Marina de Tavira: “La maternidad me ha hecho crecer como actriz”

Personajes

A propósito del estreno de la cinta Latido, la actriz nominada al Oscar nos habla de su faceta menos conocida: “Ser mamá no ha sido lo más fácil, pero sí lo más bello”, asegura.

COMPARTE ESTA NOTA
La actriz estrena Latido en Prime Video, una película sobre la maternidad.

En absoluta plenitud. Así luce la actriz Marina de Tavira, luego de haber dejado atrás el caos mediático en el que se vio envuelta, tras recibir una nominación al Oscar por su participación en la cinta Roma, dirigida por Alfonso Cuarón.

Seis años después, ve la vida desde otra perspectiva y, según nos cuenta en entrevista, sus prioridades han cambiado.

“No voy a decir que todo el tiempo estuve ecuánime. Claro que hubo momentos de ansiedad, provocados en parte por las mismas expectativas que los demás y los medios pusieron en mí. De pronto no sabes cómo manejar esa expectativa de lo que, en teoría, tiene que pasar contigo después de algo así.

Pero, con el tiempo y también con una pandemia de por medio, fui colocando todo en su lugar... No fue fácil. No tuve una varita mágica que me dijera que ya me estaba mareando y me regresara. Hubo momentos difíciles, lo confieso, pero en este momento ya siento que mi entorno está acomodado”, comparte.

Según nos cuenta, tuvo que echar mano de una de sus más grandes pasiones para volver a la calma: el teatro.

“En realidad, si me detengo a pensar qué es lo que ha pasado con mi vida profesional desde ese momento, casi todo ha sido regresar. Luego del fenómeno que fue Roma, volví al origen. Me fui a la escuela en la que me formé, el salón donde estrené aquella obra, era el salón de clases donde aprendí a actuar, en un teatro chiquitito.

Decidí que quería seguir haciendo teatro como lo sabía hacer y, aunque tenga la enorme fortuna de poder ser reconocida internacionalmente, yo sí me he seguido manteniendo en el amor de los escenarios pequeños, íntimos, familiares, y con la plena convicción, de que tengo que hacer teatro en este país, que es el mío”, nos dice.

Y agrega: “Este es el momento de la historia en que más trabajo ha habido para personas que nos dedicamos a los medios audiovisuales, por toda la producción para plataformas que hay en el mundo. El cine se ha ido relegando como experiencia comunitaria, pues ya casi no se entiende el acudir a un espacio en donde te reúnes con otros para ser testigo de una película. En cambio, el teatro, sí sigue teniendo esa magia y es único, porque nada lo puede reemplazar. Ahí sí es una experiencia colectiva a la que no puedes ponerle pausa y creo que, esa condición tan arcaica, lo ha salvado”, afirma.

El amor más contundente

Aún así, Marina sigue muy involucrada en las producciones cinematográficas. La más reciente es Latido, una historia escrita y dirigida por la cineasta Katina Medina Mora, donde narra un pasaje autobiográfico sobre el deseo de convertirse en madre y el tormentoso proceso que enfrenta al querer adoptar.

“Este es el momento de la historia en que más trabajo ha habido para personas que nos dedicamos a los medios audiovisuales", afirma la actriz.

“Es un proyecto muy bonito, porque es un guión que Katina me escribió a mí especialmente. Es una película que ella tenía mucho tiempo trabajando dentro de sí misma, porque toca el tema de la maternidad, y ella justo estaba viviendo un proceso similar al del personaje principal. Era un deseo que había tenido muy profundo, pero llegó un momento de vida, donde debía tomar la decisión de si ser mamá o no... Este personaje es una mujer que se está acercando a una edad y a su última posibilidad de ser madre.

Que ha intentado una y otra vez fecundación in vitro y no ha podido. Entonces, al final, también es una reflexión sobre las distintas formas de maternar, pues ser madre no necesariamente es sinónimo de engendrar o parir, sino que puede vivirse de muchas maneras, y esto tiene que ver con la vida personal de muchas mujeres”, comenta.

Para Marina, este proyecto fue también la oportunidad de reflexionar sobre su propia maternidad.

“Muchísimo. Porque no había investigado a tal grado lo que significa querer profundamente ser madre y no poder conseguirlo. Además, lo agresivos que son los tratamientos, la cantidad de hormonas y procesos a los que se tiene que someter una mujer. Lo que eso le hace a una pareja y el duelo que se vive cada vez que no se cumple este deseo.

Entonces, principalmente, esta historia me mostró otro horizonte acerca de la maternidad, porque yo soy madre, pero no tuve ninguna dificultad para hacerlo. Mi hijo llegó cuando tenía que llegar y sin problemas. Así que este personaje me hizo sensibilizarme hacia ese otro lado y el proceso tan duro que viven muchas mujeres y parejas que quieren ser padres”, comenta.

Orgullosa, nos compartió cómo se transformó su propia vida tras la llegada de su hijo Tadeo, quien acaba de cumplir 15 años.

“Yo sé que casi todas las madres decimos esto, pero es lo más bello que me ha sucedido. Ser mamá no ha sido lo más fácil, pero sí lo más bello. Sin duda es el amor más contundente y, aunque me ha exigido muchísimo, también creo que la maternidad me ha hecho crecer como actriz y, a raíz de que fui mamá, me llegaron personajes increíbles que han sido de los más importantes de mi carrera.

Cuando estaba embarazada tenía mucho miedo de lo que iba a pasarle a mi trabajo, que es una parte muy importante de mi vida, y la verdad es que, al contrario, todo ha sido para mejor... Una actriz que admiro mucho, me dijo una vez que cuando yo fuera madre iba a entender el mundo desde otro lugar y eso me iba a ayudar a ser actriz. Y sin duda ha sido así. Ha sido un recorrido apasionante y me siento muy feliz de que he podido disfrutar cada etapa. Pienso que no le he quedado debiendo nada al tiempo, y que he disfrutado al máximo cada proceso, porque sé que éste se va y no vuelve”, confiesa.

Los fabulosos 50

Actualmente, Marina se dice satisfecha con los logros obtenidos, tanto profesional como personalmente. En noviembre pasado cumplió 50 años de edad y, lejos de agobiarse, mira la vida con mayor serenidad.

“Estoy muy contenta. Claro que es una cifra que asusta mucho, y más a las mujeres, que nos presionan tanto con el asunto de la edad. Pero para mí ha sido fantástico darme cuenta que de verdad me siento mucho más segura y con menos necesidad de hacer cosas solo para que me reconozcan.

"Para mí ha sido fantástico darme cuenta que de verdad me siento mucho más segura", dice de haber cumplido 50 años.

Me siento más estable en ese sentido y con la absoluta libertad de hacer las cosas que verdaderamente me gustan... Juro que no es cliché, pero, aunque obviamente ves hacia delante y sabes que, en el mejor de los casos, tendremos que enfrentarnos a ir cumpliendo cada vez más años y se va a ir complicando la cosa, sí puedo decir que, por lo menos ahorita, este es uno de los mejores momentos de mi vida”, declara contundente.

Por otro lado, la apariencia física no es algo que le quite el sueño, convencida de que camino recorrido tiene mayor valor.

“Es curioso, pero ahora tengo menos inseguridades que cuando era más joven y tenía menos evidencia física de la edad. He estado leyendo entrevistas y hace poco veía a Jodie Foster, por ejemplo, que la admiro mucho, decir algo así como que nunca se había sentido tan feliz como ahora que tiene 60 años... Creo que te vas liberando de los juicios externos y eso es lo importante.

También hay otra cosa que aprendí, y es a vivir más en el presente, porque, cada vez, tengo más claro que se va... No vuelves a tener 30, tu hijo no vuelve a tener cuatro. Entonces, eso me da una sensación de presencia. De estar aquí y ahora, sin futurizar tanto, que es una de las cosas que me provocaba mayor ansiedad”, comparte.

De hecho, Marina asegura que ya ha conseguido un equilibrio. “Ahora lo que más valoro, sobre todo, es la serenidad. Ya no hay necesidad de demostrarle absolutamente nada a nadie, ni a mí misma. Disfruto la certeza de que hay que gozar la vida, porque se termina eventualmente. 

Por supuesto, la maternidad me da mucha satisfacción y ¡mucho trabajo! (bromea), pero siento que ya fui colocando claramente mis prioridades. Eso me hace sentir en paz... Porque sí puedo recordar otras épocas de mi vida donde me conflictuaba que me ofrecían trabajo y lo quería hacer, pero no quería dejar a mi hijo. Hoy ya no entro tanto en esos temas. 

Sé muy claramente que lo puedo hacer. Que no me gusta irme cinco meses a filmar, dejar a mi hijo y perderme ese tiempo con él. Obviamente no puedo parar y no hacer nada, porque entonces tampoco voy a ser feliz. Pero aclarar mis prioridades y tomar decisiones, me provoca menos angustia”, concluyó la actriz.



Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.