia de amor se sigue escribiendo gracias a la excelente comunicación y compromiso que mantienen.