Mía Rubín tiene muchos años preparándose. No solo desde que era una actriz infantil, pues ha hecho teatro, tele y doblaje, sino que en los últimos años ha pasado por un proceso evolutivo como artista y, hoy, se siente lista para compartirlo.
La hija de Andrea Legarreta y Erik Rubín escribió “Diablo” desde hace tres años, canción con la que ahora hace su debut como solista.
“Aunque tiene mucho que la hice, es importante que salga ahora, porque ya estoy preparada como artista y estoy lista para que mi concepto sea escuchado”, me dice Mía.
Este tema, que escribió en colaboración con su papá, es un bolero en cuyo video vemos a una Mía mucho más apasionada, sensual y femenina. Para ella fue importante rodarlo en Oaxaca y que el styling lo hiciera el diseñador oaxaqueño Pompi García, pues su objetivo principal es hacerle un homenaje a su país con su música.
La cantante, de 18 años, menciona a Rosalía, Ximena Sariñana, Natalia Lafourcade, Mon Laferte y Billie Eilish como unas de las artistas que la inspiran como cantante. Todas mujeres fuertes y muy concentradas en sus trayectorias artísticas.
“Eso es parte de lo que aspiro a ser en un futuro. Espero dar esa imagen a las mujeres de México. Claro que intento siempre poner los pies en la tierra en cuanto a mis sueños, porque sé que es una carrera complicada y hay que trabajar duro para estar en un lugar enorme y cantar frente a millones de personas. Pero tampoco me pongo expectativas, pues también confío en mí y mi proyecto que es muy bonito. Pero sí, aspiro a que alguien me vea como yo veo a estas mujeres”, confiesa.
Pero lo que más destaca en esta plática es la emoción que le da por fin lanzarse y dar a conocer todo el material que tiene preparado, en especial, llevar la música mexicana a todos los rincones posibles.
“Viene mucha música inédita, más boleros y otros sonidos latinos, y otras cosas muy interesantes. Van a poder ver una faceta mía muy padre y no me voy a encasillar en un solo género. El bolero siempre va a ser parte de mi concepto como artista, pero también van a haber otros. Me emociona mucho que puedan ver esa variedad que, gracias a Dios, soy capaz de hacer”, agrega.
¿Cómo fue el proceso de encontrar tu voz y tu concepto?
Fue retador, porque es difícil ser original; ya se ha hecho de todo. Por eso estos años fueron cruciales para que yo pudiera encontrarme como artista y creo que con “Diablo” lo logré. Desde que escogí el género, que es un bolero contemporáneo, sentí una increíble conexión con él, al grado de que ya me sentía parte de él desde antes de terminar la canción. El bolero es parte de nuestras raíces mexicanas y ha estado presente en mi vida muchos años.
¿Qué quieres decir con “Diablo”?
Es una canción con una doble connotación y está basada en el libro llamado Satán, la autobiografía, que habla de cómo el mismísimo diablo podemos ser nosotros mismos. Nosotros podemos ser nuestro peor enemigo con nuestro ego. Con este tema le canto al diablo interior, aunque también puede ser una canción que hable de amores complicados, de los que no puedes escapar por más que lo intentes. Afortunadamente no he vivido una situación así, pero siempre trato de pensar en un personaje atormentado, en esa connotación del ego, porque estoy segura de que, para la mayoría de nosotros, el peor enemigo ha sido este.
¿Qué ha sido lo más difícil?
Creo que lo más irónico es que mi reto más grande fui yo misma. Fui mi propia diabla. Al final es también una cosa de ego, de cuestionarme si soy lo suficientemente buena o de sentir que tengo que ser la mejor. Es algo de lo que no me había dado cuenta hasta que empecé a leer ese libro y luego al escribir la canción. El reto más grande soy yo, porque soy muy perfeccionista con mi trabajo, pero sé que también puede ser un arma de doble filo, pues me ha llevado a que incluso se me bajen las defensas y a enfermarme. Pero, por otro lado, este perfeccionismo me lleva a ser muy disciplinada y eso puede ser de gran ayuda. Entonces he sido mi mayor reto, pero también eso me ha hecho encontrarme a mí y mi camino.
Qué increíble que puedes contar con tu papá como mentor...
La verdad es que sí. Mi papá, aparte de ser mi modelo a seguir, es mi maestro, mi manager y actualmente es mi pro-ductor en la mayoría de las canciones. Ahorita estoy trabajando a full con él y ha sido bien bonito poder compartirlo porque desde muy pequeña lo he admirado a más no poder. Trabajar con tu ídolo es increíble, aunque también es retador, porque obviamente te exiges, y aún más siendo como soy, porque siento que tengo que ser la mejor y no nada más por mí sino para demostrarle algo a él, aunque sé que en realidad no tengo por qué hacer eso. Luego hasta él me baja y me dice: “Oye, tranquila, no tienes por qué ser tan dura contigo”.
¿Tu mamá qué te dice?
Ella siempre ha estado ahí conmigo. Cuando tenía que hacer una audición ella me ayudaba a prepararme, me daba tips y me ha guiado de una manera muy amorosa, muy dulce y siempre buscando lo mejor para mí y para mi hermana. Nos enfoca en la mejor parte del medio, porque sabemos que existe esta parte más oscura y complicada llena de chismes y polémicas a la que no hay que hacerle caso. Eso mi mamá me lo ha dejado muy claro desde siempre. Cuando era más chica me decía que lo gozara, que lo viera como un juego y disfrutara los procesos, que por ahora no lo tenía que tomar como un trabajo. Ya lo veo distinto por obvias razones, pues estoy más grande y porque voy a enfocarme en la música de manera profesional a lo largo de mi vida.
Fotos: Hash Escamilla