Pocos artistas mexicanos pueden presumir de haber logrado el sueño americano. Uno de ellos es el actor y cantante Mauricio Martínez, quien, desde hace más de una década, decidió dejar México para instalarse en Nueva York, con el firme propósito de conseguir un lugar en Broadway.
Hoy, lo ha logrado. Su enorme tenacidad y talento lo han llevado a protagonizar varias obras musicales y a ser considerado uno de los latinos más influyentes dentro de la comunidad artística en la Gran Manzana.
Sobre este cambio de residencia, sus pasos en Estados Unidos y los planes a futuro, platicamos con él.
“Los artistas, o al menos yo, aprendemos a no echar tanta raíz en ningún sitio, porque luego llegan oportunidades que te mueven a otro lugar. Somos eternos nómadas, pero, hoy por hoy, Nueva York se ha convertido en mi casa y yo lo he transformado en mi primer hogar... Me encanta vivir en esta ciudad, que no es nada fácil, que te exige, pero que también te da mucho.
Hay demasiada energía y una adrenalina eléctrica que se te contagia. Aquí no puedes dormirte en tus laureles, porque la ciudad de verdad te come de un bocado y te escupe. Eso es lo rico. Somos mucha gente luchando por lo mismo, pero eso te vuelve más fuerte y más resiliente”, nos cuenta Mauricio.
Y aunque muchos piensan que el idioma es el mayor obstáculo a vencer, él ha tenido que superar otras barreras.
“Dicen que si la haces acá, la puedes hacer en cualquier otra parte del mundo. Porque aquí está cañón triunfar. Detrás de ti hay 25, si no es que 500, que cantan mejor que tú, que están más jóvenes, o están más guapos. Entonces nunca sabes, pero al final del día es muy emocionante... También es una ciudad que te aterriza y te baja el ego en tres patadas. Porque aquí tienes que ir al súper y caminar con la comida, así seas Robert de Niro o alguien que está estudiando.
No importa en qué lugar de la pirámide estés. Todos caminamos, andamos en metro, andamos en bici, en el tráfico, circulando como extraños todo el tiempo. Eso te asienta y hace que no te la creas, algo que me parece bonito, sobre todo en nuestra carrera, donde es fácil elevarse y perder el piso. Esta ciudad no lo permite”, agrega.
En su caso, Mauricio tuvo que dejar atrás las comodidades y comenzar nuevamente el camino profesional desde cero.
“En general, el ambiente de Broadway te mantiene con los pies en la tierra todo el tiempo. Es mucho más difícil que se te suban los humos acá, porque el mismo modo de las personas te aterriza a cada rato. Aquí no importa quién eres y si sales en la tele. Les vale gorro. Tú sales del teatro siendo protagonista, firmas autógrafos, te tomas fotos con el público, pero a la vuelta de la esquina ya nadie sabe quién eres, y eso me encanta”, dice.
La muerte muy cerca
Según nos platica, esto también le ha permitido dejar atrás los cuestionamientos sobre su estado de salud, luego de haber sobrevivido al cáncer de vejiga en cuatro ocasiones.
Ese es un tema que quiere ir olvidando, ahora que celebra casi seis años libre de la enfermedad, aunque dice agradecer todas las enseñanzas que la difícil experiencia le dejó.
“Entendí que la vida se va muy rápido y creo que, conforme uno va creciendo, también te vas dando cuenta de lo que importa realmente. Hoy agradezco estar sano y estar viviendo de lo que más amo. He tenido la muerte muy cerca varias veces y eso ha cambiado la manera en la que veo la vida.
Me he vuelto un hombre más práctico y más valiente, con menos pelos en la lengua y más comprometido con ayudar a los demás... No nada más basar mi vida en cumplir mis sueños. Pienso que es bonito poder compartir, y la plataforma que hoy tengo, gracias a mi trabajo, que son ya décadas de esfuerzo, también he decidido ponerla al servicio de diferentes causas que me parecen importantes”, asegura.
Recién nombrado embajador de la fundación World Vision México, Mauricio busca compartir un mensaje de solidaridad con niños en situación de pobreza extrema en nuestro país.
También se ha sumado a otras causas como la detección temprana del cáncer, la visibilización de los trastornos mentales y el apoyo a víctimas de abuso sexual.
“Pronunciarme por estas causas, que no tienen nada que ver con la música, el teatro, o la actuación, me ha vuelto un poquito más humano. Y eso lo agradezco, porque he aprendido mucho. Sigo aprendiendo cada día a base de prueba y error, por ejemplo, de cómo utilizar esa plataforma que tengo en redes y ponerla al servicio de otros.
Creo que es importante dar el ejemplo y tratar de ayudar, para que podamos dejar este mundo un poquito mejor de cómo lo encontramos, en todos los aspectos. Además, siendo artista, uno trae felicidad a los hogares de nuestro público. Entonces, eso también es un regalo que podemos llevar a todos lados y una responsabilidad que yo me tomo muy seriamente”, expresó.
Lo que se tenía que hacer
En el caso de la salud mental, es un tema que a Mauricio le preocupa, porque, al igual que una de cada ocho personas de la población mundial, según cifras de la OMS, él lo ha experimentado en carne propia.
“Yo también he pasado por etapas difíciles de salud mental y por eso me he vuelto alguien que habla más de esta lucha. Pareciera que el tabú y el estigma todavía rodea estas condiciones, pero es necesario prevenir a otras personas y hablar de ello. Pienso que son un asesino silencioso, los problemas de salud mental en general, y es importante ponerles atención y decirle a la gente que pida ayuda si siente que está en peligro. Debemos hacer más conciencia sobre estos temas”, enfatiza.
Por otro lado, hace dos años, Mauricio también levantó la voz en contra del abuso sexual y denunció, legal y públicamente, una experiencia que vivió en su juventud. De ahí, su indignación al ver cómo un tribunal de Nueva York anuló los cargos de violación y agresión sexual en contra del exproductor de cine Harvey Weinstein.
“Me parece lamentable, porque nos demuestra nuevamente, y tristemente, que siempre parece pesar más el tráfico de influencias, los favores, el dinero y el poder, cuando deberíamos de estar pidiendo y obteniendo justicia para las decenas de mujeres que han salido a la luz muy valientemente a denunciarlo”, comenta.
Y agrega sobre su propio proceso: “Por paz mental he decidido enfocarme en mi vida. Cuando me necesiten, ahí estaré apoyando siempre a las víctimas y al equipo de abogados que nos han defendido desde el día uno... Yo hice lo que tenía que hacer y eso me ayuda a dormir tranquilo en la noche. ¿Sirvió compartir mi propia experiencia? No es fácil, pero al final del día, trajo algo bueno.
Una ley cambió en materia de prescripción en abuso infantil, gracias a casos como el mío que salieron a la luz. No digo que seamos los responsables, pero sí aportamos para que esto sucediera. Entonces, ha valido la pena. Hablamos de que se han cambiado leyes, que hay más apertura, más conciencia y cada vez más la gente se atreve a alzar la voz. Pero bueno, la lucha sigue”, nos compartió.
Transformaciones
Para Mauricio la vida ahora está mejor que nunca. Prueba de ello son los dos álbumes que, de manera casi simultánea, ha lanzado recientemente: Mauricio Martínez, Live in NYC, grabado en directo en el legendario Studio 54; y Fígaro, un musical original, escrito por los músicos Ashley Jana y Will Nunziata, donde interpreta un personaje escrito especialmente para él.
Por si fuera poco, el próximo 23 de mayo visitará su tierra natal con el espectáculo Broadway en vivo desde Monterrey, donde interpretará una selección de los temas más emblématicos de musicales como El fantasma de la Ópera, Hamilton, Moulin Rouge, Chicago y El Rey León.
“Soy muy afortunado de haber escogido una profesión en la que hago catarsis cada que trabajo. Poca o mucha, grande o pequeña, siempre hay algo de desahogo. Es como haber ido al gimnasio, a terapia, o a un retiro espiritual. Cada que cantas en un concierto, algo sanas y algo te hace sentir un poquito más ligero. También algo transformaste siempre en los demás.
Espero en cada presentación que alguien en el público haya recibió algo, pues con eso me siento satisfecho. Es lo que hace el artista: su propia experiencia, su propio dolor, lo transforma en una pieza de música, en una canción, en un monólogo, en una escena, en algún concierto... Como alguna vez dijo la gran Carrie Fisher: ‘Take your broken heart and turn it into art’”, concluyó.