La maternidad es una de las experiencias más significativas en la vida de una mujer. Ser madre conlleva una gran responsabilidad y sacrificio, pero también es una oportunidad única para ayudar a moldear el futuro de un pequeño individuo lleno de posibilidades maravillosas. Platicamos con Marisol, una mamá cariñosa que siempre esta dispuesta a dar amor y afecto a su pequeña y quien nos cuenta su experiencia en este camino lleno de retos, pero también de innumerables alegrías y recompensas.
Sensible y apasionada por su carrera y sus sueños, Marisol es bromista y disfruta hacer reír a todo el mundo. Además, es muy entregada a las personas que ama. Autodidacta, es entusiasta por la nutrición clínica y dedica su atención a los casos específicos que llegan a su consulta, buscando siempre nuevas evidencias científicas para curar o tratar enfermedades. “Trato de ser dinámica en los consejos y planes de alimentación que proporciono a mis pacientes, con el objetivo de que comprendan que se puede comer de todo en proporciones saludables”, comentó.
Desde niña, siempre soñó con las posibilidades de ser madre a sus veinte años, pues le encantan los niños. Aunque hoy en día esta idea es poco común, sabía que eso era lo que deseaba con todo su corazón. Otro motivo importante fue el ejemplo de su madre, quien la crió sola. “Admiro mucho a mi mamá por haberme dado toda su atención a pesar de estar en un punto avanzado de su carrera profesional cuando yo era pequeña. Aunque no tuvimos mucho tiempo libre para juegos y paseos, hoy aprecio el privilegio de poder hacer todas esas cosas con mi hija, Julieta”, dijo Marisol.
“Los valores que me gustaría que Julieta aprendiera de mí son la paciencia, la humildad, la empatía, el amor y el respeto. Sé que es un trabajo constante y que nadie puede ser perfecto todo el tiempo, pero tengo fe en que puedo reflejar cosas positivas para ella”.
Lo mejor de ser mamá
Es encontrar en una personita llena de bondad un amor incondicional en el que no hay lugar para las inseguridades y miedos, solo existe el espacio para aceptarse mutuamente con total sinceridad. Además, vuelves a valorar los pequeños detalles de la vida cotidiana, aquellas cosas que valen mucho más que cualquier bien material. Me ha costado mucho trabajo adaptarme a la diferencia entre la antigua Marisol y la persona que soy hoy en día. Además, repartir mi tiempo entre mi faceta como profesional, amiga, pareja y ser individual, a menudo se convierte en un reto porque el ser mamá siempre tiene que ser prioridad.
¿Cómo cambió tu vida después del nacimiento de Julieta?
Me siento muy agradecida porque tuve la oportunidad de continuar con mis actividades cotidianas, aunque mi vida cambió significativamente después del nacimiento de mi pequeña. Siempre es importante darle prioridad a un bebé y a veces, uno quisiera hacer muchas cosas a su manera, pero creo que todo lo que me rodea cambió para mejor. Como persona, he crecido y mi corazón se ha expandido, por lo que no extraño mi vida antes de ser mamá.
¿Cómo celebras el Día de las Madres?
Siempre prefiero viajar a algún lugar o salir de paseo en fechas importantes. No suelo celebrar con reuniones muy grandes porque creo que solo nos llevamos lo que vivimos y prefiero tener recuerdos de nuevas aventuras en cada celebración. Este año, tengo planeado ir de viaje a la Riviera Maya para tener un merecido descanso.
Háblanos sobre Julieta
¡Claro que sí! Julieta es una niña maravillosa que me ha regalado la alegría de vivir. Es muy expresiva, inteligente, parlanchina e inquieta. Siempre está haciendo bromas y jugando con su entorno. Además, es muy cariñosa y siempre está llena de risas y amor. Sin embargo, también es un torbellino y tenemos que estar muy atentos para no perderla de vista, ya que es muy traviesa.
¿Qué consejo le darías a una mamá primeriza?
Mi consejo sería que no teman a la evolución personal que experimentarán en esta nueva etapa de su vida. Me gusta mucho la analogía de la metamorfosis de una mariposa, en la que necesitamos resguardarnos del mundo que conocemos por un tiempo, renunciar a la idea de nuestra realidad, rutina e incluso identidad física, lo cual puede ser un proceso doloroso. Pero en su debido momento, sentirán que vuelan y será lo mejor que les haya sucedido, incluso a pesar de que se conviertan en una nueva versión de sí mismas.
Lo que no puede faltar en un viaje con julieta
Siempre me comentan que llevo muchísimas cosas cada vez que salgo con Julieta, pero es porque ella necesita muchos estímulos para mantenerse entretenida. ¡Casi cargo con toda la casa! No puedo salir sin un par de muñecas, ya que a pesar de tener 1 año y medio, su fascinación por ellas es inmensa.