Sin lugar a dudas, es uno de los incidentes más infames de la familia real: la historia de cómo un londinense desempleado, Michael Fagan, irrumpió en el Palacio de Buckingham y entró en el dormitorio de la reina mientras dormía, y cuando despertó, todavía pudo tener una conversación con ella. O eso es lo que pasó en la temporada 4 de "The Crown".
El verdadero hombre niega haber tenido una conversación en profundidad, pero la serie de Netflix la ha convertido en un intercambio significativo. El episodio nos lleva a las calles de la Gran Bretaña de Margaret Thatcher, 1982, donde el desempleo ha superado los 3 millones, la tasa más alta desde la depresión de los años 30.
Entre los hombres y mujeres que hacían fila en la cola del subsidio, destaca Flagan, un pintor y decorador que estaba destinado a causar una de las peores brechas de seguridad real en la historia moderna, cuando irrumpió en el Palacio de Buckingham y entró en el dormitorio de la reina, cargando vidrios rotos.
Tom Brooke interpreta a Fagan en el elenco de serie, junto a la reina Isabel II de Olivia Colman.
Pero, ¿cuál fue la verdadera historia detrás de su encuentro? ¿Michael Fagan realmente se sentó en la cama de la reina?
¿Quién fue Michael Fagan?
Michael Fagan fue un pintor y decorador de Clerkenwell, Londres, nacido el 8 de agosto de 1948.
En 1972, se casó con su esposa Christine, con quien tuvo 4 hijos. Ha declarado que su esposa lo había dejado poco antes de la primera vez que entró al Palacio de Buckingham. La segunda vez fue un mes después.
Como ya se mencionó, Flagan estaba desempleado en ese momento.
¿Cuándo y cómo entró al Palacio de Buckingham?
Fagan entró al Palacio de Buckingham exactamente 2 veces. La primera vez lo hizo a través de un desagüe y una ventana abierta, antes de emborracharse con vino californiano que robó: "Encontré habitaciones que decían 'La habitación de Diana', 'La habitación de Carlos'; todos tenían nombres ... Entré en la habitación de Carlos, saqué el vino del estante y me lo bebí. Era californiano barato ".
También se sentó en tronos reales: “Me encantaba ... Era como Ricitos de Oro y los Tres Osos; Probé un trono y pensé 'este es demasiado blando'".
En la misma entrevista (a través de The Independent), dijo sobre la primera intrusión: “Fue más difícil salir que entrar. Finalmente encontré una puerta y salí a los jardines traseros, trepé por la pared y bajé el Mall, mirando hacia atrás y pensando 'ooh'. No había pensado en entrar ahí hasta el último segundo cuando se me ocurrió hacerlo, así que me sorprendió ".
Durante el primer incidente, Fagan fue visto por una empleada llamada Sarah Carter, quien dio la alarma, pero aún así logró evadir la captura. Los sistemas de seguridad no mejoraron lo suficiente, dejando el palacio vulnerable para otro suceso.
El artículo principal de primera plana del Times el martes 13 de julio de 1982 (titulado 'Lagunas en la seguridad del palacio provocadas por un intruso') reveló que para su segundo intento, Fagan subió al palacio a través de una ventana abierta en las oficinas del vicealmirante, Sir Peter Ashmore, el amo de la casa.
El allanamiento se produjo a pesar de las "revisiones de seguridad recientes" y las medidas de seguridad vigentes en ese momento, incluidos más de 20 agentes que custodiaban el palacio las 24 horas del día; Había varios dispositivos de seguridad, incluidas cámaras y sensores, así como altos muros rematados con alambre de púas que rodeaban los terrenos del palacio de 51 acres.
Por si fuera poco, medios internacionales también revelaron que algunas brechas anteriores en la seguridad, incluido un presunto incidente en el que un oficial estaba "en la cama con una empleada cuando debería haber estado de servicio fuera de la alcoba de la reina", y cómo, según los informes, se encontró a los oficiales "remando en los estanques ”.
¿Qué pasó con la Reina?
Al entrar en los apartamentos reales, Michael Fagan "pasó 10 minutos'' en el dormitorio de la reina en las primeras horas del viernes 9 de julio de 1982, después de entrar a las 7.15 y abrir las cortinas.
Además, "cuando la reina intentó pedir ayuda cuando entró en su habitación, descubrió que un 'botón de pánico' no funcionaba".
El informe de Scotland Yard de la época reveló que si bien la campana de alarma nocturna (conectada al pasillo fuera de la habitación de la Reina y a la despensa) funcionaba en teoría, por una serie de coincidencias nadie la escuchó ni respondió.
Por ejemplo, "el sargento de policía que se encuentra en el pasillo afuera por la noche salió de servicio alrededor de las 6 a.m., cuando los miembros del personal doméstico habían entrado en servicio".
Mientras tanto, el lacayo estaba afuera ejercitando los corgis del palacio, y la criada limpiaba en otra habitación con la puerta cerrada "para que el ruido de su trabajo no molestara a Su Majestad”.
El mismo informe policial reveló que Fagan “llevaba un trozo del cenicero roto, con el que ha dicho que tenía la intención de cortarse las muñecas en presencia de Su Majestad. Afirmó que no había entrado en el palacio con esta intención, pero que se formó en su mente por primera vez cuando vio el cenicero ".
El Times detalló que fue solo cuando Fagan pidió un cigarrillo que la Reina señaló que no había ninguno en la habitación, antes de aprovechar "la oportunidad para pedir ayuda" llamando a un lacayo.
"Elizabeth R: A Biography", una biografía de la reina de 1983 por Lady Langford, describe cómo la reina "reaccionó con calma" ante el intruso y se preguntó cómo pedir ayuda sin "asustar" a Fagan. El libro también describe cómo se cortó el pulgar de Fagan y "goteó" sangre sobre la "ropa de cama" de la Reina. También estaba "descalzo y con una camiseta", según la BBC.
El propio Fagan ha descrito el interior del dormitorio de la reina, hasta el tamaño de su cama y los detalles de su camisón hasta la rodilla; pero no dijo nada que sugiriera que la pareja compartió una conversación mientras él estaba sentado en su cama.
"Era una cama doble, pero una habitación individual, definitivamente, ella estaba durmiendo ahí sola", dijo a The Independent. "Su camisón era uno de esos estampados de Liberty y le llegaba hasta las rodillas".
Cuando se le preguntó si había compartido una conversación con ella antes de que se llamara a seguridad, dijo: “¡No! Pasó junto a mí y salió corriendo de la habitación; sus pequeños pies descalzos corriendo por el suelo ".
Según los informes, Fagan está descontento con la interpretación de "The Crown" de su intercambio. Le dijo al Daily Mail: “Peter Morgan tiene su propia agenda. Las personas que escribieron The Crown tienen una agenda. Apuesto a que el resto también es ficción. Lo acaban de hacer para tomar una copa en el Queen.
“Es una ficción completa, la parte sobre mí y el palacio. Todo es una completa ficción. Era una ficción, no me atrevería a intentar algo con la Reina ", dijo. “Todo en el personaje es ficción. No hablé con la Reina. No vi a nadie, tanto agachándose y zambulléndose. Simplemente me senté y esperé a que viniera alguien".
¿Qué pasó después?
El allanamiento de Michael Fagan en el palacio era, en ese momento, solo un "daño civil" en lugar de un delito penal. En cambio, fue acusado según la Ley de robo por robar una botella de vino del palacio durante su primer intrusión, en junio de 1982.
Sin embargo, fue absuelto de ese cargo por un jurado en septiembre de 1982. En el tribunal, Fagan incluso afirmó que le había "hecho un favor a la Reina" al exponer las laxas medidas de seguridad.
Según el mismo informe, el jurado tardó solo 10 minutos en decidir que Fagan era "no culpable".
Fue enviado para recibir tratamiento (como paciente más que como criminal) en un hospital psiquiátrico seguro en Liverpool el martes 5 de octubre de 1982, según informes de prensa al día siguiente. Fue puesto en libertad tres meses después, según la BBC.Y más tarde, Fagan fue enviado a prisión durante 4 años.
¿Ya conocías su historia?