Michelle Salas, quien se encuentra en un momento muy relajante de su vida, en el que ha hecho las paces con su papá, y recientemente se unió en matrimonio; ha revelado que tiene un grave padecimiento y al parecer afecta tanto su vida, que ha pedido ayuda a través de sus redes sociales.
Fue a través de su cuenta de Instagram que se abrió con sus seguidores para revelar el problema por el que está atravesando, generando preocupación con sus fans más cercanos, así como con los medios de comunicación.
¿Qué padecimiento tiene Michelle Salas?
Como sabemos, la vida de la modelo está rodeada de viajes, y es que por causas de su trabajo y estilo de vida, suele volar constantemente de Nueva York, a Madrid, lo que genera que en ocasiones no pueda dormir las horas que le corresponden, y que le puedan permitir descansar para recuperar su energía.
“Buenos días, ay no, no están entendiendo, me acosté a los 10 de la noche tratando de dormir la horas que quería dormir y fue imposible, estoy teniendo un grave problema y no sé quién me pueda ayudar”, expresó Michelle a través de sus historias de Instagram mientras se encontraba en un taxi que la llevaba al trabajo.
¿Qué ha hecho Michelle Salas para tratar de evitar su insomnio?
La hija de Luis Miguel reveló que ha intentado diferentes métodos para lograr conciliar el sueño. Estos han ido desde tomar magnesio y melatonina; sin embargo, no ha sido algo que funcione, y es que después despierta con mucho cansancio.
¿Cómo pidió ayuda Michelle Salas?
Parece que esto ha sido algo que ha afectado mucho su estilo de vida, por lo que al sufrir la desesperación de sentirse así, expresó con sus seguidores un gesto de ayuda.
“No logro desconectar el cerebro, mi cerebro no desconecta, me duele el cerebro y todo el tiempo, en la noche, estoy como despierta, pensando, y no logro descansar nada. Heme aquí, ya estoy de camino a mi shoot, será un día largo, así que, actitud positiva, espero dormir temprano hoy y recuperar esas horas de sueño”, añadió con el fin de obtener alguna recomendación sobre algún profesional que la pueda auxiliar.
Añadió que quien supiera de algún doctor, se acercaran a ella, pues se ha convertido en una costumbre para ella, el no dormir.
“Se me hace rarísimo porque antes no tenía ningún tipo de problema durmiendo en el avión, en el tren o donde estuviera, pero estos dos últimos años han empezado a ser como que no sé”, finalizó.