Ahora que no son miembros activos de la familia real, el Príncipe Harry y Meghan Markle se dedican a ser activistas y voceros a favor de la humildad y humanidad. Es por eso que no nos extraña que, a pesar de estar de baja por maternidad y paternidad respectivamente, los Duques de Sussex han respondido públicamente a la crisis de Afganistán, después de que fuera tomada por los talibanes.
En una larga declaración, publicada a través de su sitio web de la Fundación Archewell, los Duques de Sussex piden a sus seguidores que apoyen a las organizaciones críticas durante esta situación, sin especificar cuánto estarían donando personalmente, lo cual ha causado múltiples críticas en redes sociales.
"El mundo es excepcionalmente frágil en estos momentos. Mientras sentimos las múltiples capas de dolor debido a la situación en Afganistán, estamos sin palabras. Mientras vemos cómo crece el desastre humanitario en Haití y la amenaza de empeorar después del terremoto de la semana pasada, nuestros corazones se rompen. Mientras somos testigos de una crisis de salud global continua, exacerbada por las nuevas variantes y la desinformación constante, estamos asustados", dice el comunicado.
"Cuando una persona o comunidad sufre, una parte de cada uno de nosotros lo hace con ellos, nos demos cuenta o no. Y aunque no estamos destinados a vivir en un estado de sufrimiento, nosotros, como pueblo, estamos siendo condicionados para aceptarlo. Es fácil sentirnos impotentes, pero podemos poner en práctica nuestros valores, juntos. Para empezar, los animamos a que se unan a nosotros para apoyar a varias organizaciones que realizan un trabajo fundamental. También instamos a quienes se encuentran en posiciones de influencia global a avanzar rápidamente en los diálogos humanitarios que se espera que tengan lugar este otoño en reuniones multilaterales como la Asamblea General de la ONU y la Cumbre de Líderes del G20. Como una comunidad internacional, son las decisiones que tomamos ahora - para aliviar el sufrimiento de los que conocemos y los que jamás veremos- que demostrará nuestra humanidad".
Una segunda sección, firmada por el equipo de Archewell y el comité de la fundación, mencionó que están comprometidos a poner sus valores en acción, apoyando a la comunidad militar y las tropas que sirvieron en Afganistán, así como a las personas del país que enfrentan violencia y terror.
A su vez, en colaboración con World Central Kitchen, buscan coordinar organizaciones locales para ayudar a los equipos de recuperación en Haití para salvar vidas y preservar las vidas de quienes no pueden ser atendidos.
Finalmente, están trabajando en apoyar la equidad de las vacunas. Luego agregaron una lista de organizaciones benéficas para ayudar a los afectados en Afganistán y Haití, así como 'recursos para su propia salud mental, que esperamos que usen mientras navegan por lo que se les presente durante este momento crítico'.
El día anterior, el Príncipe Harry emitió un comunicado a través de la organización Invictus diciendo que él y otros veteranos de guerra de Afganistán deberían 'comunicarse entre sí y ofrecer apoyo', ya que describió las escenas de Kabul como las que 'resuenan' en un mensaje a su organización benéfica para los veteranos heridos.
En su declaración de la organización benéfica, no ofreció ninguna opinión sobre la decisión de Joe Biden de abandonar a los afganos con los que luchó, ni sobre la caótica ejecución de la retirada que vio a los talibanes retomar el país en los días posteriores a 20 años de guerra.
El año pasado, él y Meghan, de 40 años, fueron acusados de meterse en las elecciones estadounidenses cuando instaron a los votantes a 'rechazar el discurso de odio' en un mensaje que fue ampliamente interpretado como un ataque a Donald Trump y un apoyo tácito a la campaña de Joe Biden.
Harry conoce al presidente Biden y a su esposa, la primera dama Jill Biden, desde hace varios años, y ambos han apoyado públicamente los Juegos Invictus del Duque.
Estos comunicados se producen después de que ayer, miles de personas desesperadas corrieran por la pista de un aeropuerto y se aferraran a las ruedas de los aviones estadounidenses que partían.
Durante el gobierno de los talibanes de 1996 a 2001, las mujeres no podían trabajar y se aplicaban penas como lapidación pública, azotes y ahorcamientos.
Los talibanes han dicho que no habrá represalias contra los opositores y prometieron respetar los derechos de las mujeres, las minorías y los extranjeros, pero muchos afganos son escépticos y temen que los viejos enemigos y activistas sean detenidos.
La última en pronunciarse fue Malala Yousafzai, la activista pakistaní de 24 años que el fin de semana recurrió a Twitter para dar a conocer su postura ante esta crisis: “Observamos completamente conmocionados cómo los talibanes toman el control de Afganistán. Estoy profundamente preocupada por las mujeres, las minorías y los defensores de los derechos humanos. Los poderes globales, regionales y locales deben pedir un alto el fuego inmediato, proporcionar ayuda humanitaria urgente y proteger a los refugiados y civiles”, escribió.
¿Crees que esto ayude de algo?