Es tan famoso y rico, que podría quedarse en casa, relajarse y contar su dinero, sin nunca acabar. Pero Sir James Paul McCartney no quiere retirarse; al contrario, quiere seguir haciendo música y contar su historia llena de rock, fama y diversión.
El cantante, compositor, bajista, poeta y pintor es principalmente conocido por ser integrante de una de las bandas más icónicas de la industria, 'Los Beatles'. Pero mucho antes de ser uno de los hombres más famosos de la industria, era un simple chico británico con muchos sueños y gran talento.
Los inicios de Paul McCartney
El padre de McCartney, James, trabajaba en el Liverpool Cotton Exchange, y su madre, Mary, era una partera. Su muerte por cáncer de mama en octubre de 1956, cuando McCartney tenía 14 años, tuvo un profundo efecto en su vida y fue la inspiración para su balada "Let It Be".
Su hermano menor, Michael, más tarde cambió su nombre a Mike McGear y tuvo varios éxitos en el grupo de rock satírico 'Scaffold'. Al igual que sus compañeros de la banda, George Harrison y Ringo Starr (Richard Starkey), McCartney creció en una sociedad de clase trabajadora tradicional del norte de Inglaterra, con una familia grande que visitaba con frecuencia. Su padre había sido el líder de la Banda de Jazz de Jim Mac, y por las tardes la familia a menudo se reunía alrededor del piano, una experiencia que McCartney aprovechó para canciones como "When I’m 64'.
El inicio de los Beatles
El 6 de julio de 1957, Paul conoció a John Lennon en Woolton Village Fete y se unió a su grupo de skiffle, los Quarrymen, que, después de varios cambios de nombre, se convirtieron en los Beatles. Cuando la madre de Lennon fue asesinada por un automóvil de la policía en 1958, McCartney, con la muerte de su propia madre todavía fresca en su memoria, pudo empatizar con el angustiado joven de 17 años, creando un vínculo que se convirtió en la base de su estrecha amistad.
McCartney y Lennon se establecieron rápidamente como compositores del grupo y, cuando los Beatles firmaron con EMI-Parlophone en 1962, estaban escribiendo la mayor parte de su propio material. Para su tercer álbum, el grupo dejó de grabar covers. La asociación de composición de canciones de Lennon y McCartney fue muy importante para ellos, tanto financiera como creativamente; incluso en 1969, cuando estaban separados por asuntos de negocios y supuestamente no en términos de conversación, Lennon le trajo a McCartney su canción "The Ballad of John and Yoko" y trabajaron juntos en el "medio ocho" (la sección independiente que a menudo viene a mitad de camino en una canción). Su música trascendió las diferencias personales.
Aunque generalmente se le relaciona con baladas y canciones de amor, McCartney también fue responsable de muchas de las canciones de rock más rudas de los Beatles, como "Lady Madonna", "Back in the URSS" y "Helter Skelter", pero sobre todo tiene un don extraordinario para las melodías.
McCartney, un multiinstrumentista, también tocó la batería en algunas pistas de los Beatles y tocó todos los instrumentos en algunos de sus álbumes en solitario, así como la guitarra principal en conciertos.
'Wings' y carrera como solista
Los Beatles dejaron de tocar en vivo en 1966. Después de su separación en 1970, McCartney grabó dos álbumes en solitario, 'McCartney' (1970) y 'Ram' (1971), antes de formar la banda 'Wings' con su esposa Linda, una fotógrafa estadounidense y músico con el que se había casado en 1969. La quería con él en todo momento, y tenerla en el escenario resolvió muchos de los problemas que surgen en los matrimonios en el mundo de la música popular.
'Wings' recorrió el mundo y se convirtió en el acto pop más vendido de la década de 1970, con 27 éxitos en el Top 40 de los Estados Unidos.
Sin embargo, los problemas de seguridad causados por el asesinato de Lennon en 1980 impidieron que McCartney realizara giras durante una década, y se concentró en la grabación de estudio y en escribir y protagonizar la película de 1984 'Give My Regards to Broad Street', que fue un fracaso rotundo.
Por fortuna a los críticos les encantó su álbum de 1989, 'Flowers in the Dirt', que coincidió con su regreso a la actuación en vivo, y 'Flaming Pie' fue aún más elogiado. En 1997 McCartney fue nombrado caballero por la reina Isabel II "por servicios a la música". Al año siguiente, Linda murió de cáncer, una de las tragedias que más impactó en su vida.
En la década del 2000 McCartney se casó y se divorció de la actriz y activista Heather Mills. En el 2011 se casó con Nancy Shevell.
Más allá de la música
McCartney tenía intereses más allá de la música popular. Inspirado por una reunión con Willem de 'Kooning' a finales de la década de 1970, comenzó a pintar, y a fines de la década de 1980 estaba dedicando gran parte de su tiempo a esto. Su trabajo se mostró por primera vez públicamente en mayo de 1999 en una retrospectiva celebrada en Siegen, Alemania.
McCartney también se ramificó en otras áreas: su composición clásica semiautobiográfica 'Liverpool Oratorio', escrita en colaboración con el compositor estadounidense Carl Davis, fue interpretada por primera vez en 1991 por la Orquesta Filarmónica Real de Liverpool en la catedral anglicana de Liverpool, donde McCartney una vez falló su audición como corista.
En el 2001, se publicó un volumen de su poesía, 'Blackbird Singing', que también incluía algunas letras de canciones. Además, compuso la partitura para el ballet de Peter Martins 'Ocean’s Kingdom' . Y, por si fuera poco, McCartney es autor de varios libros para niños.
Su legado
Con unos 60 discos de oro y ventas de más de 100 millones de sencillos en el transcurso de su carrera, McCartney es posiblemente el intérprete y compositor más exitoso comercialmente de la música popular. La canción de 1965 de los Beatles "Yesterday" (escrita en su totalidad por McCartney e interpretada sola con un cuarteto de cuerda) se ha reproducido unas 6 millones de veces en la radio y televisión americana, superando con creces a su competidor más cercano. Además, con más de 3 mil versiones de portada, también es la canción más grabada de la historia
Además, McCartney es un firme defensor del vegetarianismo y los derechos de los animales y participa en campañas activas para aliviar el endeudamiento de los países menos desarrollados, eliminar las minas terrestres y evitar el sacrificio de focas. Más que un músico de rock, McCartney ahora es considerado un ícono de la identidad británica.
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