Patricia Garza y su misión de eliminar los prejuicios sobre la lencería

Personajes

La diseñadora Patricia Garza busca empoderar a las mujeres para que conecten con su autenticidad y fortalezcan su autoestima, a través de su marca de ropa y lencería.

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Ella es Patricia Garza, creadora de Hua lingerie.

Por mucho tiempo, se consideró la lencería como algo que lucir solo para mostrárselo a alguien más, sin embargo, este concepto ha cambiado. 

Hace 10 años, Patricia Garza y Siouzana Melikian fundaron Hua Lingerie y con ellas evolucionó la percepción de estas prendas, para convertirlas en algo mucho más personal, relacionado con la autopercepción y la autoestima. “Queríamos quitar los prejuicios que había sobre la lencería, que era o solo verte supersexy o para alguien más… Nos costó mucho cambiar ese concepto, convertirlo en algo para ti”, cuenta Patricia.

Gracias a su ideología y diversidad de tallas, la percepción de la lencería está cambiando.

“Lo que nosotros creamos es un lugar seguro para que las mujeres puedan ser quienes son y explorar, decir ‘voy a ponerme esto’ y, en cuanto se lo ponen, experimentar cierta transformación, más profunda, relacionada con la aceptación”, dice la directora creativa.

“No hay nada más bonito y más difícil que verte de frente. El verdadero empoderamiento viene cuando uno se puede ver a sí mismo en el espejo y experimentar”, considera la diseñadora de la marca, cuya oferta incluye vestidos y trajes de baño. “Como todo es versátil, timeless, elegante, lo puedes usar con todo”, afirma y nos cuenta todos los detalles en entrevista.

¿Cómo nació Hua Lingerie?

Nace de la mano de Siouzana Melikian, que es mi socia, hace 10 años, en mi casa. Yo tenía una marca de ropa y siempre me he dedicado a crear mis piezas, mi arte, de bordado, de todo. Me gusta mucho el yo crear mis propias cosas y me junté con Siouzana, que ya tenía una marca de camisas. Dije: “vamos a hacer algo nuevo, diferente, que no exista”. Hace 10 años no había lencería en México. Sobre todo lencería bonita, que ya se usaba en otras partes del mundo, y que podías también usar para la vida diaria. Lo que nosotros creamos en Hua es un lugar seguro para que las mujeres puedan ser quienes son, explorarse y, en cuanto se lo pongan, crear cierta transformación más profunda de aceptación.

Hua Lingerie cuenta con un showroom, ubicado en Durango 209, en la colonia Roma, CDMX.

¿Cómo lograr que la vestimenta se vuelva reflejo de la personalidad?

Empezamos siendo lencería y creamos también piezas como vestidos para noche de bodas, por ejemplo, o para la playa. Queríamos quitar primero todos los prejuicios que ya había de la lencería, que era el solo verte súper sexy o para mostrárselo a alguien más. Nos costó mucho cambiar ese concepto y convertirlo en algo para ti… que si tú te empiezas a vestir, lo haces un ritual y te empiezas a sentir bonita, eso empieza a repercutir también en lo que reflejas y ya por consiguiente en muchas cosas. Además de la lencería, hacemos vestidos, batas, shorts y traje de baño. Todo tipo de piezas, pero siempre con el mismo concepto y bajo como las mismas reglas: que esto es para ti y, una vez que sea para ti, te puedas mostrar al mundo tal y como eres.

¿Qué tan difícil fue compartir el mensaje de la lencería como algo personal?

Al principio sí fue difícil por el cliché de lo que hemos normalizado. Como mujeres también es parte de nuestra responsabilidad y posteriormente cambiarlo en la idea que tienen los hombres. El que si me estoy poniendo esto, no es ni para provocarte ni para hacerte sentir algo, yo me lo estoy poniendo para mí. Entonces sí hubo un poco un choque y lo intentamos de muchas formas, porque la lencería también puede ser dulce y fresca… tiene diferentes motivos y tú eliges.

¿Por qué Hua se define como una comunidad?

Tiene que ver con crear un espacio seguro para la autoestima. Con el tiempo y con los años nos fuimos dando cuenta de que nos queríamos alejar mucho del término moda y de tendencias para ver más bien la ropa como una herramienta para la transformación. Desde el principio decidimos crear piezas atemporales que van a durar toda la vida, que las vas a poder heredar a tus nietas y que van a seguir siendo piezas clásicas y con toda la onda del mundo. Eso empezó a conectar con nuestras clientas y amigas y se empezó a volver una comunidad muy fuerte y linda de personas que se empezaron a sentir seguras con nosotros.

¿Cómo integran la diversidad corporal a sus modelos?

Nuestras tallas son inclusivas y no tenemos S, M y L, tenemos desde la XS hasta la XXL, pero son unitallas. Tenemos unitalla 0 que abarca XSS; unitalla 1, que abarca S y M; y, unitalla 2, que abarca M y L. Porque no somos nada más una talla, de repente tenemos la espalda más ancha, o las pompas más grandes, o la pierna más grande, o estoy más alta o más chiquita. Entonces el encasillarnos solo en una talla, para nosotras no representaba mucho y nos comprometemos muchísimo con que todos los cuerpos son validados. Si tú llegas y no te queda alguna pieza, por lo que sea, también hacemos piezas personalizadas. Entonces, bienvenidos todos los cuerpos.

¿Por qué es importante diseñar pensando en la diversidad generacional?

No creemos en la edad, pues creemos que la edad se lleva por dentro. Pensamos que todos los cuerpos son hermosos, que la mezcla de tu cuerpo, con tu personalidad, con cómo lo usas tú y con tu estilo, es lo que te hace único. Es lo que traes en tu corazón y lo que quieres transmitir. Y desde ahí, podemos lograr esto, porque tenemos piezas que las puede usar alguien de 25 y alguien de 65. Es la misma pieza, las mismas tallas, el mismo concepto. Simplemente, quien le imprime eso diferente es la persona que lo está usando.

¿Cómo es su proceso de diseño?

Creamos una colección al año y esa colección se va a modificar de acuerdo también al clima. Si hace calor vamos a sacar la misma pieza, pero mucho más ligera, más corta y con un toque diferente para darle frescura, pero creamos solo una al año.

¿Cómo se integra la labor social, tanto en los diseños como en el concepto de Hua Lingerie?

Esto también viene desde la transformación en la autoestima, desde crear un lugar seguro para las mujeres, que vengan y se sientan cómodas y que a través de nuestra ropa puedan sacar algo más. Con fundación La Cana, específicamente, trabajamos los bordados y también hemos hecho inserción social, vienen personas de ahí a trabajar por determinado tiempo con nosotros y las capacitamos en nuestro taller. La mayoría sí trabajan desde los penales y La Cana funciona como nuestro intermediario con ellas. El punto es, desde nuestro nicho, crear un mejor mundo para las mujeres que están en situación vulnerable.

¿Cómo es que son amigables con el medio ambiente y evitan desperdicios?

Lo primero es el crear piezas atemporales, porque la gente consume menos y consume lo que tiene que consumir. Después de eso, hay diferentes procesos que nosotros seguimos, como el de zero waste. Todos los retazos los usamos para hacer trajes de baño u otros bodys y tenemos un proyecto que es Proyecto Retazos, que sacamos dos o tres al año y salen unas piezas hermosas. Ese es el segundo paso. Y el tercero son las buenas prácticas dentro de nuestro taller, con nuestros empleados, con la gente que trabaja con nosotros, que sea un ambiente fluido, armonioso, en donde hay comunicación y buenos tratos.

¿Qué distingue a la colección de aniversario?

Estamos tratando de que esas piezas sean más grandes de lo que lo hacemos normalmente, casi siempre hay una o dos piezas monumentales para el día a día, entonces decidimos agregarle un poquito más de volumen a las piezas. Justamente es para las coleccionistas, las que ya tienen la pieza original o las que no conocían Hua Lingerie y lo quieren poquito más extravagante o monumental. La otra es que ahorita Siouzana y yo estamos bordando vestidos a mano, con unas flores espectaculares, hojas y demás, que eso solo hay una pieza. Entonces, todo este año vamos a estar haciéndolos y, bueno, eso sí, la verdad es que los ponemos en el showroom y así como entran, ¡se van! Eso sí, de estos solo hay uno, en la talla que tocó, en el color que tocó, y lo estamos haciendo más como por ese sentimiento de regresar a como iniciamos, que eran muchos bordados y mucho detalle y mucha elegancia.

¿Cuáles son tres tips para comprar tus primeras piezas de lencería?

La primera es perderle un poco el miedo a salirte de tus estándares, probar, salir de tu zona cómoda y decir: “me voy a ir a un probador o a un showroom y me voy a probar lo que menos crea que me va a quedar”. Y usarlo, porque eso te va a decir mucho de ti, te vas a ver diferente y siento que cuando uno se ve diferente también se comporta diferente.

En segundo lugar, atrévete a usar un color distinto y más en la lencería, porque solo tú te lo vas a ver. Hay gente que no le gusta el encaje o ciertos colores, haz la prueba, no va a pasar nada y capaz y pasa algo interesante.

El tercero, que es lo que yo haría, es que buscaría diseñadores locales que están haciendo lencería, para empezar y para adentrarme un poquito. Si te da pena, ve sus páginas primero para ver con qué modelos te identificas y así tener un primer acercamiento.

¿Cómo empoderarnos como mujeres a través de la lencería?

Creo que no hay nada más bonito y más difícil que verte de frente y que el verdadero empoderamiento viene cuando uno se puede ver a sí mismo en el espejo y a partir de ahí experimentar.

Empieza una nueva década para Hua Lingerie, ¿qué sigue para la marca, hay alguna novedad que nos quieras adelantar?

Vamos a continuar impulsando el custom made y tenemos asesorías. Empezamos el año pasado con estas asesorías, en donde si tú quieres una asesoría directamente conmigo o con mi socia, Siouzana, la puedes adquirir y nosotros te asesoramos para todo tu proyecto. Pueden ser novias, quinceaños, un cambio de imagen o lo que necesites.


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