Cuatro años han transcurrido desde que la conductora Montserrat Oliver, y la modelo y fotógrafa eslovena Yaya Kosikova, nos sorprendieron al anunciar que habían contraído matrimonio, durante una íntima ceremonia celebrada en su rancho de Texas.
Desde entonces, la pareja se ha consolidado como una de las relaciones más estables del medio, pues, además de hacer vida en común, recientemente ambas han emprendido un negocio juntas, con su propia colección de joyas, llamada H. Moissan.
Está por cumplirse una década desde que iniciaron su noviazgo, y ambas lucen tan felices que la diferencia de edades o de nacionalidad, son temas que han quedado en el pasado.
Hoy, legalmente unidas, son un ejemplo para el colectivo LGBTQ+ y no dudan en levantar la voz para apoyarlo.
Esto lo pudimos comprobar en una charla que nos concedieron desde París, Francia, y en la que nos cuentan como han sido estos primeros cuatro años como esposas y socias.
“Honestamente nunca he sido muy fan del matrimonio. Me encanta que la gente se encuentre, que tengan hijos y vivan un cuento como de Cenicienta, pero la idea de firmar un papel para estar unida a alguien, nunca me ha gustado. No me agradan los compromisos de tienes que cumplir como requisito legal; me chocan, los odio. Pero, si no me casaba, ¡me corrían a Yaya del país!”, relata Montserrat entre carcajadas, con su característico sentido del humor.
“No, ya en serio. Estos años casadas han sido de altas y bajas, pues siempre existe un estira y afloja para aprender a comunicarnos mejor, y para tratar de entender las necesidades de cada una.
Luego, al compartir también nuestra faceta de empresarias, lo bueno es que tenemos los mismos gustos y prioridades, por lo que podemos tomar decisiones objetivas en pro de nuestro negocio. Si estamos en plan pareja, no se habla de trabajo, y viceversa... Además, siento que cuando estás compartiendo con alguien, se tiene que hacer por gusto. No soy de esas personas que piensan que todo debe ser mitad y mitad. Si yo tengo, yo lo doy. Si ella tiene, que lo dé. Pero por amor, no porque lo diga un papel... En general diría que ha sido una etapa de mucho aprendizaje y de enorme crecimiento”, agregó la conductora.
Hablemos de respeto
Aunque muchos podrían pensar que siempre ha gozado de una posición privilegiada, por ser una figura pública, Montserrat nos compartió que llegó a dudar en compartir sus preferencias sexuales, debido al estigma que aún pesa sobre la comunidad gay.
“Me fue más difícil, por un lado, e incluso llegué a pensar que me iba a quedar sin trabajo. Temía que compartirlo con la gente me fuera a afectar muchísimo, pero afortunadamente hay marcas que han seguido trabajando conmigo y que respetan la diversidad. Obviamente hubo miedo de que mi carrera se viera afectada, pero luego entendí que sólo hay una vida y hay que vivirla, tratando de ser felices y haciendo el bien a las personas que te rodean”, expresó.
Esta actitud ha sido clave para abrirse puertas y, en gran medida, la responsable de que Montserrat se mantenga como una de las conductoras más queridas entre el público de varios países, quienes cada semana la siguen en emisiones como Montse & Joe, el programa que presenta junto a su inseparable amiga Yolanda Andrade, con quien ha hecho mancuerna por casi 25 años.
“Sinceramente estoy convencida de que la mejor forma de lograr que nos respeten como comunidad, es siendo impecables y congruentes con lo que hacemos. Ser exitoso es importante, pero no solo a nivel económico o profesional, se trata convertirse en un ejemplo de respeto para los demás, hombres y mujeres, heterosexuales o gays. Porque, en medida que nosotros mismos nos respetemos, los demás también lo harán... Otra de las cosas que le diría al colectivo LGBTQ+ es que no cambien solo para darle gusto a alguien, pues nunca se va a poder complacer a todo el mundo. Aquí lo más importante es tu propia felicidad y la autenticidad con la que vayas marcando tu camino”, asegura.
Paciencia y compromiso
Esas son precisamente dos cualidades que saltan a la vista cuando vemos interactuar a Yaya con Montserrat. Y cuando les preguntamos a cada una qué le cautivó de su pareja, esta última respondió contundente: “Simplemente me enamoró su sencillez y sensibilidad”.
Yaya no se queda atrás y agrega: “Al principio me atrajo la inteligencia, la amabilidad y los profundos valores de ella. Eso yo creo que sentó una base sólida para nuestra relación y para este matrimonio, que definitivamente nos ha transformado, enseñándonos sobre paciencia y compromiso”, dijo.
Fue precisamente la modelo nacida en Eslovenia quien nos compartió la postura que tienen respecto a la maternidad y si se han planteado tener hijos en un futuro.
“Nunca ha sido una aspiración personal. Estoy abierta a la idea de la adopción, si mis circunstancias o perspectivas cambian más adelante, pero, en este momento, ambas estamos en la misma sintonía. Creo que se debe entender que la maternidad no es del agrado de todos ni para todos ¡y que eso está perfectamente bien!”, comenta.
No más discriminación
Al provenir de otro país, Yaya se confiesa alejada de los temas políticos, aunque le preocupan los temas que atañen a la comunidad LGBTQ+ en todo el planeta.
“Hay temas preocupantes, como la reciente decisión, en Perú, de etiquetar como un trastorno mental las diversas identidades de género. Temas así resaltan la necesidad constante de desafiar, a través de la visibilidad de nuestra comunidad, estos conceptos erróneos y tan dañinos... De ahí la importancia de mantener vivo el Día del Orgullo. Porque es nuestro momento de celebrar la historia LGBTQ+, animar a nuestra hermosa diversidad para seguir presionando a las autoridades por la igualdad de derechos, y llenando de amor todos los rincones”, reflexiona.
Y aunque admite que su profesión le ha permitido viajar por muchos países sin necesidad de dar explicaciones, confiesa que también ha padecido los prejuicios en contra de la comunidad.
“Sí, en ocasiones nosotras también nos hemos enfrentado a la discriminación, lo que demuestra por qué la defensa y la unión dentro de la comunidad LGBTQ+ son tan importantes. Es algo que encontramos a diario en diversas situaciones, solo que ya hemos aprendido a navegar y vivir con ello. Sin embargo, eso no quiere decir que nos quedemos de brazos cruzados, pues, cuando alguien atraviesa por algo similar, lo más importante es confíar en ti mismo, rodearte de personas que te apoyen y recordar que tu felicidad está por encima de todo”, exclama.
Por último, habló de las políticas públicas que ella considera más urgentes en nuestro país, en cuanto a equidad y género se refieren.
“Este país ahora es mi hogar, por eso he podido ver las problemáticas que tiene y creo que debe centrarse en algunas cosas clave. Por ejemplo, asegurarse de que todos, independientemente de su género, se sientan seguros, fortaleciendo las leyes contra la violencia. También deberíamos enseñar a los niños en la escuela a tratar a todos de manera respetuosa...
“Siento que es importante que los lugares de trabajo paguen a todos de manera justa y apoyen a las mujeres y a las personas LGBTQ+. Y necesitamos una mejor atención médica, que satisfaga las necesidades de todos por igual. Finalmente, deberíamos alentar a más mujeres a asumir roles de liderazgo. Sin duda, estos cambios harían de México un lugar más justo e inclusivo para todos”, puntualizó Yaya.