En exclusiva, entrevistamos al personaje que es reconocido por su carrera política y su extraordinaria pasión por el arte y la cultura, quien nos reveló una parte que pocos conocen su rol como padre y abuelo.
Mauricio, primero que nada, queremos abrir esta entrevista preguntándote ¿qué significa para ti la familia?
Mucho, la realidad es que tengo una extraordinaria relación con todos mis hijos, igual con mis nietos mayores, porque tengo nietos hasta recién nacidos.
Sabemos que eres un personaje muy reconocido por mucha gente, quienes consideran conocerte por verte tantos años en la política, pero, ¿cómo es realmente Mauricio Fernández al cruzar la puerta de su casa?
Simplemente Mauricio. Soy igual afuera y detrás de la puerta.
A través de tus hijos y tus nietos te ha tocado vivir muchos cambios generacionales, ¿cuál es el que más te sorprende hasta el día de hoy?
La participación en redes sociales y el involucrarme con ellas.
“Me siento muy satisfecho y orgulloso de ser el Tío Mau, siento que me ven con mucho cariño y simpatía”.
La cultura y el arte son una base muy sólida en tu educación, ¿consideras que has logrado pasar de generación en generación esta formación a tu familia?
Por supuesto, todos mis hijos tienen esa sensibilidad con cultura y arte y cada quien en su forma tienen sus propias colecciones de arte. Esto independientemente de que son los dueños de lo que se va a prestar para La Milarca.
Muchos ya te consideran como su tío gracias a tu incursión en las redes sociales, sobre todo en TikTok, donde ya te nombran “Tío Mau”, ¿cómo ha sido para ti esta parte de que gracias a que compartes tus secretos, conocimientos y vivencias, la audiencia ya te considera parte de su familia?
Me siento muy satisfecho y orgulloso de ser el Tío Mau, siento que me ven con mucho cariño y simpatía. De hecho, en todos lados me piden foto y lo hago con muchísimo gusto.
Como papá y abuelo, ¿cuál ha sido la experiencia más gratificante que has sentido y por qué?
Como papá y abuelo resulta que mi primer nieto, no sabía decir Mauricio, entonces me empezó a decir Chicho. Y eso es algo que todos mis nietos ya lo hicieron tradición, parecería un nombre de la mafia italiana, pero no. Es simplemente Chicho y así me reconocen todos mis nietos.
Como gran conocedor de la historia, ¿a qué hombre admiras y por qué?
Yo admiro a personajes como Walt Disney.
Para Mauricio, ¿cuál es su momento favorito en familia?
La comida de Navidad. Nos juntamos todos en casa de Norma, mi esposa.
¿Cuáles son las piezas que sí o sí deben de ir a admirar a La Milarca, una vez que abra sus puertas?
La Milarca es una curaduría de tres años de Miguel Ángel Fernández. Tiene cerca de 300 piezas, Arte Popular tiene 400; en fin, es un conjunto muy ecléctico de piezas que podrán admirar.
Para cerrar, compártenos un consejo para todos los papás y abuelos que están leyendo esta entrevista.
Que aprendan a ver a cada quien individualmente. Cada hijo es diferente, así como cada nieto es diferente; y yo los trato de entender y convivir así, entendiendo su individualidad.
“La realidad es que tengo una extraordinaria relación con todos mis hijos y mis nietos”.
Para agradecer tanto cariño, conocimiento, pero, sobre todo, las mejores experiencias, hijos y nietos de Mauricio Fernández lo sorprenden en esta edición especial con mensajes especiales para desearle un Feliz Día del Padre.
Max Fernández
“Lo que más admiro de mi padre es su capacidad de entrega, para ser sincero creo no entender a su totalidad cómo le hizo. El entregarse tanto para el crecimiento de toda una ciudad y sabiendo los riesgos que llevaba. Y lo que más agradezco de mi padre fue enseñarme la autenticidad, el atreverte a ser, aunque sea diferente de los demás y a perseguir sin miedo una visión con una buena estructura y carisma.
Admiro también su valentía en seguir su camino auténtico a una visión estructurada, misma que me inspira a hacer el mío. De verdad que no tengo más palabras que decir más que estoy muy orgulloso de ser su hijo y en seguir su legado para dejar una huella a la sociedad muy a mi manera”.
Vanessa Fernández
“Yo creo que las lecciones más significativas se aprenden en carne propia. No aprendemos con sermones, ni con reglas, ni de las anécdotas de los demás. Aprendemos en vivo y a color, y con eso no me refiero solo a experiencias propias, sino que incluye participar en la manera en que otras personas viven, es el famoso “ejemplo de los demás”.
La vida monástica que actualmente vivo es muy demandante y un gran reto. Los recursos más importantes con los que cuento para enfrentarla son aprendidos del ejemplo de otros y muchísimos los aprendí de mi papá.
Tuve el privilegio de tenerlo cerca mientras crecía y me permitió poder participar de la manera en que él enfrenta vivir. Desde chica trato de copiar su gusto por la vida, su gozo por las singularidades que hacen a las cosas o personas únicas; también admiro mucho el otro lado de la moneda, su valor, su sentido de responsabilidad humana y social y su determinación que lo llevó a vencer desde los narcos y hasta el cáncer.
Pero son los pequeños detalles, de la manera en que veo a mi papá vivir su vida, los que más han impactado mi vida monástica actual. Por ejemplo, la entrega apasionada y el escrupuloso perfeccionismo en los detalles, que, según la teología católica, es el camino de la santidad cuando se aplican en la búsqueda de Dios. La apreciación de la belleza que mi papá me ha enseñado tanto y que al fin es una de las cualidades de Dios y de lo poco que encuentro yo en la tierra que me acerca al cielo...
El amor que mi papá le tiene a la naturaleza y el ejercicio del silencio absoluto para apreciarla fue ejercida cuando pasábamos horas en silencio al amanecer en el monte en el rancho esperando a que aparezcan los animalitos para comprobar que todos en la reserva estén sanos; pasar toda la mañana en silencio hoy es parte de mi estructura monástica diaria y disfrutarlo sin esfuerzo es una proeza a la que tengo más bien a mi papá que agradecer porque llegué ya con mucha práctica. Pensar en mi papá me llena de gratitud porque me siento muy privilegiada de que sea mi papá”.
Antón Fernández
“Sobran las palabras de aprecio y cariño en este tu día. Gracias por compartir momentos increíbles llenos de vivencias inolvidables que, sin duda, son la mejor colección que atesoro en el recuerdo.
Gracias por todo el apoyo incondicional y estar siempre presente como guía y amigo. Por sensibilizarme a percibir el otro ángulo de las situaciones, por enseñarme la perseverancia con responsabilidad y dedicación buscando siempre la superación, por todas las pláticas divertidas e interesantes llenas de sensatez y reflexión, pero, sobre todo, por tu ejemplo de entrega y altruismo a la comunidad. ¡Muy feliz día!”.
Arisa Fernández
“Considero a mi abuelo Mauricio como una de las personas a la que más admiración le tengo. Lo que más lo destaca por ser el mejor abuelo es gracias al conocimiento y aprendizaje que me ha dado en esta vida como alimentos, lugares, entre muchos otros”.
Ana Chaparro
“¡Felicidades Chicho! Te admiro y te quiero tanto, no podría estar más orgullosa de poder ser tu nieta. Ojalá disfrutes este Día del Padre ¡al máximo!”.
María Chaparro
“Mauricio, te admiro mucho por tu compromiso con nuestro país, tu capacidad para soñar en grande y tu energía y dedicación en tus proyectos. Me enorgullece tener en mí algo de esa energía tuya”.
Milarca Fernández
“De niña tenía las historias más extrañas que contar, como la de un viaje a un hotel sin ventanas en la selva, un venado que rescataste de abuso o un mapache de mascota. Cuando llegaba con piedras en la mochila, nadie entendía mi emoción al decirles que tenían millones de años. Solo alguien como tú nos pudo haber regalado esos momentos y esas historias que contar.
Con tu originalidad, sensibilidad a la naturaleza y tus ganas de disfrutar la vida. ¡Mis mejores aventuras siempre son contigo!”.
Alana Fernández
“Mi papá es toda una caja de sorpresas, alguien con quien nunca te puedes aburrir. Puedes estar en medio del desierto sin nada que hacer y empieza a contarte de los animales, minerales y cactáceas del lugar y para cuando menos te imaginas, ya anda cocinando las biznagas y haciendo un postre delicioso con ellas. Es un amante de la naturaleza, del arte y de lo bello, y me ha enseñado a ver el mundo con otros ojos.
Admiro mucho su autenticidad para hacer las cosas, el entregar toda una vida a tratar de hacer un mejor México, su legado de cultura y arte para inspirar a generaciones, sus ganas de vivir que le dan fuerza para salir de cualquier enfermedad, su sentido del humor único, su pasión infinita por aprender cosas nuevas, en fin, no puedo estar más orgullosa de ser su hija. Le doy gracias a Dios por su vida y salud. ¡Te amo papá!”.
Crista Fernández
“La vida me dio la oportunidad de tener una cercanía con un ser tan especial como mi abuelo. Él siempre ha demostrado valentía y determinación en luchar por lo que cree, y aspiro a poder seguir sus pasos. Estoy inmensamente agradecida por la exposición a tanto arte, naturaleza, cultura y anécdotas que se me han presentado, es una inspiración tanto para mí como para toda mi familia.
Nunca en la vida alguien se encontrará con una persona que se parezca, aunque sea un poquito, a él. Las mejores experiencias de mi vida han sido los viajes que hemos hecho juntos, porque ahí es cuando más le he aprendido. Es un pilar para mi familia y un ejemplo a seguir. ¡Feliz Día del Padre Chicho!”.
Marena, Saulo y Yago Fernández
“¡Muy feliz Día del Padre Chicho! Gracias por estar siempre con nosotros en los momentos importantes y por lo detallista que eres. Nos fascina que nos platiques tus historias y que nos enseñes muchas cosas nuevas. Eres muy divertido y siempre nos haces reír. Estamos muy contentos de que seas nuestro abuelito. ¡Te queremos mucho!”.