Meghan Markle realizó una visita sorpresa a un centro de acopio cercano a la masacre de la escuela Uvalde con dos cajas de alimentos y bebidas como parte de una donación, revelaron hoy los voluntarios, mientras uno de ellos admitían que desconocían la identidad de la Duquesa de Sussex.
La esposa del Príncipe Harry, de 40 años, alquiló un jet privado para viajar a Texas ayer, donde colocó un ramo de rosas blancas de "paz" en un monumento a los 19 niños y dos maestras asesinados en la escuela primaria Robb por el asesino Salvador Ramos.
También se detuvo en un centro comunitario de Uvalde que organizaba una campaña de donación de sangre para ayudar a las víctimas, donde recorrió las instalaciones y donó alimentos, incluidos sándwiches, refrigerios y pudines, así como una variedad de bebidas.
Una voluntaria describió cómo llegó con su guardaespaldas Alberto Álvarez, quien una vez se encargó de la protección de Michael Jackson, y "comenzó a poner agua helada en el balde con nosotros y colocar papas fritas". Con una máscara, también posó con el personal frente a una mesa de galletas, Fritos, Doritos, Cheetos y Ritz.
Gloria Contreras, de 40 años, le dijo a BuzzFeed News: "No tenía idea de quién era ella. Ella solo estaba manteniendo una conversación como ella y yo nos conocíamos desde hace años. Incluso le hablé de mi vida personal, le conté sobre mi hijo y mi familia y, ya sabes, venir a Texas porque me dijo que era de Santa Bárbara y le dije: '¡Bueno, tienes que venir a Texas!'".
Su compañero voluntario Georjean Burnell, de 46 años, dijo: "Es gracioso, ni siquiera sabíamos que era ella hasta que se fue y ahora estamos muy tristes. Quiero decir, para ser honesto, pensamos que era nuestra vecina. Ella era realmente dulce. Ella simplemente entró con su equipo de seguridad y comenzó a poner agua helada en el balde con nosotros y a colocar papas fritas para las personas que necesitaban refrigerios antes y después de donar".
Y, aunque no parece que fue poco planeado porque, al final, hay muchas fotografías de la visita, un portavoz de los Sussex dijo a los medios que estaba en Uvalde 'a título personal como madre' y para 'apoyar en persona a una comunidad que experimenta un dolor inimaginable'.
Después de la campaña de donación de sangre y la visita conmemorativa, abordó el jet privado en un aeropuerto cercano y voló de regreso a Los Ángeles. El viaje de ida y vuelta habría costado en la región entre $25 y $30 mil dólares.
Markle no se dirigió a la prensa durante la visita y no estaba claro si estaba acompañada por equipos de cámara que filmaban contenido para su acuerdo con Netflix, pero debido a que Texas, específicamente Uvalde, ha estado en el centro de atención, no dudaríamos que muchas otras personas de renombre hagan su respectiva visita.
La visita de Markle a la pequeña comunidad al oeste de San Antonio no fue anunciada y fue una sorpresa para la ciudad, que todavía está conmocionada por la tragedia mortal.
El viaje de la duquesa a Texas también se produce cuando su propio padre, Thomas Markle, de 77 años, se recupera bajo supervisión médica después de sufrir un derrame cerebral importante a principios de esta semana. Ha habido especulaciones sobre si ella lo visitaría en Chula Vista, California, a solo unas pocas horas en automóvil de la casa que comparte con el Príncipe Harry en Montecito, luego de años de tensión en su relación.
Presentando sus respetos en Texas, Markle estaba vestida de incógnito con una simple camiseta, jeans y gorra, pero lucía en su muñeca izquierda un brazalete Cartier Love y el reloj Cartier Tank de la princesa Diana.
¿Qué pasó en Texas?
El martes pasado, en Uvalde, un joven de 18 años, Salvador Rolando Ramos, perpetró el tiroteo escolar más mortífero en casi una década, matando a 19 niños pequeños y dos maestros antes de ser asesinado a tiros por la policía.
Las maestras Irma García, de 46 años, y Eva Mireles, de 44, usaron desinteresadamente sus cuerpos para proteger a tantos estudiantes como pudieron del tirador; “Ella falleció con niños en sus brazos tratando de protegerlos”, escribió el sobrino de García, John Martínez, en Twitter. "Esos no eran solo sus estudiantes, también eran sus hijos".
En una conferencia de prensa el jueves por la tarde, Víctor Escalón, Director Regional del Departamento de Seguridad Pública del Sur de Texas, reveló que no había guardias armados en el campus cuando llegó el atacante el martes, lo que le permitió caminar "sin obstrucciones" a través de una puerta abierta y al edificio donde asesinó a 21 personas.
¿Habrá sido un acto desinteresado?
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