Mirna Alicia Reyes Sánchez es originaria de ciudad Tampico, Tamaulipas. Desde muy chica comenzó a incursionar en el mundo de música, pues desde los tres años de edad tuvo contacto con su instrumento favorito, el violín, esto gracias a que sus papás eran parte de la Orquesta Sinfónica de la UAT y ella estaba presente en todas sus presentaciones.
Inició sus estudios con la maestra María Teresa Cortinas de Riego en clases grupales con niños de la misma edad que ella, donde comenzó con sus primeras experiencias con el violín.
Desde ese momento Mirna sabía que quería dedicarse a eso toda su vida, pues le apasionada la música, siempre dedicaba su tiempo a perfeccionar sus habilidades.
Sus papás han sido una pieza fundamental en todos sus logros, la motivaban a diario para que nunca faltara a sus clases y gracias a ellos es lo que es hoy en día.
A los 10 años fue llevada a Xalapa a tomar clases particulares con el Concertino de la Sinfónica de Xalapa, viajaba una vez por mes a tomar dos horas de clases y regresaba para continuar con sus estudios en Tampico.
Gracias a su constancia y disciplina, comenzó a obtener frutos, pues ese año realizó su debut profesional como solista con la Sinfónica de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Cuando entro a la adolescencia fue dejando la música, pero llego un momento muy exacto en su vida, cuando cumplió sus 15 años y estando en su primer semestre de prepa, se dio cuenta que había alejado de eso que la llenaba de felicidad, fue entonces que sus papás, los dos músicos profesionales, decidieron meterla a la orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y fue ahí donde retomo el violín.
Al cumplir los 17 años se fue a estudiar a Xalapa de tiempo completo. En ese mismo año audición junto a treinta niños más de todo el país para entrar al Conservatorio de Xalapa y fue ella quien gano el primer lugar de todos los violinistas.
En uno de los años, en los que estuvo viviendo ahí tomo un Master Class con Kati Sebestyén, una de las maestras más representativas de Europa. Al terminar su clase con la prestigiada artista y bajar del escenario, Kati le dijo que era una estudiante con mucho talento y la invito a estudiar con ella a Holanda.
Fue entonces cuando se mudó a Holanda e ingreso a la escuela Prince Claus Conservatoire así como empezó su preparación en ese país, estudios que la han hecho crecer a pasos agigantados, y le han dado la oportunidad de vivir inolvidables momentos como tocar en la reinauguración del Museo de Groningen, estar de gira por Francia con la Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz, participar en un festival de música barraca en Hungría, tocar para el embajador de México en Berlín, ser parte de la Orquesta del Conservatoria y tocar para la Reina Beatriz de Holanda, y su presentación que la hizo regresar al lugar que la vio nacer al presentarse como solista en la décimo tercera edición del Festival Internacional Tamaulipas, junto a la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Actualmente Mirna sigue sorprendiéndonos con su talento y dedicación con una de sus más grandes pasiones.