En la última década hemos sido testigos de maravillosas historias de amor entre celebridades, sus impresionantes celebraciones de boda y, por supuesto, los más icónicos vestidos de novia que son ya una inspiración para toda bride to be.
Cómo olvidar aquel 29 de abril de 2011 cuando Kate Middleton se unió a la realeza con un diseño de Sarah Burton, el cual complementó con la impresionante tiara Cartier propiedad de la reina Isabel.
Ese mismo año, Kate Moss y Jamie Hince se dieron el sí en una gran celebración de tres días, muy al estilo bohemio. Kate deslumbró con un diseño de inspiración vintage creado por John Galliano.
El enlace de Kim Kardashian y Kanye West fue una celebración de varios días que inició en París con una cena de ensayo en el Palacio de Versalle, y concluyó el 29 de mayo de 2014 en el Forte di Belvedere en Florencia, con Kim enfundada en un impresionante vestido de encaje de alta costura de Givenchy.
DE ENSUEÑO
En 2017, Miranda Kerr y Evan Spiegel unieron sus vidas en una sencilla e íntima ceremonia con menos de 50 invitados, pero eso no fue impedimento para que la modelo se luciera con un hermoso diseño de Maria Grazia Chiuri, el cual se inspiró en el vestido utilizado por Grace Kelly en su boda con el Príncipe Rainiero, en 1956.
Para su boda con Brad Falchuk en 2018, Gwyneth Paltrow utilizó un diseño de encaje con mangas de Pierpaolo Piccioli para Valentino con un velo tradicional.
Meses más tarde, Chiara Ferragni y Fedez tuvieron una boda de tres días en un castillo encantado y con su propio parque de atracciones, para la cual la influencer usó dos diseños de Dior Alta Costura creados en exclusiva por Maria Grazia Chiuri.
Después de casarse por el civil en secreto, Hailey Baldwin y Justin Bieber organizaron una gran fiesta de boda en un resort de lujo en Carolina del Sur, para la cual la novia tuvo tres vestidos, el más impactante de ellos fue una creación de Virgil Abloh.